“El tema más profundo de la historia del mundo y de la humanidad, al que todos los demás temas se subordinan, sigue siendo realmente el conflicto entre la incredulidad y la fe”. Goethe
El mérito de Tío Paco es innegable: ha puesto de acuerdo, por una vez y sin que sirva de precedente, a los diarios El País y El mundo. El primero dice que “Génova aprueba las listas de Camps con 11 acusados de corrupción”, y el segundo, que “Génova aprueba las listas de Camps con 9 implicados por corrupción”. Un pequeño desajuste en términos y cifras que no resta ni un ápice de valor a lo conseguido por un Tío Paco generoso y conciliador que, solo por unir a los dos grandes de la prensa española, merece toda clase de halagos y distinciones.
¿Cómo es posible que Rajoy, si realmente quiere ser algún día presidente del Gobierno, apruebe la lista de Camps? ¿Cómo puede alguien en plenitud de facultades mentales votar a un individuo como este?, se preguntará el lector con dos dedos de frente. Por una cuestión de fe. Igual que se puede llegar a besar el brazo incorrupto de Santa Teresa, o adorar el cuerpo momificado de Santa Bernardita de Soubirous, se puede llegar a confiar en Camps y sus amiguitos del alma. Queremos creer. Necesitamos creer. Precisamos superar a Camus, y abandonar su idea de que “el absurdo es nuestra única certeza”. Por eso algunos somos del Atleti. Otros acuden a santeros, curanderos y chamanes. Y los más desesperados votan a Camps.
Los cadáveres, y los políticos no son una excepción, despiertan nuestro morbo, alimentan nuestra curiosidad y hasta nos atraen. El féretro de Juan Pablo II, por ponerle un ejemplo, será sacado de la tumba para que los fieles puedan venerarlo. Aconsejo a los aficionados a estas manifestaciones postreras de afecto que, además de utilizar buenas mascarillas y mejores ambientadores, consigan un patrocinador de nivel que apechugue con gastos de desplazamientos, bocatas y aguas benditas. Sin ir más lejos, la próxima visita del Papa a España está financiada por Iberia, Coca Cola, Endesa, el grupo Mahou (imagino que vía San Miguel), Botín en todas sus manifestaciones (Santander y Fundación) y muchas y sorprendentes empresas más.
Camps, Santa Teresa… Cuerpos corruptos e incorruptos se mezclan alegremente en un post carnal que no estaría completo sin hablar del PSOE andaluz. Y de la sencilla causa de sus males: más de 30 años en el poder. Una cifra demoledora, tanto como los más de cien candidatos implicados en causas judiciales (PP, PSOE, CiU, CC e IU) que concurren en las listas del próximo 22 de mayo.
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P.D.
Las malas noticias son habituales en televisión. Una de las peores es ver a Iñaki Gabilondo en La Noria. Ahí estaba, en una conexión con Ponferrada (León) para promocionar la entrega de los Micrófonos de Oro. Junto a Ana Rosa Quintana y demás profesionales de la comunicación. Gabilondo recibió el micrófono de oro por su trayectoria profesional y charló con Jordi González. “¿Por qué nos pisamos todos tanto la manguera?”, preguntó Jordi. “Se ha encanallado todo un poco, eso es verdad”, respondió Gabilondo. Tras pelotearle como solo él sabe hacerlo, Jordi invitó a Gabilondo a La Noria. “Tengo tantas cosas pendientes, Jordi, tantas cosas… Para empezar tengo pendiente encontrarme con mi mujer, que es una mujer a quien quiero mucho…”, pareció excusarse Gabilondo. “En todo caso, agradezco la invitación y a ver si podemos hacerlo pronto”.