Teleprisión española

El lunes se estrenó en internet “Marina”, la nueva telenovela de TVE que, a partir de hoy, ya se puede ver en un canal convencional de esta televisión (La 1, 17.45). Los cerebros del Ente no dejan de sorprendernos. ¡Qué modernidad, qué desparpajo, qué dominio de las nuevas tecnologías, qué visión de futuro! ¡Estrenar un culebrón on line, en Internet, en la red… nada más y nada menos que 48 horas antes que en la tele normal! ¡Qué cracks! Y lo mejor es que no se trata de un detalle anecdótico, sino de una filosofía de trabajo: son unos visionarios. Observen, y valoren en su justa medida, los reflejos de que hace gala TVE en determinadas decisiones. Por ejemplo al preparar una nueva edición de “El coro de la cárcel” al mismo tiempo que encarga sus negocios urbanísticos a Pedro Pablo Mansilla, ex director general de Instituciones Penitenciarias. Encaje de bolillos.

“Marina” es en sí misma signo de modernidad: se trata de un remake de “Los ricos también lloran”, exitosa producción mexicana que, a su vez, es un remake de “María la del barrio”, otra telenovela famosa. La bochornosa historia de una chica humilde de Acapulco que trabaja como lanchera y no conoce a su padre, un miserable millonario que abandonó a su madre tras dejarla embarazada. Justo lo que se espera de la televisión pública…

Como se espera la mejor gestión y administración posible de un patrimonio, el de RTVE, que es de todos. Así que, tal y como está el patio, ¿Qué mejor que dejar en manos de un ex director general de Prisiones, metido a promotor inmobiliario, los movimientos urbanísticos de RTVE? Suena lógico. Y es que muerto don Jesús Gil, seguramente la segunda alternativa razonable hubiera sido El Pocero, pero en estos momentos no está disponible para tamaña responsabilidad: se encuentra muy liado haciendo de zahorí en sus baldíos de Toledo.

Si todos los grandes promotores urbanísticos hubieran sido antes directores de prisiones, otro gallo nos cantaría. No descubro nada. Se trata del viejo sistema de plan de carrera que tanto gusta a grandes almacenes sin sindicatos y a restaurantes de comida rápida: los empleados comienzan de cero, y tienen que pasar por todas las categorías y puestos de trabajo si quieren llegar a ser algún día barandas. ¿Sectas? No, entes. Con este sistema de ascensos y promociones, el del monaguillo antes que fraile, los individuos con grandes aspiraciones en la vida sabrían de dónde vienen… y adonde pueden volver.

¿Patético? Casi tanto como el retorno de Led Zeppelin, y la forma en que todos los informativos han ofrecido la noticia: dos segundos de música, 50 de entrevistas absurdas a fans que habían pagado una millonada por asistir a esa reunión tan exclusiva como oportunista. Nadie habla, sin embargo, del excelente disco grabado por Robert Plant, cantante de los Zeppelin, con la vocalista de bluegrass Alison Krauss. Una maravilla llamada “Raising Sand”.