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Periodismo de guarra

Los periodistas son los ojos de las guerras. Sin ellos tendríamos una visión deformada de los conflictos bélicos, desconoceríamos el rostro de las víctimas, aumentaría la distancia entre nosotros y la realidad más cruel. Son profesionales imprescindibles, pero escasos: el periodismo de guerra es caro, peligroso y exige un nivel alto de preparación. Por eso es mucho mayor el número de periodistas que opta por otra especialización, el corazón, convirtiéndose de esta manera en periodistas de guarras. Ya saben, todas esas mujerzuelas que pululan por los platós de televisión en busca de una exclusiva, diez minutos de gloria y un talón con más de tres ceros.

Temprano legion

La unión de ambas tendencias periodísticas, el periodismo de guerra y el periodismo de guarra, géneros aparentemente antagónicos, es posible. De hecho ya hay un pionero: Miguel Temprano (en el centro en la foto), al que a partir de ahora llamaremos “el periodista total”. Porque Temprano es un periodista del corazón que, en los huecos que le dejan Sonia Monroy o Belén Esteban, hace sus pinitos como corresponsal de guerra. En “Espejo público” (Antena 3) se lo consienten.

Temprano no es nuevo en esto del periodismo de riesgo. Ustedes seguramente le conocerán por el vídeo que grabó de la modelo brasileña Daniela Cicarelli haciendo el amor con su novio en la playa de Tarifa. Un gran trabajo. O por sus fotos de famosetes y famosetas en situaciones comprometidas. No olviden que fue paparazzi antes que corresponsal de guerra: una vez se disfrazó de payaso para pillar a Paquirrín cuando salía del colegio. ¡Qué valor! También es conocido en círculos tertulianos porque confunde los esteroides con los asteroides. Lo que tal vez ustedes no sabían es que Temprano, además de reportero de guerras y guarras, es legionario de honor. Ahora ya lo saben. “Dios, patria y familia”, dice.

Así las cosas, Susanna Griso dio paso al periodista total, (Temprano, recuerden) puesto que había realizado un reportaje precisamente con la Legión. Nuestro hombre asiste a unas simples maniobras, pero el telespectador podría llegar a creer que se encuentra en el desembarco de Normandía: cámara de infrarrojos, estruendo, pólvora, soldados con ropa de camuflaje arrastrándose por el suelo entre explosiones y supuesta metralla. Acostumbrado al “Diez Minutos”, el periodista total no puede evitar convertirse en protagonista: vestido de militar, con casco y todo, habla desde una trinchera, sin resuello, como si estuviera siendo bombardeado con fuego real. ¡No estuvo tan cerca de la muerte desde que concursó en “La isla de los famosos”!

“Cero bajas, limpiada la posición… el enemigo ha sido reducido”, dice con tono melodramático uno de los lejías. “Yo estoy reventao”, jadea el periodista total. Lamentablemente la segunda parte de su trabajo, el protocolo de la unidad de zapadores ante un atentado con artefactos explosivos, con Temprano ya sin casco y con un chaleco del Coronel Tapioca la mar de aventurero, no pudo emitirse. Griso tenía al otro lado del teléfono al patrón del Alakrana. Y ya saben que si en tu programa no tienes en directo al patrón del Alakrana, no eres nadie. El periodista total acepta de buen grado el corte. “Nos hemos quedado con el vídeo a la mitad, pero bueno”, asegura, consciente de que el telespectador no se pierde absolutamente nada.

 

El dato

Soldados aliados muertos a día de hoy en la guerra de Afganistán: 916 estadounidenses; 231 británicos; 133 canadienses; 36 franceses; 34 alemanes; 28 daneses; 26 españoles…

 

Un motivo para No ver la televisión

Un premio merecido: el Nacional de Fotografía concedido a Gervasio Sánchez, modelo de reportero independiente, comprometido, valiente, sin atajos, libre. Desde El Descodificador, un fuerte abrazo para este maestro de la fotografía y el periodismo. Una referencia en estos tiempos duros para la información. Esta magnífica pieza es la última que publicó en Soitu. En la imagen, Waiss el Rahman acunado por su madre en Kabul, en agosto de 1996.

Foto Gervasio