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la huella humana

“Si el clima fuese un banco, ya lo habrían salvado” Hugo Chávez

Antena 3 ha emitido un magnífico reportaje sobre el consumo enloquecido y la capacidad del ser humano para contaminar. Se llama “La huella humana”, está producido por National Geographic y seguramente usted no lo ha visto, puesto que fue programado cerca de la una de la madrugada de un día laborable. Reconozcámoslo: el medio ambiente no nos preocupa demasiado. Y menos en estos tiempos de crisis, en los que para impulsar la economía todo está permitido: ¿recuerdan el desastre del ladrillo? Pues al parecer un 35% de las grandes fortunas invertirá más dinero los próximos años en el sector inmobiliario, según el informe de Barclays Wealth “Perspectivas para la inversión inmobiliaria”.

En la cumbre sobre el cambio climático que se ha celebrado en Copenhague aseguraron que debían alcanzar un acuerdo mundial para reducir las emisiones de CO2. Se trataba de la última oportunidad para salvar el planeta. Debemos, por tanto, despedirnos del planeta. La conferencia, a la que asistieron 15.000 delegados de 190 países y 5.000 periodistas, estaba condenada al fracaso. Y fracasó. Excepto para los restaurantes, gasolineras y puti clubs de la capital danesa, que vivieron un momento de esplendor verde.

Según el Daily Telegraph, en Copenhague se alquilaron durante la cumbre más de 1.200 limusinas, frente a sólo cinco coches híbridos, y el aeropuerto recibió 140 vuelos de jets privados. Los hoteles, repletos, dispararon sus precios. Pero fueron las prostitutas quienes apostaron con mayor fuerza por la sostenibilidad… de su negocio: ofrecieron sexo gratis a los delegados de la cumbre.

Los informativos de televisión presumen de ser el espejo de la sociedad. Bien, pues sólo el 3,4% de la información emitida en telediarios se dedica al medio ambiente. Lo dice un estudio de Pablo Fracescutti, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. El mayor porcentaje de esa miserable cifra está dedicado, no podía ser de otra manera, a las desgracias medio ambientales: un 39,2%. A la biodiversidad un 26,5%, al cambio climático un 13,7%, a las prácticas ecológicas un 10,8% y a las protestas un 6,5%. Según Fracescutti resulta especialmente preocupante que sólo un 3,3% de esa presencia informativa este dedicado a las energías alternativas.

Copenhague fracasó, como estaba previsto. Y sin embargo el mundo sigue dando vueltas. ¡No era para tanto! Una vez más, Aznar tiene razón: ¡la ecología es el nuevo comunismo!

P.D.1

Un fuerte abrazo para Juan López de Uralde, director de Greenpeace España, y los otros dos activistas del grupo que permanecen aislados en prisión preventiva en Copenhague. Como si fueran peligrosos criminales. ¿Su delito? Mostrar una pancarta que decía la verdad: “Los políticos hablan, los líderes actúan”.

P.D.2

“España entera deseando ver cómo gesticula Belén Esteban con su nueva cara”, rezaba la pantalla la noche del sábado. La marca de embutidos Navidul patrocinaba el acontecimiento. Todo estaba listo en “Casquerías Telecinco”: Berlusconi ponía la cadena, Navidul los jamones y Belén Esteban los despojos. Jorge Javier Vázquez se encargó de presentar el esperpento. Una pena, porque lo realmente impactante es que lo hubiera hecho otro premio Ondas: Iñaki Gabilondo. Lástima. La fusión de Telecinco y Cuatro hubiera dado sus primeros frutos en una noche histórica.

En cualquier caso, un éxito: 3.147.000 espectadores, y un 26% por ciento de cuota de audiencia, casi siete puntos por encima del promedio de la cadena.

P.D.3

El bodegón del narco. No es un nuevo restaurante mexicano financiado con dinero de dudosa procedencia. Es el impresentable montaje que ha realizado la policía mexicana con el cadáver del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva. Le muestran  tirado en el suelo, con los pantalones bajados y el cuerpo cubierto de billetes ensangrentados. La policía cae en la misma miseria moral que los narcos, enviando mensajes de esta manera tan macarra.

Hacer el amor con la cara

Dicen que en esta vida todo tiene un precio, pero les aseguro que hay gente que hace el amor por la cara. No como Berlusconi. Belén Esteban, musa de Telecinco, da una vuelta de tuerca a este concepto y asegura que hace el amor “con la cara”. Concretamente con su nueva cara. No se trata de una versión abierta e imaginativa del sexo oral, en la que la ex de Jesulín de Ubrique haya explorado orificios cercanos a la boca pero hasta ahora ignotos. No. Se trata de hacer el amor después de pasar por el quirófano para recauchutarse la jeta. El mérito principal es, imagino, del cirujano, responsable final de los acabados y de la solidez del puzzle facial. Es decir, responsable de que con el vaivén y los meneillos coitales el careto no se tense, y las costuras no salgan disparadas como los perdigones de un cartucho del 22. Las lesiones en el rostro del partener, o vaya usted a saber en qué parte de su anatomía, podrían resultar irreversibles.

(Dicen que se trata de la misma persona…)

Belén Esteban estrena fachada, que buena falta le hacía, mañana viernes en “Sálvame de Luxe” (Telecinco). La exclusiva televisiva de la semana. Toda España está pendiente del frontal de una mujer que ha pasado por el quirófano “para quitarse las bolsas de los ojos, reconstruirse la nariz y eliminar las arruguitas que tenía junto a los labios”, informa  la web de la cadena de Paolo Vasile. ¿Las “arruguitas” que tenía junto a los labios? Cuentan que algunos forenses barajaron la posibilidad de iniciar la búsqueda de los restos de García Lorca en ese lugar…

Belén Esteban es la reina del telerrealismo mágico. En el mercado de emociones que es la televisión, los cambios que se han producido en su cara, un catálogo de malas prácticas quirúrgicas, alientan ilusiones, impulsan esperanzas, despiertan deseos y provocan una irresistible atracción comercial. Esta mujer, que ayer era deshecho de casquería, hoy es,  gracias al bisturí, portada del Lecturas. Usted puede mirarse en ese espejo. Se trata de, asumámoslo, una estrella del siglo XXI.

No hay peor ciego que aquel que no quiere ver. Les digo esto, no por la pobre Belén Esteban, ejemplo perfecto de deterioro intelectual y físico provocado por la televisión. Se lo digo por Samanta Villar, la reportera intrépida de Cuatro, que se ha puesto unos parches en los ojos con la intención de pasar tres semanas a oscuras. Ciega durante 21 días. Una experiencia fascinante, qué duda cabe. Periodismo del bueno, con espectáculo garantizado, que se emitirá la noche del viernes. Como lo de Belén Esteban.

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“A través de sus ojos vamos a conocer una realidad muy distinta a la que nos imaginamos”, asegura la web de Cuatro. Cierto. La realidad siempre es distinta cuando está en manos de Samanta Villar. Tanto como para terminar entre rejas: un juzgado de Sevilla la citó a declarar acusada de un robo del que acaban de eximirla de culpa. Exageración, desmesura, alarmismo… el tono habitual de Samanta. Además, tampoco es la primera vez que la presentadora pasa 21 días ciega: ¡estuvo tres semanas fumando porros!

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Un periodista hace bien su trabajo cuando cuenta lo que está viendo de la manera más sencilla posible. Por ejemplo: los miembros de una familia chabolista, dedicada a la recogida de chatarra, se llevaron en su furgoneta los hierros viejos que encontraron en una obra sin vigilancia. Periodismo. Pero si el reportero vigila la operación, conduce la furgoneta e interviene en las conversaciones, esa historia ya no sería periodismo. Sería telerrealismo mágico. O circo.

No soporto a los periodistas protagonistas. No soporto la manipulación de las noticias. No soporto a Samanta Villar, la periodista que conduce las  furgonetas.

Un consejo: ciega, no conduzcas.

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P.D.

TVE dejará de emitir series norteamericanas. Así lo ha dicho Javier Pons, director de la televisión pública española, en la presentación de la nueva etapa (ya sin publicidad). Aunque no sé si creer a Pons: el 24 de noviembre de 2007 aseguró en una entrevista a El Periódico que iban a “sustituir el  culebrón latino de las tardes”. Y mientras escribo estas líneas veo en La 1 de TVE el culebrón mexicano “En nombre del amor”.

Dicho así, suprimir las series norteamericanas no parece  cuestión de calidad, sino de fobia geográfica o cultural, puesto que seguirán emitiendo culebrones del centro y sur de América. Es decir, que en TVE podremos seguir viendo “En nombre del amor”, pero para disfrutar de “Bones”, “House” o “C.S.I.” tendremos que recurrir a las cadenas privadas. Lógico, ¿verdad?

Por cierto, ¿qué pasará entonces con las telenovelas que produzca Univisión Estudios, la empresa que dirige Luis Fernández y que tiene sede en Miami (Estados Unidos).

Periodismo de guarra

Los periodistas son los ojos de las guerras. Sin ellos tendríamos una visión deformada de los conflictos bélicos, desconoceríamos el rostro de las víctimas, aumentaría la distancia entre nosotros y la realidad más cruel. Son profesionales imprescindibles, pero escasos: el periodismo de guerra es caro, peligroso y exige un nivel alto de preparación. Por eso es mucho mayor el número de periodistas que opta por otra especialización, el corazón, convirtiéndose de esta manera en periodistas de guarras. Ya saben, todas esas mujerzuelas que pululan por los platós de televisión en busca de una exclusiva, diez minutos de gloria y un talón con más de tres ceros.

Temprano legion

La unión de ambas tendencias periodísticas, el periodismo de guerra y el periodismo de guarra, géneros aparentemente antagónicos, es posible. De hecho ya hay un pionero: Miguel Temprano (en el centro en la foto), al que a partir de ahora llamaremos “el periodista total”. Porque Temprano es un periodista del corazón que, en los huecos que le dejan Sonia Monroy o Belén Esteban, hace sus pinitos como corresponsal de guerra. En “Espejo público” (Antena 3) se lo consienten.

Temprano no es nuevo en esto del periodismo de riesgo. Ustedes seguramente le conocerán por el vídeo que grabó de la modelo brasileña Daniela Cicarelli haciendo el amor con su novio en la playa de Tarifa. Un gran trabajo. O por sus fotos de famosetes y famosetas en situaciones comprometidas. No olviden que fue paparazzi antes que corresponsal de guerra: una vez se disfrazó de payaso para pillar a Paquirrín cuando salía del colegio. ¡Qué valor! También es conocido en círculos tertulianos porque confunde los esteroides con los asteroides. Lo que tal vez ustedes no sabían es que Temprano, además de reportero de guerras y guarras, es legionario de honor. Ahora ya lo saben. “Dios, patria y familia”, dice.

Así las cosas, Susanna Griso dio paso al periodista total, (Temprano, recuerden) puesto que había realizado un reportaje precisamente con la Legión. Nuestro hombre asiste a unas simples maniobras, pero el telespectador podría llegar a creer que se encuentra en el desembarco de Normandía: cámara de infrarrojos, estruendo, pólvora, soldados con ropa de camuflaje arrastrándose por el suelo entre explosiones y supuesta metralla. Acostumbrado al “Diez Minutos”, el periodista total no puede evitar convertirse en protagonista: vestido de militar, con casco y todo, habla desde una trinchera, sin resuello, como si estuviera siendo bombardeado con fuego real. ¡No estuvo tan cerca de la muerte desde que concursó en “La isla de los famosos”!

“Cero bajas, limpiada la posición… el enemigo ha sido reducido”, dice con tono melodramático uno de los lejías. “Yo estoy reventao”, jadea el periodista total. Lamentablemente la segunda parte de su trabajo, el protocolo de la unidad de zapadores ante un atentado con artefactos explosivos, con Temprano ya sin casco y con un chaleco del Coronel Tapioca la mar de aventurero, no pudo emitirse. Griso tenía al otro lado del teléfono al patrón del Alakrana. Y ya saben que si en tu programa no tienes en directo al patrón del Alakrana, no eres nadie. El periodista total acepta de buen grado el corte. “Nos hemos quedado con el vídeo a la mitad, pero bueno”, asegura, consciente de que el telespectador no se pierde absolutamente nada.

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El dato

Soldados aliados muertos a día de hoy en la guerra de Afganistán: 916 estadounidenses; 231 británicos; 133 canadienses; 36 franceses; 34 alemanes; 28 daneses; 26 españoles…

 

Un motivo para No ver la televisión

Un premio merecido: el Nacional de Fotografía concedido a Gervasio Sánchez, modelo de reportero independiente, comprometido, valiente, sin atajos, libre. Desde El Descodificador, un fuerte abrazo para este maestro de la fotografía y el periodismo. Una referencia en estos tiempos duros para la información. Esta magnífica pieza es la última que publicó en Soitu. En la imagen, Waiss el Rahman acunado por su madre en Kabul, en agosto de 1996.

Foto Gervasio