“La televisión es nutritiva”, cantaba Servando al frente de Aviador Dro, allá por el comienzo de los ochenta. La televisión quizá, algún día, hace mucho tiempo, fue nutritiva. Puede que entonces los ciudadanos no tuviesen acceso a otras fuentes de alimentación, más ricas, variadas, libres, sabrosas e independientes. Hoy la televisión es purgativa. Arrastra y expulsa los nutrientes que ingerimos leyendo, viajando, escuchando música, conversando… Y nos deja limpios, vacíos, muertos.
¿No me cree? Le he resumidos, de manera nada objetiva y muy tendenciosa, las noticias televisivas de los últimos días. De esto va hoy la televisión. Esto se ve ahora en televisión, de esto hablan los que ven televisión, en esto piensan los que ven televisión, con esto se entretienen los que ven televisión…
- Tamara Falcó y Nacho Medina en un convento de clausura: “La Biblia me habla”.
- Pedroche pide perdón por el “famoso” vestido y sueña con “dirigir” cine.
- Carmen López, la concejal de Ciudadanos, abandona “Gran Hermano VIP”.
- “En la tuya o en la mía” salva el cortijo de Bertín Osborne.
- La grave afección ocular que mantiene a Matías Prats alejado de las cámaras.
- Carlos Lozano demandará a quines le acusen de ser un borracho.
- María Patiño se desmaya en “Sálvame” al realizar una pirueta.
- El Pequeño Nicolás cobrará 30.000 euros a la semana en Telecinco.
- TVE presiona para españolizar las canciones candidatas a Eurovisión.
- El Power Ranger rojo vuelve a ser detenido por asesinato.
La televisión quizá un día, hace décadas, fue nutritiva. Hoy es un laxante intelectual. Un asesino de neuronas. El enemigo público número uno del espíritu crítico, del ocio de calidad, del ciudadano independiente con ambiciones culturales. Y es una pena, porque el electrodoméstico no tiene la culpa de nada. Los responsables son quienes han convertido un gran invento, capaz de democratizar el ocio y la cultura, en el mayor estercolero de nuestro tiempo, un artefacto de maldad irreconocible que produce daños corporales y mentales irreversibles.
Un motivo para NO ver la televisión
Javier Escovedo.
CD: Kicked Out Of Eden.
Grandioso segundo disco en solitario de Javier Escovedo, el hermano díscolo de Alejandro, un rebelde dentro de la familia Escovedo. Mientras Alejandro lideraba los inolvidables Rank & File, una banda eterna, Javier, pionero del punk rock en la Costa Oeste en los setenta, formó parte de dos grupos legendarios: los míticos The Zeros (power pop) y los enormes True Believers (americana y rock and roll).
Mientras Alejandro se convertía en leyenda, Javier se limitaba a sobrevivir. Hace tres años lanzó “City Lights”, un buen álbum de debut, y ahora lanza un “Kicked Out Of Eden” que resulta simplemente perfecto. Nueve canciones construidas sobre guitarras eléctricas, puro rock and roll interpretado con la chulería de Johnny Thunders, la clase de Paul Collins y la fuerza de los Replacements. Una joya.
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