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Un problema ético

En TVE, la televisión pública española, tienen un problema ético. ¿Se avergüenzan de los telediarios más tendenciosos, manipuladores y cutres de la historia? No, no, ni mucho menos. ¿Quizá de la caída de la audiencia? Tampoco. ¿Tal vez del fracaso del concepto televisión pública? Ni hablar. El problema ético, del cual alerta el Ministerio de Hacienda a la dirección de RTVE, tiene como responsables a los protagonistas de “Cuéntame”, acusados por la Fiscalía Anticorrupción de haber defraudado tres millones de euros sólo en los años no prescritos.

Por fin alguien habla claro: el problema de la televisión pública española son Imanol Arias y Ana Duato. ¿Cómo no nos habíamos dado cuenta antes? TVE es una televisión hundida, sin audiencia, sin solvencia económica, sin credibilidad informativa. Es un órgano de propaganda del Gobierno, una máquina de devorar periodistas, un agujero en la economía del país. Y toda la culpa la tienen, ya se lo habrá usted imaginado, Arias y Duato y su problema ético.

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El Ministerio de Hacienda hace bien advirtiendo a TVE de este desastre. Y TVE debería tomar nota, y solucionar el problema cuanto antes. Cierren “Cuéntame”, nido de defraudadores, y recuperen a Bertín Osborne para un programa sobre ética. Podría hacerlo con Arévalo, pero yo veo que haría mejor pareja con otro hombre de la casa: Sánchez Dragó.

Por ese monte arriba va una cabra ética, perlética, perleticuda, mochicalva y hocicuda, que tenía unos hijitos éticos, perléticos, perleticudos, mochicalvos y hocicudos…

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Un motivo para NO ver la televisión

Así es la biología.

Autor: Ernst Mayr.

Editorial: Debate.

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Divulgación científica. Eso es lo que pretende este libro. Y eso es exactamente lo que consigue: contar de manera rigurosa, pero comprensible y amena, los conceptos fundamentales de la biología moderna. Desde la biodiversidad a la evolución pasando por la ecología, el papel humano en la vida, la ética o la estructura de las ciencias. La respuesta a la gran pregunta: ¿Cuál es el sentido de la vida?

“En los tiempos de Descartes y de la revolución científica, los animales (junto con las montañas, ríos y árboles) habían perdido ya su derecho a poseer alma. Pero la división dualista entre cuerpo y alma en los seres humanos seguía gozando de una aceptación casi universal, y todavía hay mucha gente que cree en ella. Para los dualistas, la muerte era un problema especialmente desconcertante. ¿Por qué tendría el alma que morir de repente o abandonar el cuerpo? Si el alma se separaba del cuerpo, ¿iba a alguna parte, ya fuera el cielo o el nirvana? Hasta que Charles Darwin no desarrolló su teoría de la evolución por selección natural, no fue posible una explicación científica y racional de la muerte”.

Ernst Mayr fue el más grande de los biólogos evolutivos del siglo XX. Yo conocía algunos de sus textos sobre aves, fue un apasionado de la ornitología, y su clásico sobre la evolución “Una larga controversia: Darwin y el darwinismo”, editado hace más de quince años por Crítica. Mayr, hombre que defendía que la biología se fundamenta más en conceptos que en leyes, murió con cien años, tras una larga carrera en la que definió el concepto especie. Escribió cientos de artículos y decenas de libros. “Así es la biología” es uno de los mejores.

“Darwin nunca discutió realmente el origen de las especies en su obra Sobre el Origen de las Especies”.

En esta reedición de “Así es la biología”, tapa dura y bonita portada, Mayr se pregunta en cada página cuál es el sentido de la vida. Y responde analizando qué es la ciencia y cómo ésta explica el mundo natural. El resultado es una teoría ambiciosa, síntesis evolucionista moderna, que requiere una lectura atenta y, si no grandes conocimientos científicos, si verdadera pasión por las herramientas que construyen el mundo cada segundo. Muy recomendable para todos los interesandos en nuestros origenes biológicos, y en cómo influyen en los dilemas morales y políticos actuales. Sin fotos, no apto para seguidores de Frank de la Jungla.

Más de lo mismo

Noche caliente para la ficción española con el estreno, a la misma hora y en las dos grandes cadenas privadas, de dos nuevas series: “Velvet” (Antena 3) y “B&B” (Telecinco). Podría decir que los posos de crítico de televisión que aún conservo se pusieron de inmediato en ebullición, ante semejante enfrentamiento en la cumbre de la cadena trófica audiovisual, pero mentiría: hace falta algo más que versiones de “Tiempo entre costuras” y “Periodistas”, vendidas eso sí como grandes novedades, para despertar el interés de quien piensa que la ficción española comercial ya ha dado de sí todo lo que podía dar. Se trata de una industria que, visto lo visto anoche, se limita a sobrevivir, a rentabilizar prestigios pasados, a repetirse.

Son las diez y media pasadas, y tengo el mando de la tele en la mano, un ojo en Antena 3 y otro en Telecinco. Esto no es vida. Las cadenas, que mantienen criterios y estrategias difíciles de comprender, no respetan a nadie. Y al telespectador, menos: al colocar estos dos nuevos productos en la noche del lunes, desplazan a “La que se avecina” y “El corazón del océano”. ¿Y los seguidores de estos dos programas? Que se jodan…

velvet

Decía que esto no es vida. Y lo es aún menos cuando aparece Miguel Ángel Silvestre como protagonista de “Velvet”, según Antena 3 “un drama romántico con un elenco de matrícula de honor”. Una nueva serie nostálgica, con ese tono neblinoso, como de purgatorio, con que pretenden crear ambiente vintage. Lo dicho: más de lo mismo.

“B&B” es, aseguran en Telecinco, “una comedia de enredo y sentimientos para todos los públicos ambientada en la redacción de una revista de actualidad y tendencias”. ¿Le suena eso de “revista de actualidad y tendencias”? Sí, hombre, como Vanity pero en más cutre, más popular, más cerca del “Diez Minutos”. La eterna historia de una redacción, de cartón piedra, con sus líos, sus miserias y sus amoríos, para consumo masivo de familias sin excesivo criterio.

B&B

El mando echa chispas, tengo que reconocerlo. Pero no por “Velvet” y “B&B”, qué va. Es lo mismo que hemos visto mil y una veces. Más lujo el primero, más populachero el segundo. El mando está más caliente que el asfalto de Georgia porque, a la misma hora en que las dos cadenas líderes han programado sus nuevas series, el Málaga y la Real Sociedad están jugando en Cuatro, partidazo, y en La Dos (TVE) ponen una gran película: “Animal kingdom”. Elijo una de las dos últimas opciones y arranco las pilas del mando.

P.D.

¿Quiere leer usted una noticia realmente interesante sobre la ficción española? Aquí la tiene: “TVE exigió a la productora de ‘Cuéntame’ cambiar los guiones para no ensalzar la victoria de Felipe González en el 82”.

 

Un motivo para NO ver la televisión

El árbol del ahorcado.

Autor: Dorothy M. Johnson.

Editorial: Valdemar / Frontera.

El arbol

Hace ya un par de años comentábamos en esta sección “Indian Contry”, un libro de la misma autora que el que presentamos hoy lanzado por la misma editorial. Era el título que inauguraba la colección Frontera, dedicada por entero a la narrativa western. Pues ahora retoman a la autora de aquellas vibrantes narraciones, la gran Dorothy M. Johnson, para ofrecer una nueva colección, en este caso de diez historias sin desperdicio alguno.

Una edición como siempre impecable, y una gran traducción, para relatos editados en la década de los cincuenta en revistas como Saturday Evening Post, Argosy, Collier’s o Cosmopolitan. Relatos que mantienen la temática habitual en los textos de Dorothy M. Johnson, pero relegando a los indios a un segundo plano. Aquí están todos los habitantes humanos del salvaje Oeste, desde los buscadores de oro a los tramperos, desde los predicadores de pacotilla a los tahúres de saloon.

“Y otros relatos de la frontera”, reza el subtítulo de este libro intenso, vibrante, maravilloso, en el que destaca el relato que le da nombre. Imprescindible.

Un mundo raro

Vivimos en un mundo raro. No aquel sembrado de mentiras al que cantaba el gran Enrique Urquijo, (“no sé del dolor / triunfé en el amor / y nunca he llorado”). Sino ese otro de carne y hueso en el que las bellotas son más caras (6,90 euros el kilo en la Boquería, Barcelona) que los langostinos medianos (5,90 euros el kilo en Carrefour, Talavera de la Reina). Un mundo raro en el que el informativo del mediodía de Antena 3 se abre con el robo en la vivienda del empresario y ventrílocuo José Luis Moreno. ¿Es ésta una noticia para abrir un informativo nacional? Sólo el hecho de que aún no se haya descartado que los ladrones hayan sido los actores que, sin contrato, trabajaron para su productora, puede hacer dudar a un periodista de raza.

moreno1.jpgEn este mundo raro, el reportaje de Antena 3 sobre el robo en la casa de Moreno tiraba la casa por la ventana: “La vivienda estaba repleta de obras de arte y objetos de valor” ¡Coño, como las tumbas de los faraones! Y es que “repleto”, según el Diccionario de Uso del Español Actual (SM), prologado por García Márquez, significa: “muy lleno, o lleno por completo”. Ni Roca, con sus Mirós en el retrete, superaba este lujo y esplendor.

Las imágenes eran más austeras, y curiosamente mostraban al gran Moreno con el presentador del Tomate (programa de otra cadena, Telecinco), ese individuo que dice que le odiamos por ser homosexual. ¿Es normal que Antena 3 elija a esa extraña pareja para ilustrar la noticia? ¿Casualidad? ¿Mala baba? No sigo. Sé que dedicándole una sola línea al tal Jorge Javier Vázquez estoy engordando al monstruo, entendiendo este adjetivo como metáfora, nunca como descripción física o profesional.

En este mundo raro el telespectador puede esperarse cualquier cosa. Como ver en una cadena el velatorio de Franco (“Cuéntame”, TVE1) exactamente al mismo tiempo que otra celebra la onomástica del rey Juan Carlos (“El rey cumple 70 años”, Antena 3). No les voy a decir nada de “Cuéntame” que ustedes no sepan. Y no voy a decirles nada de “El rey cumple 70 años” que ustedes necesiten saber: un documental a la antigua, con voz en off y comentarios en la onda de Pilar Urbano. Un mundo raro éste, en el que las monarquías sobreviven en pleno siglo XXI. Las diferencias con las repúblicas son mentales, intrínsecas y si me apuran hasta estéticas. Observen: mientras Sarckozy entra en Carla Bruni, la infanta Elena sale de Marichalar. Un mundo raro de cojones.

Televidentes: Franco… ha palmao

¡Vaya nochecita les dieron ayer a los líderes del PP! Una serie de televisión hizo que en muchos hogares del Partido Popular se bordease la deshidratación lacrimal, se disparase el consumo de klínex y los ánimos se derrumbasen. Y es que en “Cuéntame” (TVE1) se vivieron las últimas horas de la vida de Franco. Como lo oyen. Me temo que muchos seguidores de Rajoy se han enterado por los Alcántara del luctuoso acontecimiento. A otros les ha venido bien para refrescar la memoria: lo habían olvidado. Algunos incluso creían que el sátrapa se había reencarnado en un antiguo presidente del partido. ¡Qué mal rato tuvo que pasar delante del televisor el pobre Mayor Oreja al comprender que esa etapa “de extraordinaria placidez”, vivida “por muchas familias con naturalidad y tranquilidad”, ya era historia. ¡Carne de folletín televisivo!

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“Cuéntame” cumplió ayer más que nunca un papel pedagógico de incalculable valor, al recordar a todos los telespectadores el final de uno de los capítulos más siniestros de nuestro pasado. Acebes, que reinterpretó las palabras de Oreja y se negó a condenar el franquismo, seguro que se vino abajo. Pero al resto nos mereció la pena. A mí, sin ir más lejos, me pareció un capítulo interesante, quizá algo largo, pero con momentos incluso divertidos. Los Alcántara sueñan, en la cama y en blanco y negro, cómo serán sus vidas sin Franco. Y tienen gracia hasta los montajes de imágenes, con juramento incluido delante de un joven y franquista Juan Carlos. Y el documental de pingüinos que emitiría la tele cuando se produjese el óbito. Hasta resultó entrañable el homenaje final, en los créditos, a un Fernán Gómez que interpretó al perfecto maestro.

Al final me despisté y no sé si Franco murió anoche o aguanta una semana más. Franco tardó en morir en la vida real, y en la ficción tampoco podemos decir que se haya dado mucha prisa: ha necesitado 151 capítulos de esta serie nostálgica para dar las últimas bocanadas. Pero… ¿realmente Franco ha muerto? Después de “Cuéntame” veo en un informativo las imágenes del desalojo del centro social “Casas Viejas”, en Sevilla. Unos “grises” tirando a negros dan estopa como en los viejos tiempos, esos que tanto gustaban a Oreja y Acebes. Porrazos a diestro y siniestro en plena calle, eligiendo sus víctimas en función del aspecto: el viejo con la barra de pan se salva, el joven con pañuelo palestino se lleva dos hostias. Les juro que la única diferencia que notaba con la serie era la ropa, los coches y el color de los uniformes…