En Ávila luce un sol espléndido junto a la muralla, un cercado románico que en el siglo XXI protege del aire frío a los turistas que se bajan y suben del trenecito, se hacen selfies y compran cajas de dulces para llevarse como recuerdo. Las yemas, el producto estrella, me resultan demasiado dulces y empalagosas. Yo prefiero las tetillas de monja, unas pastas artesanas de mantequilla y nata que tienen, según la publicidad del fabricante, una “atractiva forma”. Los tiempos cambian incluso en esta conservadora ciudad castellana, en la que es habitual cruzarse con jubilados, religiosos e incluso con Ángel Acebes.

Le cuento todo esto porque en Ávila consideran su “gloria más preclara” a una monja: Santa Teresa de Jesús. La celebración por el V aniversario del nacimiento de esta mujer, el 28 de marzo de 1515, ha incluido decenas de actividades, desde conciertos y talleres infantiles a exposiciones, procesiones y proyecciones. Se han rodado al menos cuatro películas sobre la vida de la santa. “Teresa”, la última de ellas, se estrenó anoche en TVE, la televisión pública. ¿Recuerda la legendaria serie de los ochenta protagonizada por Concha Velasco? Pues bien, estamos ante una puesta al día, una actualización, de cómo se contó entonces la historia de la carmelita. Según la promoción de la cadena, se trata de una “versión moderna de una rebelde con hábito… una película en la que está la esencia de aquella mujer, pero se cuenta con una envoltorio moderno”.

Protagonizada por la actriz Marian Álvarez, “Teresa” se emitió después del partido de fútbol entre Inglaterra y Francia. TVE decidió retransmitir ese encuentro por su enorme carga emocional tras los atentados en París: 90.000 espectadores cantaron en Wembley La Marsellesa, el himno nacional de la República Francesa.

Francia es una república “indivisible, democrática, social y laica” que, según el primer mandamiento de su Carta de la Laicidad, “asegura la igualdad ante la ley de todos sus ciudadanos y respeta todas las creencias”. Pienso en ello cuando termina el fútbol y comienza “Teresa”, la película. Y recuerdo las palabras de Jorge Fernández Díaz, nuestro ministro del Interior y padrino de un proyecto, llamado “Huellas de Santa Teresa”, que llevó el legado de la religiosa por 17 ciudades españolas: “Estoy seguro de que el esfuerzo de ella desde arriba, que manda mucho, hará que sea un éxito”, dijo el ministro, seguro de que la religiosa intercede por nuestro país. “Santa Teresa hablaba de tiempos recios, y estoy seguro de que en estos momentos estará siendo una importante intercesora para España en estos tiempos también recios que está atravesando”, insiste.

¿La película? No tiene mala pinta, pero me quedo con los dulces de mantequilla y nata. Tetilla de monja. 

P.D.

Javier Maroto, vicesecretario general del Partido Popular, demuestra una vez más que es un todo un impresentable:“No puede ser que Pablo Iglesias el mismo día pida y permita a sus concejales en los diferentes pueblos un minuto de silencio por las víctimas de París y a la vez pida un minuto de silencio por Siria. No se entiende. No sé si Pablo Iglesias es de extrema izquierda, lo que sé es que es de extrema incoherencia”.

Un motivo para NO ver la televisión

Clark Paterson

Cd: The Final Tradition.

Norteamericano de Nashville, Clark Paterson ha grabado un disco formidable que rezuma honestidad y fuerza. Todo gira alrededor de las canciones y de la voz de este cantautor con aspecto indie y sonido profundo y auténtico. Entre Steve Earle y Joe Strummer, con respeto por las raíces y buenas melodías, Paterson ofrece una música creíble que ha sido producida por Eric McConnell, responsable de discos de Todd Snider, Loretta Lynn y Will Kimbrough entre otros. En la grabación le han acompañado tipos tan interesantes como el guitarrista Paul Niehaus (Lambchop, Calexico), el batería John McTigue (Raul Malo, BrazilBilly) y el gran Tim Carroll (Elizabeth Cook, Todd Snider). El resultado es uno de los discos de Americana del año, sin lugar a dudas.