You are currently browsing the El Descodificador posts tagged: COPE


el moco de Cristina

Si usted es de los que desayuna con este blog, hoy debe elegir. O el café con leche y los churros, o el blog. Porque ambos son incompatibles con el tema que vamos a analizar, y que no es otro que el moco vaginal de Cristina Schlichting, locutora de la COPE. Imagino que sólo con pensar en esa sustancia glutinosa de origen biológico se le viene al gañote hasta la primera papilla. Normal. El moco vaginal siempre es un tema peliagudo, pero en el caso de Cristina puede ir más lejos y convertirse en una pesadilla. No por el tamaño que podría alcanzar el blandi blup en cuestión, que también, sino por lo manoseado y vapuleado que tiene que estar esa masa viscosa al ser utilizada no sólo como medio anticonceptivo pleistocénico, sino como confidente.

(De izquierda a derecha, Critina Schlichting y el moco vaginal)

La noticia la ofreció el Follonero (“Salvados”, La Sexta): Cristina tiene confidencias con su moco vaginal. No me negarán que resulta una práctica original. Cuando necesita hablar, la gente normal busca la complicidad de su pareja, se toma una copa con un amigo, susurra al oído de su mascota o incluso, si se trata de un asunto de gran importancia, consulta con la almohada. Pero… ¡con el moco vaginal! “La existencia del moco vaginal, cuando se tiene un hijo y una esposa, ha de conocerse”, dijo Cristina en uno de los momentos más terroríficos de la historia de la televisión.

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=9V4J7iWxfYE]

El encuentro entre Cristina y el moco vaginal debió  ser digno de verse. Y de grabarse. Los aficionados a la ciencia ficción terrorífica, huérfanos desde los legendarios enfrentamientos entre Alien y Depredador, hubiesen podido disfrutar de otro choque de trenes entre espeluznantes monstruos mucilaginosos.

Muy sólo hay que estar para pedir consejo a un moco vaginal. Conozco casos repugnantes de depravados con relaciones enfermizas, como el de un vecino que pidió asesoría a un notario, pero esta amistad entre el ser humano y su gelatinoso resto supera los límites del terror conocidos por el hombre. Ni Lovecraft, Poe o Henry Kuttner hubieses imaginado, en sus peores pesadillas, semejante relación contra natura. Que Dios y Durex la perdonen…