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Humor & Gore

“El humor es como el pajarito de la mina, el primero en morir por la censura”. Dario Adanti, mongol.

He vivido un fin de semana televisivo absolutamente gore. Muy interesante, bien es cierto, pero muy sangriento y brutal, cargado de violencia y furia, repleto de imágenes absolutamente estremecedoras. El viernes por la tarde disfruté como un niño con el estreno en National Geographic (Canal +) de uno de esos documentales que invitan a soñar, que devuelven la ilusión por la televisión, que te recuerdan las infinitas posibilidades del electrodoméstico: “Autopsia a un dinosaurio” ofreció 90 minutos de ciencia e imaginación, con el cadáver de un T-Rex en manos de cuatro expertos dispuestos a abrirlo en canal y descubrir sus secretos. La causa de la muerte, detalles de su alimentación (¿cazador o carroñero?), la presencia de proto plumas, la grandeza de su pequeño corazón y sus pulmones hiper eficaces, su edad, su sofisticado sistema de visión… Una auténtica maravilla, con litros de sangre fresca y toneladas de vísceras apestosas. Nadie debería perderse este show palentológico.

Por cierto, el rey de los dinosaurios era reina: la autopsia permite incluso abrir uno de los huevos que llevaba en las entrañas. Una chica de armas tomar, como las protagonistas de las otras escenas gore del fin de semana. Visiblemente desencajadas, Ana Botella y Esperanza Aguirre han dejado imágenes para la posteridad en el momento en que han visto cómo el poder se les escapaba entre los dedos. Son dos fotografías para la historia de la política de medio pelo, de la soberbia y la mamandurria, de la bilis y el mal perder. Auténtico repelús.

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Pero no sería justo acabar el post de hoy sin recordar el nuevo asidero de Esperanza Aguirre y su tropa de desheredados para desprestigiar a la flamante alcaldesa de Madrid: unos tuits de Guillermo Zapata, concejal de Ahora Madrid. Unos tuits desafortunados y estúpidos de 2011 con chistes sobre el Holocausto e Irene Villa. Esta última les ha quitado importancia respondiendo con más humor negro: “Mi chiste favorito es el que me define como la mujer explosiva”. No así Aguirre, que ha puesto en marcha una campaña contra Zapata y su “cómpliceManuela Carmena. “Reitero mi condena al terrorismo de ETA y al antisemitismo y a cualquier otra forma de represión y violencia. Y considero que no es incompatible con el humor negro, siempre y cuando éste sea reconocible como humor”, escribe Zapata tras cerrar su cuenta de Twitter. Y sentencia: “No quiero hacer una política de redes sociales, de hipervelocidad y ansiedad.  La política que he aprendido con Manuela Carmena estos meses es la de la pausa y la escucha y es la que creo que necesitamos ahora todos los madrileños y las madrileñas. Reitero mis disculpas a todas aquellas personas que se hayan podido sentir ofendidas por estos tuits”.

Yo acepto sus razonadas disculpas. Sería un miserable si no lo hiciera, sobre todo viviendo en el país corrupto, mafioso e hipócrita en que vivo. Pero no me gustaría despedirme sin recordar que el humor negro, un humor tan digno y necesario como cualquier otro, solo está al alcance de unos pocos. Cuestión de talento, imagino. Y de subjetividad. No es fácil medir los tiempos y las circunstancias cuando bromeas con temas tan peliagudos como el racismo, el holocausto o el terrorismo. Por eso recomiendo que, en caso de duda, permanezca en silencio, no tuitee, sea prudente y deje el asunto en manos de profesionales.

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Un motivo para NO ver la televisión

Los Texmaniacs

CD: American Groove.

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Los Texmaniacs es la banda creada por Max Baca en 1997. Max toca el bajo sexto, escribe canciones fronterizas y dirige un grupo que suena, como no podía ser de otra manera, a puro tex mex. “El nuevo disco de Los Texmaniacs nos lleva al concepto original del grupo”, ha dicho Baca sobre el álbum que grabó con su sobrino Josh Baca en el acordeón y el batería Lorenzo Martínez. “Un conjunto más progresivo, alternativo. Para que tengas una idea, es una mezcla de Texas Tornados, Los Lonely Boys y Los Lobos. Éste es el disco de los Texmaniacs, el que todos nuestros fans esperaban”.

El trabajo más sólido hasta la fecha de Los Texmaniacs, que cuentan con la ayuda de estrellas del calibre de Alejandro Escovedo, Augie Meyers (Sir Douglas Quintet, Texas Tornados) o David Hidalgo (Los Lobos), entre otros. El gran Steve Berlin, de Los Lobos, se ha encargado de la producción.

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Ante la duda, morcillismo

Los periodistas de raza, aficionados a dar doctrina, tienen un consejo favorito: Ante la duda, periodismo. Hermosas palabras, qué duda cabe. Pero en estos momentos de descrédito profesional, de cierre de medios y de EREs salvajes, de periodismo de chichi nabo, el morcillismo es la alternativa. La solución ante la duda. Me explico…

En la jerga teatral el término “meter una morcilla”, también conocido como “mearse en el guión”, significa intercalar palabras o frases que el autor no incluyó en el libreto pero que a los actores les parece que pueden engrandecer, o salvar, la representación. En periodismo, una morcilla era, hasta ahora, inventarse un texto destinado a completar la información. Eso sí, con la intención de dar lustre a la noticia, o hacerla más interesante, o más completa, o vaya usted a saber que miseria. Mearse en la profesión. En el prestigioso diario El Mundo, tantas veces ejemplo de periodismo riguroso y de calidad, han dado una vuelta de tuerca definitiva a la morcilla.

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“El rey Juan Carlos compra morcillas de Burgos”, titulaba a todo trapo la web del diario de Unidad Editorial el pasado día 7 a las 21:02. La información, acompañada de una gran foto, abría el digital del que presume ser “diario online líder de información en español”. El comienzo de la noticia no tenía desperdicio: “El monarca ha acudido a comer al restaurante del hotel Landa, muy cerca de Burgos. Después, ha pasado por la tienda para comprar estos embutidos”. Gran periodismo. Riguroso. Serio. Comprometido. Con un evidente servicio público. Quizá incluso periodismo de investigación: las morcillas eran de Burgos, cuidado, no de cebolla, no patatera, no blanca de Jaén (sin sangre). De Burgos, atención. Sangre, manteca de cerdo, arroz, pimentón, sal y cebolla.

Ante la duda, morcillismo. A la hora de abrir a lo grande el diario líder en internet en España, digo.

P.D.

Ana Botella anuncia que no será la candidata del PP a la alcaldía de Madrid. Lástima: deja la ciudad como los chorros del oro… La fotografía está tomada a las cinco de la tarde de ayer en la entrada al aparcamiento público de la plaza de las Descalzas, en pleno centro de Madrid.

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El tertuliano que quiere ser alcalde

“Si Pablo Iglesias ha podido, nosotros también podemos”, deben pensar en el PSOE, en un intento por repetir la gran jugada mediática de los últimos tiempos. Una jugada que consiste en utilizar la televisión como trampolín. En este caso, coger a un tipo más conocido por tertuliano que por su verdadero trabajo (diputado de la Asamblea de Madrid y responsable de Economía del Partido Socialista de Madrid), y proponerle como candidato a la alcaldía de la capital. El afortunado aspirante se llama Antonio Miguel Carmona. Seguro que le han visto en charlas televisivas de diferentes pelajes: allí donde se enciende la luz roja de una cámara está Carmona, poco importa que sea un plató de Telemadrid (“Madrid opina”), de Telecinco (“El programa de Ana Rosa”), de TVE (“59 segundos”), Veo 7, Intereconomía o más recientemente en La Sexta, en todos sus formatos. El caso es estar ahí, en la tele, dando doctrinilla. Con tan enorme protagonismo televisivo, ¿de dónde habrá sacado tiempo este hombre para ejercer de diputado? Misterios de la política de alto nivel.

Carmona se enfrentará a Ana Botella, si el PP no le hace un pase negro a la actual alcaldesa. El duelo promete un nivel intelectual elevadísimo. Y es que en este nuevo PSOE, como se puede ver renovado de arriba a abajo, todo es posible. Desde un secretario general que destaca más por sus rasgos físicos que por su discurso hueco, hasta un alcaldable con aspecto de decadente actor de culebrones (no se pierda esos pelillos díscolos en la colleja, esa mirada seductora de galán viejuno) adicto a la demagogia televisiva. El viejo PSOE, el del feo Rubalcaba y el tertuliano Carmona, ha muerto. ¡Viva el nuevo PSOE, el del guapo Sánchez y el tertuliano Carmona!

La televisión es mágica. Pero no tanto como para convertir a un vulgar parlanchín en un candidato ilusionante. Un candidato que ha reconocido que ha “metido gente en los medios de comunicación” y que su discurso en plató está “teledirigido”. Un candidato que utiliza con alegría la coletilla favorita de los tertulianos profesionales: “Es la verdad, lo diga Agamenon o su porquero”. Un candidato que apesta a casta.

La tele es un gran trampolín, qué duda cabe. Pero para funcionar de verdad necesita algo de chicha. Ya sabe, un discurso fresco, novedoso, creíble. No las mismas canciones y las mismas caras desiempre. ¿Este es el nuevo PSOE? ¿El del cambio generacional, nuevas ideas y nuevas personas? Pues tiene buena pinta.

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P.D.

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Diferencias premium

Si usted es un ciudadano que vive en un barrio cutre, de esos abandonados a su suerte por el Ayuntamiento, con el asfalto levantado, la basura rebosando los contenedores, las aceras sembradas de mierda de perro, pobres durmiendo en los portales, putas en las esquinas y camellos vendiendo droga en la puerta de los colegios, no tiene por qué preocuparse. El Gobierno de España se ha propuesto cambiar el modelo de gestión de los  distritos de nuestras ciudades. De algunos distritos. Si todo sale como está previsto, y el Partido Popular consigue que en determinados barrios organizaciones privadas compartan la gestión de los mismos con la Administración, esas zonas se convertirán en exclusivas, y usted podrá visitarlas. Sin pasaporte ni nada. Para dejarse las perras, claro.

Es decir, que usted podrá abandonar por unas horas su Vallecas o su Rabal y, cogiendo el metro o el autobús, acercarse a, por ponerle un ejemplo, Juan Bravo o a Pedralbes, los barrios elegidos para la gloria, y disfrutar durante unas horas de sus calles limpias, sus papeleras impolutas, sus agentes de seguridad privados, sus escaparates resplandecientes, etc. En ese agradable ambiente podrá tomarse un capuchino en una terraza inmaculada, si es que puede pagar los cinco euros que intentarán cobrarle, o visitar las tiendas más cool que pueda imaginar. Si ahorra, igual un día no muy lejano incluso puede comprarse un bolso o unos zapatos en tan chulos comercios. Pero recuerde que antes de que anochezca deberá abandonar ese paraíso y, como una Cenicienta urbana, tomar el metro y regresar a su miserable barrio: recuerde que al caer el sol las posibilidades de que le atraquen al entrar en su portal se multiplican por cien.

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Todos los españoles somos iguales, es evidente, pero los que vivan en barrios premium, más. Porque tendrán más seguridad, más limpieza, más y mejores servicios. Lo que les convierte en ciudadanos premium. La gestión privada de determinados barrios, para mejorar su aspecto y su funcionamiento, es la guinda a la lectura que hace el Gobierno de Mariano Rajoy de una Constitución que niega las diferencias entre ciudadanos por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Ceder la gestión de los barrios a entidades privadas es la democracia en estado puro, la libertad llevada al extremo, la igualdad como forma de entender la convivencia. Premium.

P.D.

¿Funcionará BiciMAD, el servicio público de bicicletas de Madrid? Ana Botella lo inauguró a bombo y platillo, con paseito para la prensa incluido, pero “un problema informático” ha chafado el primer día de servicio. Quizá solo funcione en los barrios premium

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Un motivo para NO ver la televisión

Chema Conesa

Exposición fotográfica “Retratos de papel”.

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Como reportero, he tenido la suerte de viajar en muchas ocasiones con Chema Conesa, un fotógrafo de otro tiempo. De cuando el periodismo era texto y fotografía, días en los que se contaba lo que se veía, y se veía lo que tenías delante de los ojos. Con Chema he ido desde Laponia hasta la Patagonia, desde Coruña hasta Sudáfrica. Juntos hemos cruzando las dunas de Doñana y recorrido 11.000 kilómetros de pistas africanas, desde el Cabo de Buena Esperanza hasta los Grandes Lagos. Con Chema crecí como periodista y como persona, y vi agonizar los buenos tiempos, aquellos en los que escribías desde el lugar donde pasaban las cosas. Hemos viajado mucho pero, el tiempo que estábamos en casa, Chema lo aprovechaba para hacer retratos, para poner luz y color a entrevistas publicadas en El País y El Mundo. Con estos “Retratos de papel” Chema ha montado una exposición absolutamente imprescindible, más de cien imágenes, que se puede visitar hasta el próximo 27 de julio en la madrileña sala Alcalá 31 (Calle Alcalá 31). Que se debe visitar. Porque en las paredes de ese emblemático edificio están algunos de los mejores retratos de la fotografía española.

En copias formidables, en formatos diferentes pero siempre impresionantes, Chema ofrece su visión de la sociedad española de los últimos 40 años. Deportistas y escritores, científicos y empresarios, políticos y ciudadanos de la calle. Los protagonistas de unos años decisivos, los nuestros, capturados con un estilo personal e inconfundible que, con enorme profundidad y fuerza, escarba en el interior de los personajes. Y es que Chema tiene un don: ilumina la humanidad de la gente, retiene esa luz y la convierte en metáfora gráfica. Observe detenidamente la fotografía de Miguel Delibes, portada del magnífico catálogo, y verá cómo tras la niebla se esconden todos los protagonistas de la obra del escritor vallisoletano. Desde Daniel el Mochuelo a esa codorniz que apeona con la ligereza de una bola de billar. Cada foto es un resumen, de triunfadores y de seres averiados, de momentos de gloria y de decrepitud física, de vidas que se acumulan en la piel y quedan para siempre en un negativo. Imprescindible, insisto. Delibes.-Valladolid-1993 C-J-Cela.-Palma-de-Mallorca-1987 Ketama.-Madrid-1997