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Catequesis

Estoy en la Escuela Municipal de Música Eusebio Rubalcaba de Talavera de la Reina (Toledo), rellenando la solicitud para ver si mi hija obtiene una plaza para el próximo curso. Como todos los años. Seguramente pierdo el tiempo: La escuela está saturada, y jamás hemos conseguido plaza. Pero volvemos a intentarlo. Al rellenar la solicitud me encuentro con una sorpresa: en la sección “datos académicos” piden la asignatura en que desea inscribirse (piano) y que se especifique “la hora de salida del centro de estudios o del trabajo, o si tiene catequesis indique día y hora”.

¿Si tiene catequesis? ¿Mi hija? Por supuesto que no. Pero tiene inglés y voleibol, y podría tener artes marciales, punto de cruz, teatro, diseño gráfico o física cuántica. Cualquier cosa menos catequesis. Quizá esté confundido…

Fano

Castilla-La Mancha funciona movida por la fe. En dios y en Cospedal: el PP ha ganado las elecciones europeas en esta comunidad al obtener el 37,76% de los votos, mientras que el PSOE, que ha quedado en segundo lugar, ha obtenido el 28,78%. Y los populares de Cospedal han ganado las elecciones pese a que la comunidad que presiden se ha convertido en el culo del país: La mayor tasa de riesgo de pobreza de España, un 32,1% de la población, corresponde a Castilla-La Mancha.

El espeluznante dato ha sido suministrado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), mediante una Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) que advierte que la población en riesgo de pobreza en España ha vuelto a aumentar hasta alcanzar el 27,3%. Y eso que “el descenso del nivel de ingresos general ha sido tal que cuesta más ser considerado una persona en riesgo de pobreza”. Actualmente, el 16,9% de los hogares españoles llega a fin de mes con “mucha dificultad”, un porcentaje que ha crecido en 3,4 puntos. Y un 41% no tiene capacidad para afrontar los gastos imprevistos. Casi la mitad de los hogares (45,8%) no puede ir de vacaciones ni una semana al año, y el 9,3% tiene retrasos en los pagos relacionados con su vivienda (hipoteca o alquiler, recibos de gas, electricidad, comunidad…).

Por otro lado, gracias a Intermón Oxfam, ayer supimos que con el actual sistema fiscal, las familias aportan casi 50 veces más a las arcas públicas que las grandes empresas. Según el informe sobre el sistema tributario español denominado “Tanto tienes, ¿tanto ganas? Fiscalidad justa para una sociedad más equitativa“, las familias aportan alrededor del 90% de la recaudación y las empresas el resto, el 10%, y de ese porcentaje menos del 2% corresponde a las grandes compañías.

Afortunadamente, el Fondo Monetario Internacional ha tomado medidas: recomienda al Gobierno de España que aumente el IVA y que suba los impuestos indirectos, como el alcohol y el tabaco. También sugiere que se reduzca el tipo que pagan las empresas, es decir, que se les facilite la reestructuración de su deuda y la bajada de los salarios.

¿No está usted de acuerdo? Pues ya sabe, a catequesis…

 

Un motivo para NO ver la televisión

Muck and the Mires.

Cd: Dial M for Muck.

DialMLarge

Hoy, un poco de rock and roll primitivo y salvaje. Garaje y power pop. Guitarras rugiendo, melodías sencillas y voces  vintage. El cuarteto de Boston ha grabado un sexto disco formidable, producido por el gran Kim Fowley y Jim Diamon, de los White Stripes.

Poco más que decir de este álbum, con once canciones trepidantes. Espíritu revival y una crítica formidable de ese apasionado defensor del rock primitivo que es Miami Steve Van Zandt: Muck and the Mires son la mejor banda de garage de la tierra. Poco más que decir…

A garrotazos

El economista que acude a televisión para hablar de la crisis energética pone un ejemplo de la gravedad de la situación y de cómo afecta a los menos pudientes: vuelven a utilizarse braseros. “Mi abuela murió en el incendio provocado por un brasero”, se sincera el buen hombre tras explicar que algunas familias españolas, al no poder pagar la factura de la luz o el gas, están recuperando este viejo sistema de calefacción. Ya sabe, una especie de gran sartén metálica que se llena de brasas y se coloca entre las patas de la mesa camilla.

El resto de tertulianos pone cara de asombro. ¿El brasero? ¡Pardiez, qué viejunada, qué artefacto antediluviano, qué trasto! No se puede ser menos cool. En estos tiempos de Apple y deconstrucción gastronómica, el retorno del brasero aparece en televisión como una anécdota increíblemente casposa. Quienes pensaban que tras saquear los contenedores para buscar comida caducada no se podía caer más bajo, ahora se encuentran con la vuelta de los braseros. ¿Hasta dónde vamos a llegar?

No se asombren ustedes tanto.

Hace solo unas horas, un anciano de 78 años ha matado a otro de 92 en una residencia situada muy cerca de mi casa. A garrotazos. La residencia se encuentra en un lugar privilegiado de Toledo, en pleno valle del Tiétar, a solo unos metros del río y de la provincia de Ávila, entre encinas, fresnos y grullas. Una naturaleza espléndida rodea una residencia un tanto… anticuada, tal y como se puede ver en la fotografía publicada ayer por El País. Cuando pasé por la puerta, poco después del altercado, una unidad móvil de televisión hacía guardia.

Le cuento este macabro acontecimiento porque me temo que vivimos en dos Españas bien diferentes: la que piensa que el brasero ha regresado y la que sabe que el brasero nunca se ha marchado. Puede  entenderlo usted por las buenas, o a garrotazos. Los tertulianos que se sorprenden con el retorno del vetusto sistema de calefacción deberían salir de los estudios de las grandes cadenas, abandonar Madrid y sus servicios premium, y visitar los pueblos. Los de Castilla La Mancha y los de otras provincias de segunda.

Lejos de la capital, pero no tanto, el brasero sigue siendo necesidad y tradición. Como el garrotazo. Pueblos sin agua potable, sin actividad cultural, sin alternativas laborales al ladrillo, sin proyectos para la juventud, con el campo abandonado, con los vecinos huyendo. No se confunda, no se equivoque: la España negra existe. Como el brasero, como el garrotazo, nunca se fue.

 

Un motivo para NO ver la televisión

La promoción del 49

Autor: Don Carpenter.

Editorial: Gallo Nero.

Conocíamos al californiano Don Carpenter gracias a la maravillosa “Dura la lluvia que cae”, editada hace un par de años por Duomo y reseñado puntualmente en esta sección. Pelecanos decía que se trataba de su obra maestra, y seguramente tenía razón. Pero cuidado, “La promoción del 49” no se queda atrás.

“Dura la lluvia que cae” era “una historia de amor a los viejos billares y de desencanto por una frase nunca pronunciada. También habla de las costuras invisibles de la generación beat, de la soledad del recluso, de la homosexualidad en San Quintín y de un intento de redención”. “La promoción del 49” es la precisa y emocionante descripción de un grupo de compañeros de instituto en Portland, una ciudad decadente que ha vivido tiempos mejores. Los protagonistas de esta sucesión de historias cortas, algo parecido a perfiles, estudian poco, beben mucho, se pelean y practican sexo cutre, pierden dientes y ganan kilos, abandonan la inocencia en los callejones y sueñan con una juventud eterna. Están condenados al fracaso y, por si no se dan cuenta, ahí está la guerra para recordarles que sus engominados tupés tienen fecha de caducidad.

Breve, intensa, brillante, “La promoción del 49” tiene la frescura de una canción de Chuck Berry.

La picadora de Cospedal

Ignacio Villa, tertuliano ultra reconvertido por María Dolores de Cospedal en su mamporrero de cabecera (director de la televisión autonómica de Castilla La Mancha), está cabreado como una mona. Y con razón: se le acusa de macabro, sádico y amarillista por, en el informativo de la noche (20:00), ilustrar con imágenes de una picadora de carne en plena faena una noticia sobre el asesinato de una mujer a manos de su pareja en Cifuentes (Guadalajara). “Mándenme si quieren un sicario a mi casa esta noche a que me de una paliza, pero no me acusen de lo que no he hecho: la información sobre el crimen machista de Cifuentes fue impecable”, dijo Villa, me temo que un tanto obsesionado con la carne triturada, cuando el PSOE castellano manchego pidió su dimisión.

La picadora es el electrodoméstico favorito del poder, muy por delante de la postmoderna Thermomix e incluso de la tradicional embuchadora. De chorizos. En el despacho de todo político depredador tiene que haber una picadora, y el de Cospedal, una de esas mujeres que procura no dejar rastros, no iba a ser una excepción. Picadoras de recibís comprometedores, de dobles contabilidades, de sobres, de facturas falsas, de indemnizaciones en diferido, de concesiones irregulares, de donaciones chungas, de apropiaciones indebidas y falsedades documentales, de asesorías inexistentes, de documentaciones comprometedoras, de finiquitos fraccionados… La nueva versión charcutera de la vieja trituradora de papel supone, tengo que reconocerlo, toda una sorpresa.

Violencia de genero y casquería. Más allá del periodismo sucio, el periodismo artístico. Ilustrar con imágenes de una picadora de carne, de cuchillos y de otros instrumentos usados en carnicería, una información sobre una caso de violencia doméstica solo se puede entender como la última boutade de una provocadora estrella de Arco. Una performance de mal gusto repleta de metáforas gorrinas, en la que el morcillo picado quizá represente un intento por acceder a un nivel primordial de conciencia, la búsqueda del ser. ¿Por qué hay ser y no más bien nada, cuando lo cierto es que el planeta tiene forma de albondiguilla? Se pregunta el artista revisitando a Heidegger.

La bella y la bestia. Cospedal y Villa han formado uno de esos matrimonios de conveniencia que marcan una época en la historia de los medios de comunicación. La política sin escrúpulos que paga con un hueso revenido los servicios prestados. Y el periodista sumiso que, tras años defendiendo de manera vehemente a su ama, recibe el premio de consolación, la caricia en el lomo. Así funciona la política, así funciona el periodismo.

 P.D.

No se pierda usted al palmero…

 

Un motivo para NO ver la televisión

Pasaje de las sombras.

Autor: Arnaldur Indridason.

Editorial: RBA.

El pasado y el presente se cruzan, de manera ordenada y cabal, en la última novela del escritor islandés Arnaldur Indridason, ganadora del VII Premio RBA de Novela Negra. El pasado y el presente con sus respectivos crímenes, íntimamente relacionados entre sí en una trama perfecta, que encandilará incluso al lector no demasiado aficionado a los saltos en el tiempo, a los policías pusilánimes o al misterio que llega del frío.

“Pasaje de las sombras” es el último ejemplo de novela negra nórdica, trabajo impecable de un Indridason meticuloso capaz de enredar al lector sin proponerle grandes emociones. En estas páginas no encontrará usted pistolas humeantes, matones violentos, detectives fascinantes o hermosas mujeres de dos caras. Ni siquiera los cadáveres presentan marcas sospechosas. La normalidad sería la seña de identidad de este libro si no fuera por algunos  pequeños detalles… Una pareja de policías encuentra el cuerpo sin vida de un anciano sobre su cama. La autopsia confirma que fue asfixiado. Durante el registro de la vivienda encuentran recortes de prensa sobre otro crimen, cometido en 1944, en el que el cuerpo de una joven estrangulada apareció en la parte trasera del teatro Nacional de Reikiavik. Dos parejas de detectives se ponen en marcha, unos ahora y otros entonces.

Con estos mimbres, y con esos endiablados nombres islandeses, se podía construir una trama realmente compleja. Nada más lejos de la realidad. Indridason apuesta por la sencillez, por una buena historia bien contada, y consigue que leer “Pasaje de sombras” sea todo un placer.

Tradición y desarrollo

María Dolores de Cospedal, nueva presidenta de Castilla-La Mancha, ha presentado un duro plan de ahorro que, dice, será “un ejemplo para España”. Cospedal piensa reducir para 2012 los Presupuestos Generales de la región en cerca del 20% sin realizar, atención, “recortes sociales”. ¿Cómo? Con medidas tales como ahorrar 400 millones de euros en centros sanitarios, eliminar 32 de los 33 centros de formación de profesorado que existen en la región o suprimir la figura del Defensor del Pueblo. Bien hecho. Castilla-La Mancha es una comunidad que se encuentra en primera línea mundial en sectores tan sociales como sanidad, educación, cultura o, seguro que ni se lo imaginaban, T+D (tradición y desarrollo). Le pondré un ejemplo…

En Castilla-La Mancha los problemas de olores y erosión producidos en las fachadas de viviendas, negocios y edificios públicos por orines de cánidos se remonta a tiempos inmemoriales. Ya en el Quijote, Sancho Panza lanza una patada a un galgo que está descargado en un molino con aspecto de gigante. En los últimos tiempos, sin embargo, los avances en este campo están siendo espectaculares, gracias a la utilización de las tecnologías más novedosas y sofisticadas. ¿Ultrasonoterapia con frecuencias especialmente diseñadas para espantar chuchos? Demasiado agresivo. ¿Gatos modificados genéticamente hasta convertirlos en máquinas de matar? Excesivamente frío e impersonal. La solución esta en T+D. Ciencia castellanomanchega, cacho bolo.

Para evitar que los perros orinen en las paredes, en este caso columnas, del complejo Cinebora de Talavera de La Reina (seis salas de cine, algunas 3D, restaurante, parque multiaventura…), empresa puntera en ocio y cultura propiedad del presidente del Atlético de Madrid don Enrique Cerezo, se ha instalado una versión evolucionada del legendario sistema rural de la botella de agua en la puerta. La garrafa de cinco litros reciclable. El can ve su imagen deformada, se espanta, se contiene, huye despavorido y cuando no puede más orina en otro rincón. ¿Quién dijo que Castilla-La Mancha es una comunidad atrasada? Siempre al frente en T+D. Tradición y desarrollo.

“Sembrar hoy para recoger mañana”, ha dicho un habitualmente brillante Rajoy al conocer las intenciones de la presidenta de Castilla-La Mancha. Señora Cospedal, puede recortar usted lo que quiera porque aquí, ya lo ve, estamos sobrados. Lo único, y perdone que le moleste, es que si es verdad que piensa acabar con la obra pública, igual le sobran un par de sacos de cemento y un bote de pintura. Nos vendrían muy bien para arreglar la parada del autobús de mi pueblo…