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El yin y el yang

El desayuno ideal: café con leche, media docena de porras y, para compensar, un periódico de lectura ligera. El Mundo. Mojo la primera porra en el café, le hinco el diente y, con los dedos empapados en aceite, abro el diario a voleo. Vaya por dios, necrológicas. ¡Pero esto qué es! Una página impar completa para Blas Piñar, poco más de media página par para Pete Seeger. La porra elige la ruta equivocada, y se encamina por el conducto destinado al aparato respiratorio en lugar de hacerlo por el del aparato digestivo. Me atraganto. El camarero tiene que hacerme la maniobra de Heimlich. Vomito la papilla sobre el diario. Y es que ya no se respeta nada…

Blas Pinar, Leader of Frenta d'Alternativa Nacional at Phalangist Rally

Enfrentar a Seeger y a Piñar, páginas 20 y 21, ya es mala leche. Pero conceder más espacio al fascista toledano que al revolucionario neoyorkino no tiene perdón de dios. ¿Cuál es la aportación del creador de Fuerza Nueva a nuestra sociedad? Ofrecerse como continuador de la obra del dictador Francisco Franco. ¿Y la de Seeger? Escribir cientos de canciones maravillosas, ofrecer conciertos inolvidables, negarse a delatar a militantes izquierdistas en plena caza de brujas, dar voz a los desfavorecidos, convertirse en un icono de la cultura popular norteamericana. El ultraconservador y el progresista. El fascista y el artista. El yin y el yang. Dos energías fundamentalmente opuestas.

En sus apariciones públicas, a un Blas Piñar que se autodefinía como “católico de camisa blanca” le gritaban “¡Caudillo, caudillo!”. Brazo en alto, decía a sus seguidores lo que querían escuchar: “Franco fue un cristiano modélico, un soldado eminente y un estadista ejemplar. Lo mucho que le odian sus enemigos, es una prueba de lo que fue Franco y de lo que hoy representa y simboliza para muchos españoles”.

“Where Have All The Flowers Gone?” le preguntaban a Pete Seeger cuando subía a un escenario. Agarrado a su banjo de cuatro cuerdas, la leyenda del folk insistía una y otra vez en que “Ser generoso de espíritu es una maravillosa manera de vivir”.

Pete

Superado el golpe que me supone semejante  desequilibrio periodístico, doy buena cuenta de las cinco porras restantes. Mientras saboreó la harina de trigo con levadura, bien frita en aceite de oliva, pienso en el criterio que siguen los medios de comunicación. En la elección de las noticias. En cómo tu percepción de la actualidad, de la relativa realidad, depende del periódico que leas, del telediario que veas. Internet ha supuesto, en este sentido, un gran avance: antes, en el mejor de los casos se compraba un periódico, ahora se puede navegar por toda la prensa, comparando, confrontando, contrastando. Estar bien informado es cuestión de criterio.Ya conocen las noticias, ahora les contaremos la verdad…

P.D.

Pedro J ha pagado esta decisión, dar más espacio a la necrológica de Blas Piñar que a la de Pete Seeger, con su puesto. Cesado. No podía ser de otra manera…

 

Sesenta kilos.

Autor: Ramón Palomar.

Editorial: Grijalbo.

Sesenta

Estamos ante una pequeña obra maestra del lumpen Ibérico. Una novela negra teñida de blanco, mandanga colombiana, y de sangre coagulada, chusma española. La historia de 60 kilos de cocaína pura, dos maletas que se convierten en una, que pasan de mano en mano como un sueño de redención, dejando tras de sí despojos de frustración y de muerte. El casting de “Sesenta kilos” buscó perdedores natos, irrecuperables, y seleccionó a la flor y nata de la derrota: el Frigorías, el Nene, el Charli, el Tiburón, el Carapán, el lejía, la puta…

Una plantilla de lujo, galáctica, para recorrer las alcantarillas de esa parte de la sociedad que sobrevive en el culo de un país, España, en descomposición. La coca, los sesenta kilos, es una metáfora de la libertad, de la salvación. Es la última oportunidad para unos individuos condenados a tomar decisiones equivocadas. Esos ladrillos de coca son su futuro, y se aferran a ellos como a un flotador en mar abierto. Pero el flotador, no podía ser de otra manera, está pinchado.

Ramón Palomar lo borda. Su crónica negra está escrita desde el barro, con los pies manchados de orines y vómitos de mangui apaleado. Profesor y periodista, Palomar ha escrito una gran novela policíaca sin policías, con un lenguaje adecuado y un ritmo absolutamente infernal, que culmina en un final espléndido. No se puede pedir más.

Sonrisas y lágrimas

Los detalles hacen maravillosa la vida. Esas pequeñas cosas, que cantaba Serrat, esos gestos, esos lugares, esos instantes. La magia de un momento irrepetible, de una imagen impresionante, de un sonido emocionante. La lluvia que cae sobre Machu Pichu y te convierte en el único visitante de la ciudad inca.  La canción mexicana que Tom Waits te tararea al oído. El baño caliente en el poblado del Himalaya tras un día caminando sobre la nieve. Un plato de callos y una botella de tinto rodeado de buenos amigos. La fotografía de Ignacio González y Javier Fernández Lasquetty disimulando su fracaso con sonrisas forzadas, cínicas, tan falsas como un billete de seis euros.

Duo

González, el del ático en Marbella, el de Eurovegas, anuncia en rueda de prensa que deja sin efecto la externalización de seis hospitales públicos en Madrid. Y dice que no es un fracaso. Y con un rictus fúnebre, que quiere convertirse en sonrisa pero se queda en cicatriz, se da la vuelta y, con el rabo entre las piernas, se pira. Lasquetty, ya ex consejero de sanidad, orejas gachas, sigue el rastro de sangre y lágrimas. En la radio bordan la descripción de este último: abrasado, achicharrado, amortizado. Acabado.

Un instante mágico que rompe el demasiadas veces  inoportuno Tomás Gómez: “Han perdido”, dice. No es cierto. Hemos ganado. Es una victoria de la Marea Blanca, de los ciudadanos que se resisten a ser estafados, de los profesionales de una sanidad pública de los que sentirse orgullosos. Es una victoria del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). ¿Han perdido González y Lasquetty? Sí pero no. Me temo que son demasiado soberbios como para aceptar una derrota. Volverán a la carga, no lo dude: el sustituto de Lasquetty es Francisco Javier Rodríguez Rodríguez, eterno aspirante a la cartera de Sanidad y defensor apasionado de las privatizaciones.

Pero disfrutemos del momento: La imagen, no me lo negará usted, es maravillosa. La de esa pareja de privatizadores fingiendo sonreír, no pasa nada, cuando en realidad están al borde del llanto, bilis corriendo por la garganta, los demonios comiéndoles las tripas. Han ganado los ciudadanos madrileños, como solo unos días antes ganaron los de Gamonal. Quizá los tiempos estén cambiando. Quizá sí se pueda.

 

Un motivo para NO ver la televisión

Pete Seeger (1919-2014)

“We shall overcome, we shall overcome / we shall overcome some day / Deep in my heart I do believe / we shall overcome some day”.

Pete

el precio del valor

“El partido que yo aquí represento aspira a concluir con los antagonismos sociales,… esta aspiración lleva consigo la supresión del ejercito”.  Pablo Iglesias (Diario de Sesiones del 5 de Mayo de 1910)

“Olvida esto y ponte en Afganistán. Calor, tensión… estamos allí para dar seguridad y formar a su ejército. Aquel día protegíamos un lugar clave por donde pasa la ayuda humanitaria. Empezamos a recibir fuego. Respondimos y nos apoyaron los helicópteros. Pero di la orden de no abrir fuego aéreo: podría haber muerto algún civil. Fueron horas duras, pero supimos reaccionar y no sufrimos bajas. El mérito no es solo mío, es de cada soldado, de cada mando intermedio, de todo el equipo que formamos la familia militar”. La voz en off del anuncio del día de las Fuerzas Armadas (Badajoz, 29 y 30 de mayo) es la de Ignacio García del Castillo, comandante de infantería del ejército español. Intenta convencer a los televidentes de que detrás de cada acto heroico hay toda una fuerza… armada.

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=vOWgOuACmNk]

La historia que cuenta el comandante Castillo es magnífica, pero yo hubiese preferido una anécdota con algo más de acción. Por ejemplo aquella en la que a comienzos de diciembre de 2008 el ejército español mató, por error, a un soldado afgano. O esa otra en la que, un año después, confundieron a dos civiles con terroristas, matando a uno de ellos e hiriendo gravemente al otro. O aquella en que uno de nuestros soldados, al desmayarse, pudo accionar el disparador de un arma que acabó con la vida de otro civil afgano.

“Una oleada de austeridad recorre Europa”, titulaba el miércoles La Vanguardia en portada. No en nuestro ejército, que ha presentado estos días su nueva colección verano-otoño, vestuario de lujo que hace parecer al  mismísimo robocop un desarrapado. Nuevo chaleco, sensores que informan de la salud del soldado, visores nocturnos, enlace inalámbrico con el pelotón y, por supuesto, conexión con internet. ¿Se podrán bajar pelis de Stallone o Steven Seagal? El glamouroso proyecto, que coincide con la noticia de que Jean Paul Gaultier deja Hermés, se llama ComFut y se estrenará y pondrá a punto en esa magnífica pasarela de prácticas llamada Afganistán. ¿Su presupuesto? Nada: 24,5 millones de euros.

Accesorios de diseño para unos geyperman de lujo: mantener un soldado español en Afganistán cuesta alrededor de 1.304 euros al día (cifra que incluye dietas, alimentación, cama, transporte o material de combate y blindaje). Lo que quiere decir que sólo entre enero y septiembre de 2009 Defensa gastó 713 millones de euros en las llamadas “misiones de paz”, cuarenta más que el año anterior.

Minucias si lo comparamos con el presupuesto del Ministerio de Defensa para 2010 : 7.694,86 millones de euros, sin contar capítulos como los intereses sobre la deuda generados por el gasto militar, las partidas para investigación militar del Ministerio de Industria o el Instituto Social de las Fuerzas Armadas . Cifras que podrían parecer obscenas en un país que vive recortes sociales sin precedentes, y que se enfrenta a una de las crisis económicas más graves de su historia. Por eso cabe preguntarse si, en mayo de 2010, tiene sentido celebrar el Día de las Fuerzas Armadas.

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P.D.

Definitivamente, Gallardón piensa que los madrileños son imbéciles. La ciudad que gobierna lleva años atascada, contaminada, agujereada, aturdida y endeudada, pero ahora resulta que el alcalde es ecologista: cambia su coche blindado de 600.000 euros por un ecológico híbrido Toyota de 29.000. ¿Un poco tarde, no?

El ambicioso y maniroto dirigente popular ha entregado la ciudad a los coches, ha ignorado las bicicletas y sus carriles, y se ha pasado por el forro la bajada de emisiones contaminantes. Hasta hace poco su ayuntamiento era el único en España con un vehículo oficial por concejal. Un ayuntamiento que acumula el 23,5% de la deuda de los ayuntamientos españoles, con 6.762 millones de euros a finales de 2009, cifra que  multiplica por cuatro las deudas de Barcelona y Valencia juntas.

Milton pensaba que la hipocresía es el único mal que camina invisible (salvo a los ojos de Dios). Cada vez que Gallardón se suba a ese Toyota debería recordar al poeta inglés, y pensar en lo que está convirtiendo Madrid: un paraíso perdido.

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Un motivo para NO ver la televisión

Hoy, mis canciones antibelicistas favoritas…

1.- Eve of Destruction, de Barry Mc Guire.

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=Akoukq5DvAE]

2.- Where Have All The Flowers Gone, en la version de Pete Seeger.

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=0aw-HiMW-3M&feature=related]

3.- Masters of War. Bob Dylan, en versión de Pearl Jam.

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=hG443N7lo4Q]

4.- Give Peace a Chance, de John Lennon.

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=yLTw_ouiLCQ]

5.- Universal soldier, de Donovan.

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=UC9pc4U40sI]