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Gañote

El pasado día 29 de noviembre escribí un post sobre el inicio de la segunda temporada de Boardwalk Empire, la excelente serie norteamericana que emite Canal+. Venía a decir que había tenido que apagar la televisión a los cinco minutos, agobiado por la autopromoción que aparecía en pantalla junto a la serie en cuestión. Apenas unas horas después de colgar el texto en el ciberespacio un mensajero de carne y hueso llamó a mi puerta, con un paquete en forma de botella con el anagrama de Canal+. ¿El señor Pérez de Albéniz? Soy yo, traiga usted para acá eso inmediatamente… El contenido del paquete era una botella de whisky Canadian Club y un folleto promocional de la segunda temporada de Boardwalk Empire.

¡Maldita sea! Había quedado como un desagradecido por apenas unas horas. Y solo unos días antes de las navidades, tiempo de buenas voluntades y jugosos presentes. Quizá ya sea tarde para corregir tan lamentable desatino, pero merece la pena intentarlo: Boardwalk Empire es una serie buenísima, y la verdad es que la autopromoción de Canal+ lejos de molestar, engrandecía la ficción de HBO. Que lo sepan ustedes…

Canadian Club es el whisky de los seguidores de Boardwalk Empire. Y es que durante la época de la prohibición, fueron los propietarios de esta marca  canadiense quienes surtían de alcohol a los baretos de Chicago y Nueva York. Cuentan que Al Capone bebía Canadian Club, y que durante la ley seca se introducían en Estados Unidos más de 20.000 cajas cada mes de esta marca de whisky. Los empresarios estadounidenses pagaban siete dólares por caja en Canadá, y las vendían por 75 dólares en el lado estadounidense (Michigan) de la frontera. Los cocteles más famosos realizados con Canadian Club son el Real McCoy (hielo y soda), el Belle Femme (Dubonnet y cáscara de naranja) y, atención, el inconmensurable The Boss (con vino de jerez, angostura…).

Como actualmente el precio de una botella de Canadian Club no supera los 15 euros, puedo considerarlo un presente discreto, oportuno y aceptable. No influirá en mi trabajo como crítico de televisión, ¿no es cierto? Me lo bebo. Otra cosa es que se hubiese tratado de un Rolex, un iPad 2 o un viaje a Brasil para ver la fórmula 1, ¿verdad?

Les cuento todo esto porque me sorprendió terriblemente una noticia incluida en el diario digital El Confidencial: “Los periodistas viajan de gañote a Brasil el día del indulto a Sáenz”. Afirma que “a la hora en que el Consejo de Ministros deliberaba sobre el célebre indulto (a Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado del Banco Santander), algunos de los coroneles del periodismo patrio embarcaban dirección Sao Paulo para asistir a la última prueba del mundial de Fórmula 1. Ni que decir tiene que quien pagaba la fiesta era el Banco Santander…”.

Estoy seguro de que la noticia es falsa: los periodistas españoles no admiten “gañotes” de más de 15 euros, el precio de una botella de whisky canadiense. En cualquier momento alguien desmentirá esa información, que sugiere complicidad entre los medios y la banca. Espero sentado, puesto que según la filosofía de Canadian Club, “de la paciencia se obtiene la perfección”.

 

Un motivo para NO ver la televisión

Estudiar…

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=mZtspO4kIHs

periodismo en descomposición

“El panorama de la libertad de prensa a día de hoy es desolador”, asegura María Dolores Masana, presidenta de Reporteros Sin Fronteras, al pensar en los nueve periodistas asesinados y 168 encarcelados en 2010. Un drama. Para los que pensamos que no hay crímenes pequeños, las formas de atentar contra la información de calidad, contra el periodismo riguroso, son muy numerosas. ¿Recuerdan cómo informaron algunos medios sobre los atentados del 11-M? Una herida sin cerrar en el costado del periodismo español. No la única…

El diario digital El Confidencial, dirigido por Jesús Cacho,  publicó el pasado sábado un texto firmado por J.C. sobre los premios Ortega y Gasset en el que, tras unas líneas de calentamiento, el autor da un giro a ese enfoque y la emprende a mamporros con José Manuel Romero, uno de los periodistas galardonados. J.C. no se atreve a firmar con su nombre, pero sí a menospreciar el trabajo del subdirector de El País, a burlarse de su físico y a acusarle, entre otras muchas lindezas, de servil, de firmar informaciones de otros y de ser poco respetuoso con “la deontología profesional”. La supuesta información está repleta de incorrecciones, construida sobre falsos entrecomillados y sembrada de opiniones injuriosas. Son unos párrafos tan zafios y groseros que insultan la inteligencia del lector.

Se ha hablado mucho de este artículo en círculos periodísticos, en foros profesionales, en redacciones y pasillos. Se ha dicho que J.C. se ha pasado, y que su artículo es desproporcionado, pero se ha insistido en que hay que diferenciar entre el texto y el medio que lo publica, un diario tan serio y creíble como El Confidencial. Y se acabó.

Sinceramente, pensé que la cosa no quedaría ahí. No creía que la profesión estuviese tan enferma. Esperaba una respuesta de la Asociación de la Prensa, una carta de apoyo de los compañeros del periodista insultado, las disculpas de J.C. e incluso  una avergonzada rectificación de la redacción de El Confidencial. Nada. Pasan los días, todo sigue igual y no dejo de hacerme preguntas: ¿Así de barato resulta mentir e insultar? ¿En cuántas ocasiones más J.C. ha escrito falsedades de este calibre? ¿Cuál es la responsabilidad de un medio de comunicación al publicar un texto claramente injurioso? ¿Algún diario puntero “de papel” publicaría esta pieza?

Dicen que El Confidencial es un medio de comunicación digital de referencia. Que lleva años creciendo sin parar. Y que ha creado un estilo propio en la red. En esto último estoy de acuerdo. Un estilo propio en el que, como podemos ver en este texto, no importan las fuentes, no se contrastan los datos y se venden opiniones como si fueran informaciones. Un medio sin duda con mucho futuro que, sin embargo, genera algunas dudas. En su redacción hay excelentes periodistas, lo se, pero… ¿Es habitual que publique infamias camufladas de noticias?

En el mundo del periodismo es muy difícil conseguir prestigio y muy fácil perderlo. En un país civilizado, el responsable de la sarta de mentiras e insultos publicada en El Confidencial estaría profesionalmente acabado. En el nuestro, se encuentra al frente de un diario digital “de referencia”.

Me avergüenza este periodismo. Tanto como la tibieza de los periodistas a la hora de denunciar los desmanes que tienen lugar en su profesión.

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P.D.

¿Quién dijo que la reunión de Zapatero con Rajoy no había servido para nada? Apenas han transcurrido 24 horas y algunas empresas ya notan los brotes verdes: Telecinco ha duplicado su beneficio hasta marzo respecto a 2009, ganando 58,86 millones de euros, un 101% más que en este periodo del año pasado.

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Un motivo para NO ver la televisión

T-Model Ford.

Cd: The Ladies Man.

James Lewis Carter Ford, más conocido por T-Model Ford, es un bluesman punk. Así, como suena. Un cantante y guitarrista que ama los doce compases, pero que mantiene una actitud irreverente y salvaje que le hace dinamitar la música del Delta. Nació hace 90 años en Forest, Misisipi, y se ha  convertido en una leyenda underground gracias a sus primitivas y potentes grabaciones para el sello Fat Possum. Una nueva demostración de clase y sabiduría. Eso es el nuevo disco de T-Model Ford.

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