You are currently browsing the El Descodificador posts tagged: Tom Drury


Con hache de zapatero

La noche del domingo Eva Hache entrevistó a José Luis Rodríguez Zapatero en su nuevo programa, “Con Hache de Eva” (La Sexta), ofreciendo un momento televisivo de alguna manera entrañable. Primero por el parecido gestual entre ambos, absolutamente estremecedor, con esos ojillos ovinos, esas miradas acuosas y esas sonrisas de marioneta que les asemejan a los muñequitos Littlest Pet Shop. Y en segundo lugar por la crueldad de la situación, puesto que los protagonistas de la conversación atraviesan situaciones profesionales antagónicas: Hache acaba de llegar, y Zapatero hace ya tiempo que está marchándose.

Como Eva Hache no es Ana Pastor, Zapatero no es del PP y La Sexta es La Sexta, la entrevista prometía ser dulce y sedosa. Y fue dulce, sedosa y muy empalagosa. Un baño de buenismo, de simpatiquismo y de simplismo. “Soy consciente de que me van a caer muchos palos por la entrevista”, adelantaba Hache en Vertele.

Ignorado por la izquierda y maltratado por la derecha, Zapatero necesita momentos así. Entrevistas promocionales diseñadas para lavar su imagen, a estas alturas del color del desagüe de una cochiquera. Hache no tenía la más mínima intención de preguntar al Presidente por los parados, por las centrales nucleares o por la memoria histórica, puesto que su preocupación declarada era saber “si se depila las cejas o son así de nacimiento”. De hecho, ni se inmutó cuando Zapatero negó haber engañado a los españoles sobre la importancia de la crisis. ¿Entiende ahora por qué Hache era consciente de que le iban a caer palos por la entrevista? Preguntas de una banalidad insultante, supuestamente simpáticas, para que un hombre abofeteado por la realidad tuviese ocasión de mostrar su lado humano.

Zapatero está para sopitas de ajo y palmaditas en la espalda, y Hache trabajó duro durante cincuenta minutos para que el presidente no se quemase la lengua y sintiese el lomo acariciado. Pero nada de talento: ni un titular, ni un ápice de ingenio, ni una anécdota jugosa, ni un atisbo de brillantez. Solo bálsamo para un individuo acostumbrado a encajar duro: unas horas antes de la emisión de la entrevista, Camps, ese político en proceso de putrefacción, se atrevió a decir que a Zapatero “su abuelo no le transmitió ni ternura ni cariño”.

En cuanto al programa en cuestión, poco que añadir. Arrancó con el Presidente, sin ni siquiera explicar Hache en qué consistía la estructura del nuevo espacio. Seguramente porque “Con Hache de Eva” no consiste en nada nuevo: es la enésima vuelta de tuerca de La Sexta a sus propias especialidades y personajes, una mezcla de humoristas y monólogos de distintos niveles y entrevistas promocionales (la segunda, penosa, con Martina Klein). Más de lo mismo.

.

Un motivo para NO ver la televisión

En el condado de Grouse

Autor: Tom Drury.

Editorial: 451 editores.

Pasan los días y los personajes por las calles y veredas del imaginario condado de Grouse, en el Medio Oeste de los Estados Unidos. Podría sonar una guitarra de Ry Cooder, y el aire arrastraría por las calles zarzas  seca. No pasan grandes cosas. Pasan pequeñas grandes cosas. Aquellas que preocupan al sheriff Dan, entristecen a Louise o hacen de Tiny carne de presidio.

Tom Drury cuenta de manera aparentemente apacible la historia de este triángulo fascinante. Una crónica que disecciona una clase social que se mueve entre la decadencia y la depresión, que padece una autocompasión lacerante y se aleja del orgullo y la retórica romántica de Faulkner. Aquí los héroes no tienen lugar, y no hay espacio para las hazañas. Todo es melancolía. Un prodigioso ejercicio de decadente normalidad, de narración limpia y afilada que puede recordarnos a Tobias Wolff, a William Goyen o a Saroyan. Un mundo imperfecto, el mundo de Drury.