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Uno con lo nuestro

A partir de ahora, cuando usted vea en televisión la cara de Francisco Álvarez Cascos seguramente  pensará dos cosas. Primero, qué cojones tuvo este hombre para aguantarle diez asaltos a Mike Tyson. Y segundo, qué huevazos tuvo este tío para cobrar del PP, durante los años 94, 95 y 96, la jugosa cifra de10.000 euros al mes en concepto de “indemnización para compensar los gastos ocasionados por su dedicación al Partido Popular”. Dicen que a Cascos, entonces Secretario General del partido, le pagaba Bárcenas, no se lo pierda, y que lo hacía primero en metálico y después con talones. Más de 27 millones de las antiguas pesetas al año. A esta cantidad, el actual líder del Foro Asturias le sumaba los 4.000 euros que recibía como diputado.

¿Cómo es posible que ganando semejante fortuna no se haya arreglado el tabique nasal? se preguntarán los lectores más frívolos. Pues porque el hijo predilecto de Manuel Fraga es un animal político, concretamente un dóberman con cara de boxer, incapaz de pensar en sí mismo, de valorar algo tan burdo y material como la pasta. Solo pensaba en su pueblo, en la gente. Tal fue su dedicación a la ahora llamada ciudadanía, las personas, que seguramente ni sabía lo que cobraba. ¿14.000 euros en pesetas de 1994? ¿Yo? No me acuerdo de nada, pregúntele a Bárcenas…

Una de las frases más repugnantes de esta crisis, con permiso del “¡Que se jodan!” de Andreita Fabra, es el ya clásico “Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Siete palabras malditas que hemos escuchado en cientos de bocas diferentes. Y que suenan casi igual de torpes y obscenas pronunciadas por un fresador que por un abogado, una cajera del Carrefour, un consejero del Santander o un secretario general de un partido político.

Desde hace años tratan de convencernos de que los políticos en España están mal pagados. Algunos sospechábamos que no sería para tanto, cuando el personal se pegaba por ser concejal de urbanismo de Navalcarnero. Poco a poco se nos van abriendo los ojos. Ya sabemos por qué había tortas por ser concejal de urbanismo, incluso en Navalcarnero. Ahora sabemos que los políticos no cobran tan poco. Y que si alguien ha vivido por encima de algo, han sido ellos y de nuestras posibilidades: no olvide nunca que el PP se financia en un 95% con dinero público.

 

Un motivo para NO ver la televisión

El elefante blanco robado y otros cuentos.

Autor: Mark Twain.

Editorial: Barataria.

Entre mis bienes más preciados estan los dos tomos que editó Aguilar, allá por 1953, con las novelas completas y los ensayos de Mark Twain. Cubiertas de piel, papel biblia, textos a doble columna, cantos decorados… Recuerdo haber leído en esa edición, que perteneció a mi padre, lo que el escritor y reportero de Florida denominó “ensayos humorísticos”: “El arca de Noé”, algunas de las aventura de los McWilliams…

Volver a tener en las manos esas historias mágicas, en una nueva traducción, supone un placer inimaginable. Y la confirmación de que Twain era, además de un grandísimo narrador de aventuras, un humorista satírico excepcional. A medio camino entre Groucho Marx y Faemino y Cansado, hoy día Twain formaría parte de la redacción de Mongolia: el surrealismo de estas narraciones breves resulta sorprendente, por actual y por ácido, por descarado y trepidante.

Twain no deja títere con cabeza. Estrafalarios, socarrones, brillantes. Así son estos seis cuentos memorables, que se ríen educadamente de los valores establecidos, entonces y ahora, y se burlan de las instituciones y los formalismos. Tronchante y eterno Twain.

Biopic

En el Consejo de Administración de TVE casi llegan a las manos. ¿Por hacerse con el control de los informativos? No, eso es una vulgaridad. Por culpa de Julio Iglesias. ¿Quizá algunos de los miembros de tan ilustre órgano quieren celebrar las reuniones con “Bamboleo” sonando de fondo, mientras que un sector más radical es partidario de “Un velero llamado libertad”, de José Luis Perales?  De ninguna manera: el Consejo, mucho más moderno de lo que imaginamos, se mueve al ritmo de Pitingo. La culpa del altercado la tienen las perras: en plena campaña de recortes en la televisión pública debía aprobarse el presupuesto de un biopic de dos capítulos sobre el cantante madrileño afincado en Miami. Alrededor de 1,5 millones de euros tienen la culpa. Unos piensan que es caro, otros que ya va siendo hora de hacer justicia a nuestro cantante más internacional.

Fuentes solventes aseguran que, tras horas de encendido debate, fue el presidente quien disolvió el empate esgrimiendo, mientras tarareaba “Soy un truhán, soy un señor”, su voto de calidad: “vamos palante con el biopic”.

Un biopic es, para que usted me entienda, una película biográfica. La dramatización, partiendo de datos reales, de la vida de personajes renombrados, prestigiosos e influyentes. El lector de este blog, debido a su elevado nivel intelectual, estará frotándose las manos pensando en qué cadena podrá disfrutar de los biopic de Soren Kierkegaard, Leonard Bernstein o don Miguel de Unamuno. Tendrá usted que esperar. Deberá conformarse  con la recreación de las excitantes vidas de Carmina Ordóñez (Telecinco), Isabel Pantoja (Antena 3), Mario Conde (Telecinco), Raphael (Antena 3) o Rocío Jurado (Antena 3).

¿Piensa usted que es un despropósito que una televisión pública que tiene que ahorrar 200 millones de euros se gaste 1,5 en uno de los peores cantantes españoles de todos los tiempos? Está confundido. Y le voy a dar una razón por la que este biopic debe rodarse: el gran Manuel Manquiña será papuchi. Julio canta como un grajo, está en proceso de carbonización, tiene medio cuerpo paralizado y paga impuestos en los USA. Pero papuchi…

¡Papuchi era un crack! Y Manquiña ha nacido para interpretar las aventuras de este inolvidable vividor,  al que solo se le puede echar en cara haber engendrado a Julio (y la parte proporcional de genética que le corresponda de su nieto Enrique). Alejandro Tous y Roberto Álvarez interpretarán al cantante durante su etapa joven y adulta. Pero eso es otra historia que deberá ser contada en otra ocasión…

P.D.

Un dato más sobre biopics: Manuel Fraga, el legendario demócrata franquista, también tendrá miniserie en televisión. Tres capítulos, ni más ni menos, producidos por Voz Audiovisual y Grupo Ganga Producciones, empresas que mantienen en secreto tanto el elenco principal de actores como la cadena donde se emitirá. El equipo de investigación de este blog ha podido saber, sin embargo, que ya han contactado con dos actores para recrear la figura de don Manuel durante diferentes periodos de su vida. Alberto Ruiz Gallardón, habitual de los biopics (recuerden su inolvidable caracterización de Albéniz) sería el Fraga maquiavélico, ambicioso y sin escrúpulos que comienza a destacar: solo necesitaría un toque de maquillaje detrás de la oreja. Fernando Esteso interpretaría al Fraga maduro y campechano que se baña entre suecas y radioisótopos mientras firma sentencias de muerte. La cosa promete.

 

Un motivo para NO ver la televisión

Chimes of Freedom: The Songs of Bob Dylan.

Edita: Amnistia Internacional.

Bob Dylan es, sin duda, el cantautor del que se han realizado más versiones. Desde las monjitas agustinas a los caníbales de Gun´s and Roses, todos han querido poner su granito de arena en unos temas condenados a la eternidad. Este “Chimes of Freedom”, editado para celebrar el 50 aniversario de Amnistía Internacional, incluye cuatro discos y 76 canciones. Todas llevan la firma del maestro de Minnesota, pero solo una está interpretada por él: la que da título a la recopilación y cierra la fiesta. No están todos, pero sí muchos, desde Johnny Cash a Bad Religion pasando por Diana Krall, Bettye LaVette , Lenny Kravitz, Elvis Costello, Tom Morello…

El dinosaurio

“Cuando despertó, el dinosaurio ya no estaba allí”. (Adaptación libre de un cuento de Augusto Monterroso)

La retirada de Manuel Fraga de la política activa por decrepitud, a los 89 años, es un signo innegable de la excelente salud democrática española, solo comparable a la muerte de Francisco Franco en la cama. Fraga es el franquismo, y también un ejemplo perfecto de adaptación al medio, un modelo a seguir por políticos sin escrúpulos: se puede sobrevivir en la dictadura, en la transición y en la democracia. Reciclar ideologías es posible. Los principios y las ideas son tan frágiles y moldeables como un excremento fresco de camello. Ser un fascista de manual no condena, de ninguna manera, a renunciar a los placeres de la democracia. Aquí todo vale.

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