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la Cremá

Rita Barberá y Francisco Camps contemplaban en trance, desde de un balcón en tinieblas, cómo a sus pies, en las calles, el fuego arrasaba las figuras de otros espantajos de cartón piedra. Entre ambos líderes políticos, la fallera mayor de Valencia se deshacía en un mar de lágrimas. ¿Consecuencia de la emoción? ¿Del humo? ¿De la compañía? Las malas compañías empañan las conciencias, derrotan la moral y hasta humedecen los lagrimales. Pasaban unos minutos de la una de la madrugada del sábado, y TVE, la televisión pública, ofrecía ese espectáculo de poder y llamas. La Nit de la Cremá. La alcaldesa de Valencia, una chica con traje de fallera y un imputado con traje de Milano, cantaban una canción tradicional mientras las llamas consumían caricaturas.


“El fuego purificador que da paso a la primavera”, aseguraba la comentarista de TVE ante la imagen de Barberá, Camps y la fallera. Nerón & Company. La soberbia, la corrupción y las llamas como último recurso, como solución final. Cuidado porque hoy no voy a hablarle del incombustible Camps, pirómano consagrado, sino de Eduardo Inda, bombero de Pedro J y flamante nuevo director de Veo 7, la televisión de El Mundo. Inda sustituye a Melchor Miralles y a Ernesto Sáenz de Buruaga al frente de este proyecto suicida, en el que una empresa de comunicación como Unidad Editorial tiene algo que ganar y mucho, muchísimo que perder.

Las concesiones de televisiones de segunda, esas cadenas de juguete que arrancaron en TDT cuando todavía existía la televisión analógica, fue la jugada audiovisual maestra de Zapatero. Roures y compañía se quedaron con el último proyecto viable, La Sexta, y silenciaron las bocas de la derecha repartiendo cadenas de segunda división. Juguetes trampa para niños vanidosos. Cuando Intereconomía o Veo 7 nacieron, la parte viable (rentable) del negocio televisivo ya estaba repartida. El mejor de sus futuros era sobrevivir.

Con los cadáveres de Miralles y Sáenz de Buruaga aún calientes, Eduardo Inda deja el balneario Marca, con sus palcos, sus Florentinos y su periodismo de chichi nabo, y se ve obligado a  gestionar una cadena de televisión condenada al fracaso. Parece poco pollo para tanto arroz: no es lo mismo rellenar papel con titulares de portada como “Chorreo y supercanguelo”, “Joaquín al Barsa”, “La quinta de Nemo” o “Los travestis arruinan a Ronaldo” que diseñar una parrilla coherente, equilibrada y comercial para una cadena de televisión.

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La descripción que hace Pedro J de Inda en el vídeo es maravillosa: “Está haciendo este oficio de una manera muy parecida a como yo he entendido que debería ser un director de periódico. Eduardo tiene algunas de las condiciones esenciales para ser un buen periodista. La primera es que es buena persona, es decir, una persona que no hace trampas”. ¿Ironía? ¿Admiración? ¿Guasa?

Vayamos al grano… ¿Qué pretende Pedro J con Inda al frente de Veo 7? Muy sencillo: Pedrojotizar la cadena. ¿Aún más? Preguntará el lector empachado de titadine. Mucho, muchísimo más. Una cadena de televisión con pérdidas es un lastre insoportable para la mayoría de empresas. Y es que si lo poco que entra por Orbyt, la desesperada apuesta de Pedro J por el pago en internet, se marcha por el agujero de Veo 7…

La Cremá.


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Un motivo para NO ver la televisión

Honky Tonky Sánchez.

Cd: Esta tierra hostil.

Molusco Producciones.

Carlos Sánchez, ex guitarrista de Mercromina, Usera o Gonzo, es Honky Tonky Sánchez. Y con ese nombre acaba de editar su primer disco en solitario, un trabajo duro y áspero no adecuado para todos los públicos. Aquí no hay pop ni nada que se le parezca. Solo historias construidas con clavos viejos, oxidados por orines de gato, que se retuercen sobre si mismas incapaces de mantener la compostura. El polvo, los cactus y las espuelas del corazón de Estados Unidos, también la cerveza de barril, las carreteras secundarias y la guardia civil.

Honky Tonky Sánchez no canta. Arrastra las cuerdas vocales sobre la lija de unas canciones en ocasiones desoladoras, a veces inquietantes, siempre fascinantes. El resultado es un doloroso lamento, un gruñido feroz, un disco especial.

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La noticia del día

Con esto de Wikileaks, a los grandes periodistas les está pasando como con el rock and roll: o eres del “Louie Louie” o eres de los otros. Es decir, o estas eufórico porque tienes la filtración o te llevan los demonios por ser un simple espectador. En Miguel Yuste descorchan champagne mientras que el pobre Pedro J está cabreado como una mona: con semejante fajo de papeles, una mina mayor que Conchita, el director de El Mundo habría vivido como un rey hasta la jubilación. En estas circunstancias, los grandes periódicos están unidos por una única cosa, que no hay que buscarla en los folios de Assange sino en la página 51 de El País: “Los diarios españoles sufren la peor crisis de su historia”. Las pérdidas suman 34 millones de euros en 2009, la publicidad cae un 22,5%,  la venta de ejemplares el 5,6%,  la edad media de los lectores sube hasta los 44,4 años…


La crisis de la prensa española es muy preocupante. Y lo es para todos, los del “Louie Louie” y los otros. Los consumidores de información llevamos tiempo aburridos, desmotivados. Necesitamos estímulos. Las neuronas, como las articulaciones, tienden a la pereza. Se anquilosan, pierden movilidad, se tumban a la bartola y algunas hasta piden la baja por depresión. La artrosis moral es un mal endémico en nuestra sociedad, seguramente porque el estado del bienestar nos arrastra al conformismo. El mal es tan grave que hemos perdido la capacidad crítica, y llegamos a pensar que la justicia española funciona de maravilla, que Estados Unidos respeta al resto de países o que el Gobierno de Zapatero es de izquierdas.

Afortunadamente, ahí están las filtraciones de Wikileaks para ponernos las pilas. Sin ser el Watergate, han sido recibidas como un chute de cafeína. Bueno, más bien como un goteo de cafeína, si tenemos en cuenta la forma de distribuir la información. En cualquier caso, las neuronas del consumidor de noticias se han puesto de nuevo en marcha y, gracias a ese trapicheo de papeles, recuperamos el caso Couso, un crimen de guerra que teníamos almacenado en el cajón de las noticas caducadas.

Esa es la parte buena. La parte mala es que no estoy seguro de que estas filtraciones salven al periodismo de la crisis que le atenaza. Ya saben, la ausencia de autocrítica, la falta de criterio, la nefasta gestión económica de las empresas… Sin ir más lejos, hoy El País le dedica la portada y 17 páginas a Wikileaks, y ni una sola línea a la crisis con Marruecos o a la tragedia de Haití. ¿Qué fue de los saharauis y de los haitianos enfermos de cólera?

Termino… ¿Saben cuál era la noticia más importante del día? Que el SIDA se ha convertido definitivamente en una enfermedad de los países pobres. Los enfermos europeos y estadounidenses pueden llevar una vida normal sólo con tomar unas pastillas al día. Mientras, diez millones de enfermos de países pobres no reciben tratamiento: sólo un 35 % de los infectados de países en desarrollo tiene acceso a antirretrovirales. Los enfermos africanos, esos que en el mejor de los casos reciben fármacos de generaciones pasadas, son los que peor lo tienen: la crisis obliga a recortar la ayuda para luchar contra el virus en esa zona del planeta. “La disminución en inversiones internacionales afectará sobre todo a los países de bajos ingresos, y casi un 90% de ellos dependen de financiación internacional para sus programas del sida”, asegura el informe de UNAIDS.

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P.D.

Seguimos hablando de sectores en crisis. Dicen que cada vez se venden menos libros… ¡Mentira! La culpa es de los escritores, que no cuentan historias interesantes. Miren como cuando un tío tiene talento, como Mario Conde, se hincha a vender libros: el que fuera presidente del Banesto con menos de 40 años ha vendido en una semana 100.000 ejemplares de “Los días de gloria”, al que ya se puede considerar libro de no ficción del año. “He meditado mucho acerca de la publicación de este libro. Incluso pueden acusar de deslealtad a quien, transcurridos veinte años, relata parte de lo sucedido. Pero yo tengo un derecho y, más aún, un deber moral de contribuir a la verdad…”, escribe Conde. ¿Deber moral de contribuir a la verdad? Muchos nos conformaríamos con que devolviese la pasta…

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Un motivo para NO ver la televisión

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escuela de presentadores

El otro día, en un reportaje de investigación de Veo 7 (la televisión de El Mundo), las prostitutas cobraban a sus clientes en pesetas. Hace unas semanas, en otro de los trabajos de esta cadena, analizaron la crisis actual emitiendo un reportaje sobre la miseria en España… ¡grabado en tiempos de Aznar! Dos pequeñas obras maestras de la manipulación que me obligan a reflexionar: “¡qué lección de periodismo nos ofrece cada día esta gente! ¡qué rabiosa actualidad tienen sus trabajos!  ¡qué vibrante manera de hacer información de calidad! ¿Por qué no compartirán su talento periodístico?”. Algo parecido pensé cuando vi a John Müller presentar el inolvidable “La vuelta al mundo”. Sensaciones que se repiten cuando abro el videoblog de Pedro J. O  cuando escucho a Melchor Miralles y Casimiro García Abadillo dando doctrina en las tertulias de televisión. Esa fuente de sabiduría y conocimiento, ese gracejo, esa integridad profesional, no debería morir con ellos. Debería ser, como sucede con las culturas indígenas y los trajes regionales, patrimonio de la humanidad. Tengo buenas noticias que darles…

Veo 7, la Universidad CEU San Pablo y Jesús Hermida han creado una escuela de presentadores de televisión. ¡Qué falta nos hacía! La televisión de El Mundo, la universidad del Opus y el hombre que descubrió a Nieves Herrero, unidos en una misión de carácter universal: sacar las perras a los pardillos que quieren ser como Pedro Piqueras. “Aquí no vamos a rechazar a nadie”, se ha apresurado a decir Hermida. “Siempre que paguen la inscripción y las mensualidades”, añadió el gerente santiguándose por lo bajini.

El primer Curso Superior de Presentadores de Televisión tendrá una duración de 10 meses, ahí es nada. Pero la cosa no será tan fácil como llegar, pagar y, nunca mejor dicho, besar el santo: los alumnos candidatos tendrán que presentar un vídeo en el que muestren sus habilidades en “la primera red de presentadores de televisión”. El comité de la Escuela seleccionará a los 25 mejores. Los triunfitos. He tenido acceso a algunas de las grabaciones de los aspirantes con mejor pinta…

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“Va a ser fascinante concentrar a tanto talento, con toda su creatividad, juntos en un mismo programa”, comenta Miralles. Y es que los elegidos tienen el éxito garantizado. Piensen que las prácticas las realizarán en un tele maratón creado para la ocasión: cinco horas de Veo Tv rellenadas por becarios de pago. Así es la TDT. No más calidad, pero cantidad a espuertas.

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P.D.

Dios visitó “Los desayunos de TVE”. Bueno, fue Felipe González, lo que viene a ser prácticamente lo mismo. No sé si fue cuestión de la iluminación del plató, o de la iluminación personal del ex presidente, pero lo cierto es que parecía bañado por un halo mágico. Como Gandalf. O como el espíritu santo. Con sus citas cultas (Kissinger, sin ir más lejos), sus gestos sabios, su discurso irrefutable, su sabiduría infinita, su karma, sus miradas por encima de las gafillas y de las personas… Con una  firmeza pétrea: ni un atisbo de duda, ni un síntoma de debilidad, ni una concesión al error (propio). Porque González parece saberlo todo, y tener las palabras adecuadas para contárnoslo a nosotros, pobres e ignorantes mortales.

Habló de Europa, la economía, el terrorismo, el cambio climático, las migraciones, los medios de comunicación, la piratería en la red, la continuidad de Zapatero… incluso de la serie “Cuéntame”. El conocimiento de González es enciclopédico, no tiene límites, lo que le permite hablar con la contundencia que sólo otorga la sabiduría infinita. Un Dios, efectivamente. Pero también un poeta. Dijo ser “optimista de la inteligencia”, en una frase de una belleza y profundidad que Zapatero, pobre, jamás alcanzará (recuerden su patético “la tierra le pertenece al viento”).

Fue tan impresionante el discurso de González, tan bello y trascendente, que en el Telediario de mediodía (La 1, TVE) hicieron un amplio y jugoso resumen del monólogo. E inmediatamente después hablaron de la actividad de Rodríguez Zapatero en la jornada. Pero esto último lo hicieron de pasada. Era tan insulsa que ni ofrecieron declaraciones, ni imágenes, ni nada de nada.

Una pena lo de los Gal. González era un líder inigualable, todopoderoso, eterno. Como el mismísimo Cid Campeador, pero más listo, más guapo y, encima, con un puestazo en Doñana.