You are currently browsing the El Descodificador posts tagged: Isabel San Sebastián


Feos, sucios y puede que hasta honrados

“¡Bienvenidos al infierno, piojosos!”. Una de las frases con que las SS recibían a los prisiones en los campos de concentración.

Ya sabíamos que los antisistemas bolivarianos podemitas eran antiestéticos. Nos lo había dicho Antonio Burgos, apuesto periodista de radiante belleza y sabia pluma: “¿Por qué las flequis son tan feas? Quieren que las echemos de España por horrorosas y antiestéticas”. Hoy sabemos que también deberíamos ahuyentarles de la vida política por guarros. La inmaculada periodista Pilar Cernuda asegura que en el nuevo parlamento apesta: “En el Congreso hace falta limpieza: la progresía no está reñida con el baño, con la ducha”. La atildada y enjabonada periodista Isabel San Sebastián ha insistido en esa línea estética progre, tan antihigiénica, en TVE: “tremendo, tremendo lo que hay por ahí (gérmenes). Con las rastas que había”. La acicalada y resplandeciente política Celia Villalobos ha ido un poco más lejos, y ha afirmado que le da igual que los nuevos parlamentarios “lleven rastas, siempre que las lleven limpias para no pegarme piojos”.

Feos y sucios. Así son los nuevos políticos. Esos que han invadido el sagrado Congreso de los Diputados con sus greñas, sus mochilas, sus camisas de Alcampo, sus bicicletas y sus bebés apestando a Nenuco. Son el hazmerreír de la sede del poder popular, un lugar divino y exclusivo donde han aparcado sus coches oficiales, han recargado sus iPads y se han tomado gin tonics a tres euros, luciendo corbatas de seda y trajes de Armani, oliendo a Chanel y regüeldo de 5 Jotas, algunos de los mayores delincuentes de este país.

Feos, sucios y puede que hasta honrados. Burgos, Cernuda, San Sebastián, Villalobos y compañía se han puesto nerviosos, como buena parte de los diputados cavernícolas que hibernan en el Congreso, porque no están acostumbrados a convivir con semejante ganado. Ellos pueden compartir mesa y mantel, o confidencia y exclusiva, o subvención pública y partidita de Candy Crush, con una señoría como dios manda, implicada en un caso de cohecho, malversación, prevaricación, falsedad, estafa, fraude fiscal o blanqueo de capitales. Pero con un perroflauta feo, apestoso y honrado… Ni aforados.

Así está la política. En pleno proceso de reconversión, a la espera de que los aviones de Medio Ambiente fumiguen con Salfuman un Congreso de los Diputados enmohecido y rancio que apesta a naftalina.

gomez-serna-rajoy

 

Un motivo para NO ver la televisión

Night Beats.

Cd: Who Sold My Generation.

MI0003985030

Tras un segundo disco formidable, llamado “Sonic Bloom”, el trío de Seattle edita su nuevo trabajo, otro derroche de energía condensada en doce canciones cortas, directas y distorsionadas. Garage, rock and roll, psicodelia, blues pesado… Poco más que decir. Suba el volumen y piense que los Kinks y los 13th Floor Elevators se han reencarnado en una formidable banda sin pretensiones.

 

Miserables & Doctorow

Me entero de la muerte del escritor norteamericano E. L. Doctorow mientras estoy escuchando unas declaraciones repugnantes de Isabel San Sebastián en la tertulia política del programa “El Cascabel”, en la cadena 13TV. La historia de siempre: muere alguien que ha contribuído a que tu vida sea más agradable y entretenida, a que seas mejor persona, mientras que los miserables de siempre se encuentran en plena forma y se muestran incansables en sus tareas favoritas: emponzoñar el ambiente, enfrentar a la gente, hacer del mundo un lugar infecto.

No hay diferencias ideológicas o políticas. Hace dos días fue un alcalde del PP quien llamó “puta barata podemita” a una rival política. Ayer un socialista de postín, Joaquín Leguina, se burlaba de las ONG y de la pobreza, y se olvidaba de su sueldo como miembro de la élite del Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid: “Si yo me dedico a cuidar pobres, me interesa que haya muchos. Porque si no hubiera pobres, ¿a qué me dedicaba?”. Hoy ha sido una periodista, Isabel San Sebastián, quien ha demostrado una especial sensibilidad con tres colegas en apuros: “los periodistas españoles se meten en Siria porque saben que si les secuestran, el Estado paga sus rescates”.

No perdamos más tiempo con estas miserias y con estos miserables. Sumerjámonos en el mundo de Doctorow, una de esos escritores que contaba grandes pequeñas historias, como la de los neoyorkinos “Homer & Langley”. O simplemente historias con mayúsculas, como “La gran marcha” o “Ragtime”. Un autor completo, total, que escribía de maravilla de manera directa, sin recrearse, prestando especial atención a los personajes, sin olvidar el compromiso social, el humeo ácido y los hechos reales. En algunas ocasiones parecía un filósofo, en otras un historiador, a veces un periodista grandiosamente dotado para narrar el mundo que nos rodea. Un tipo capaz de escribir un western, como “El hombre malo de Bodie”, una obra experimental sobre la Gran Depresión, como “El lago”, o una historia sobre los gansters del Bronx en los años 30, como “Billy Bathgate”. Lo dicho, un escritor imprescindible dueño de un universo propio. Yo entraría en ese paraíso literario por “Ragtime”… o quizá por “Homer & Langley”…

Pinche y lea algo de Doctorow…

El escritor de la familia.

Edgemont Drive.

La comedia de la ironía.

Author E. L. Doctorow

Intereconomía, el sexo y la red

En Intereconomía, la cadena de televisión ultra conservadora, se hacen una pregunta: “Forzar a las mujeres a tener sexo ¿Es violación o no?”. Y se quedan tan, tan anchos, que trasladan la cuestión a sus seguidores colgando la interrogante en su cuenta de Twitter. Ese mismo día, solo unas horas después, se escandalizan en su tertulia nocturna con los comentarios que se pueden leer en las redes sociales sobre el asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco. “Hay que acabar con esta locura”, dice el presentador. Se refiere a los comentarios ajenos sobre el asesinato, no a los propios sobre las violaciones.

Intereconomia

Pero rectificar es de sabios. El grupo Intereconomía se disculpó poco después con este otro tuit: “Se refería a la India. Esperamos que las ‘feministas’ apoyen a estas mujeres y no se callen como hacen con Boko Haram”. ¡Ah, bueno, que se referían a la India! Entonces nada, seguimos con la encuesta: Forzar a las mujeres a tener sexo, en la India, ¿Es violación o no?

En el programa de Intereconomía “El gato al agua” despellejan a quienes han utilizado las redes sociales para criticar a la política asesinada en León. Les llaman locos y fanáticos, y les acusan de ser peligrosos radicales de izquierdas. Caza de brujas. Piden mayor control, mano dura, con los foros en la red. “Nosotros tenemos sentido común, algo que no puede decirse de todo el mundo”, dice Carmen Tomás, tertuliana de la cadena del torito bravo. Y uno no sabe si se refiere a lo de León o a lo de la India.

La hipocresía de la ultra derecha televisiva es tan descarada, tan brutal, tan miserable, que sonroja, que parece no tener límites. “Hay que parar a toda esta tropa repugnante que utiliza las redes sociales para insultar”, dijo en el debate matinal de ayer en Intereconomía su presentadora, la misma Isabel San Sebastián que solo dos días antes había colgado el siguiente tuit: “El asesinato de Isabel Carrasco NO ES una venganza personal, sino vinculada al cargo. Quienes defienden los escraches personales tomen nota!!”.

Afortunadamente alguien imparcial vela por la seguridad de los españoles. “Hay que limpiar las redes de indeseables”, insistió el pasado martes Jorge Fernández Díaz, ministro de Interior que ha ordenado a la policía investigar los mensajes injuriosos que se lanzan desde internet. ¿Y los que se lanzan desde la radios y televisiones? No recuerdo que el ministro dijese una sola palabra cuando, por poner un ejemplo, el periodista Federico Jiménez Losantos hundió la vida del comisario Juan Jesús Sánchez Manzano, jefe de los TEDAX, los agentes encargados de desactivar explosivos durante el 11-M, mediante una campaña de calumnias desde la cadena COPE. O cuando hace solo unos días la Audiencia absolvió al locutor, pese a que su discurso contra Sánchez Manzano “estaba repleto de calificativos abiertamente insultantes y despectivos”.

 

La muerte en directo

Veo la televisión con El Mundo, en formato tableta, entre las piernas. “La tarde en que (no) murió Raphael”, dice en portada el diario que un día dirigió Pedro J. Se refiere a la broma macabra que, en forma de bulo, circuló hace solo unos días por las redes sociales. Como viene siendo habitual, algunos medios de comunicación, movidos por las prisas, ansiosos por ser los primeros en informar, picaron. Se adelantaron a la muerte, a la verdad, a la noticia. Y publicaron el falso fallecimiento del cantante, que sigue vivito y coleando. Hicieron el ridículo más espantoso al saltarse el principio básico del periodismo: confirmar la información.

raphael-bulo

Estaba leyendo sobre ese esperpento periodístico, que se repite de manera habitual, cuando se produjo la noticia: asesinada a tiros en plena calle la presidenta de la Diputación y del Partido Popular de León, Isabel Carrasco. Algunos diarios tardan en ofrecer la información. “No hay confirmación oficial”, dice una periodista de Onda Cero Leon cuando en el resto de medios se ofrecen detalles sobre el crimen.

Se habla de un hombre que ha huido. E inmediatamente después de un grupo de encapuchados. Luego de dos mujeres, una de las cuales ya ha sido detenida por la policía. Son madre e hija, afirman. Los dos disparos iniciales se convierten en tres, por la espalda. El novio de la víctima ha sido el primero en llegar al lugar del crimen. “¿Sabemos si estaba metida en algún lío que justifique los acontecimientos?”, pregunta la presentadora del magazine a la reportera desplazada al lugar del crimen. “Era una mujer con mucho carácter”, afirma un periodista de León. ¿Los motivos del crimen serán políticos o sentimentales? “En estos momentos es cuando hay que ser especialmente prudentes”, dicen en La Sexta. “El modus operandi no coincide con el de un grupo terrorista”, asegura un tertuliano que se informa, como yo en el salón de mi casa, con una tableta que tiene abierta en plató. “Puede ser cualquier cosa”, sentencian desde el PP.

Las prisas matan el periodismo. Porque lo importante no es ser el primero en dar la noticia, sino ser el que mejor ofrece esa noticia. Un principio básico de la profesión que los profesionales se saltan cada día con mayor frecuencia, acogotados por la dictadura de la exclusiva, por la presión que ejerce la competencia, por la exigencia de información en tiempo real, por el placer de ofrecer la muerte en directo. Lástima. Deberían saber que, en el deteriorado mundo del periodismo, se tarda años en ganar un prestigio que se pierde en solo un segundo. El que tardas en colgar la muerte falsa de Raphael.

P.D.

Isabel San Sebastián, periodista, ayer en Twitter: “El asesinato de Isabel Carrasco NO ES una venganza personal, sino vinculada al cargo. Quienes defienden los escraches personales tomen nota!!”.