Preferimos cantidad a calidad. Es triste, pero es así. Les pondré dos ejemplos, uno de ellos sexual. En el mundo de la televisión, cuando ha aumentado la oferta de canales, ha crecido el consumo: los espectadores con TDT vieron 15 minutos más la televisión al día en 2009 que el resto. No se trata de cadenas de mayor calidad, con programas nuevos, más imaginativos, mejores, que hayan despertado el interés de los telespectadores y disparado la audiencia. No. Es exactamente la misma basura que antes distribuida en más vertederos, gracias al nunca suficientemente valorado invento de la Televisión Digital Terrestre.
El segundo ejemplo de culto a la cantidad tiene carácter sexual. Ya lo había sugerido un Woody Allen que soñaba con reencarnarse en las yemas de los dedos de Warren Beatty. Pero ahora nos lo ha confirmado el biógrafo Peter Biskind en su libro “Star. How Warren Beatty seduced America”: el actor ha tenido relaciones sexuales con 12.775 mujeres. Más incluso que Nacho Vidal puesto que, según Biskind, tan precisa cifra (12.775, ni una más ni una menos) no incluye “polvos rápidos, aventuras casuales y besos robados”.
Muy Triste. Porque ustedes estarán de acuerdo conmigo en que, sexualmente hablando, lo importante no es la cantidad, sino el amor. ¿Verdad que sí? Vayamos entonces más lejos y recordemos que, puesto que el biógrafo de Beatty otorga a esas 12.775 parejas cierta estabilidad (descarta deslices y polvetes a salto de mata), podemos aventurar que el actor habría realizado un mínimo de… ¿Pongamos que 30 casquetes en cada una de esas relaciones? Qué menos. Estamos por tanto en condiciones de afirmar que el amigo Warren protagonizó alrededor de 383.250 coitos. ¿Les parecen pocos? Enhorabuena. ¿Les parecen muchos? Añádanle entonces los “polvos rápidos, aventuras casuales y besos robados” que sugiere su biógrafo.
Cifras importantes, en cualquier caso, que conforman una vida sexual de una intensidad aún más brutal si tenemos en cuenta que ha estado concentrada en 52 años. Warren confesó haber perdido la virginidad a los 20, y actualmente tiene 72. Saquen la calculadora: 383.250 coitos en 18.980 días… ¡más de 20 coitos al día! Y el puñetero aún tenía salud y ganas para “polvos rápidos, aventuras casuales y besos robados”.
Warren ha penetrado como un poseso, es cierto, pero supongo que no ha podido amar. No ha ha tenido tiempo: cuando podría haber amado, sin duda estaba penetrando. Y díganme ¿De qué sirven 383.250 coitos sin amor? Salvando las distancias, y las cifras, una desproporción carnal de semejante magnitud está teniendo lugar en directo, delante de nuestras narices, en “Gran Hermano”, esa obra maestra de la televisión que triunfa en Telecinco.
Arturo, el concursante estrella de la edición actual, ya se ha cepillado a dos de sus compañeras. A dos. Y según ha reconocido en varias ocasiones lo ha hecho como Warren Beatty. Sin tiempo para el amor. Arturo es un pene con piernas, y ni siquiera la presencia de millones de espectadores ha podido frenar su voracidad sexual. Pero Arturo, queridos lectores, no es feliz: ni con 383.250 cópulas retransmitidas en directo conseguiría serlo. Porque Arturo es el concursante de “Gran Hermano” perfecto: vago, egoísta, miserable, maleducado, insolidario, mezquino, sucio, ignorante…
Warren Beatty es un actor, guionista, productor y director de cine de intensa vida profesional y personal: elegante, educado, inteligente, irónico, comprometido… La diferencia en las montas de ambos sementales, esas heroicas 383.250 frente a las rácanas dos, es fiel reflejo de la distancia que separa el cine de la televisión. El talento, pese a excepciones que se puede contar con los dedos de una oreja (alguna serie de ficción, algun grupo de guionistas), aún habita en la pantalla grande.