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La televisión española, un duopolio

La democracia y las libertades están de luto: la absorción de La Sexta por Antena 3hace que la televisión en España sea menos independiente y diversa, más pobre y sumisa, menos soberana y más comercial. Nuestra televisión, cautiva en manos de dos grandes grupos empresariales, se italianiza, se mejicaniza. Justo lo contrario de la pluralidad que prometió la reforma audiovisual del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Todo es cuestión de dinero. El grupo resultante de la anexión entre Antena 3 y La Sexta (ocho canales y Gol Tv en alquiler) controlará aproximadamente el 42% del mercado publicitario, frente al 43,5% de sus rivales Mediaset (Telecinco, Cuatro y seis canales de TDT). Aproximadamente la mitad de la audiencia, y el 85,5% del mercado publicitario, estará en manos de solo dos empresas. Murió la competencia, se acabaron las alternativas, nació el duopolio.

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Cabeza de cochinillo

Mi buen amigo Javier Casqueiro, redactor jefe de El País y auténtica autoridad en política nacional, exigía el otro día en su interesantísimo blog “Entre moquetas” un respeto para el todavía presidente Zapatero. Le abuchearon, al presidente, al bajar del coche el día de la Constitución : “Hay que tener mucho rencor, memoria destructiva, resentimiento, mala baba, el corazón espeso, la mezquindad en el cerebelo para vivir en la desdicha de levantarse un día festivo, con ese frío, y llevar a los niños o incluso a los nietos a gritar “¡fuera, fuera!” al coche blindado y con los cristales tintados de una persona que se ha dejado buena parte de sus últimos ocho años de vida en su trabajo -más o menos afortunado, ese es otro debate- por el conjunto de todos los españoles. Esa actuación requiere un examen psicológico, no un análisis o post político. ¡Qué ejemplo!”.

Casqueiro exige un examen psicológico a aquellos que silbaron a Zapatero. Silbar es una muestra de rechazo indolora, agresiva únicamente en lo sonoro, que solo puede producir daños en la autoestima. Se silba a Ramoncín cuando desafina, al operario de la sala de cine cuando se desenfoca la imagen o a Sergio Ramos cuando el centro se le marcha a la grada. Una forma de protesta, el abucheo, que admite combinaciones más o menos ingeniosas: en el Nou Camp a Figo, entre silbido y silbido le tiraron una cabeza de cochinillo. Nada importante. Tras el concierto de pitidos Ramoncín, el operario, Sergio Ramos e incluso Figo superaron el mal rato sin ayuda de especialistas o medicación. Y, que yo sepa, no arrastran traumas irrecuperables. Son gajes del oficio.

No entraré en si, a lo largo de estos años como presidente, Zapatero ha desafinado más de la cuenta, ha desenfocado una barbaridad o ha perdido muchos o pocos balones. Pero me gustaría recordar que, solo unas horas antes de que la gente le abucheara, el todavía presidente había indultado a Alfredo Sáenz, consejero delegado del Banco Santander. El banquero, condenado a tres meses de prisión e inhabilitación por el Tribunal Supremo, solo tendrá que pagar un máximo de 3.000 euros. El indulto impide la posibilidad de que Sáenz sea inhabilitado por el Banco de España.

Indultar es una cuestión peliaguda. Un ejercicio veleidoso y arbitrario que suele ser la guinda de políticas autoritarias. Cuentan que Franco lo hacía para celebrar sus erecciones: apenas una docena de indultos en cuarenta años. Y que Idi Amin indultaba a quienes se comía para que la carne supiese menos a bilis.

Indultar no es democrático, ni progresista, ni socialista. Indultar es autoritario, despótico y profundamente injusto. Para silbar a alguien que acaba de indultar a un banquero no hace falta tener, como dice Casqueiro, “mucho rencor, memoria destructiva, resentimiento, mala baba, el corazón espeso o la mezquindad en el cerebelo”. Para silbar al Zapatero que, con la que está cayendo, indulta a un banquero, quizá solo hay que tener un poco de sangre en las venas.

Pero la cosa no queda ahí. Con el eco de los famosos silbidos aún resonando, el indultador volvió a las andadas y levantó la pena a dos directivos de Azucarera Ebro condenados por fraude a la Unión Europea. La Audiencia Nacional les impuso en su día penas de nueve años y seis meses de cárcel por delitos contra la Hacienda de la Comunidad Europea y falsedad en documento público y mercantil, en un fraude que ascendió a 27 millones de euros.

Si ésta va a ser la línea de Zapatero, el indultador, en sus últimos días de gobierno, algunos energúmenos podemos llegar a pensar que el silbido se queda pequeño. Echamos de menos la cabeza de cochinillo.

 

Un motivo para NO ver la televisión

El Ejército Furioso

Autora: Fred Vargas.

Editorial: Siruela.

Gustan mucho los muertos vivientes en estos tiempos de crisis. Televisiones, cines y librerías rebosan zombis, vampiros y demás cadáveres en movimiento. Por eso resulta especialmente oportuno el tema elegido por la francesa Fred Vargas para su nuevo libro: el Ejército Furioso, una hueste de cadáveres andantes que imparte justicia en una pequeña población normanda. La tropa, una leyenda medieval que mantiene aterrorizados a los vecinos, ha regresado para sembrar de cadáveres de maleantes la región. O al menos eso piensa una señora que busca la ayuda del entrañable comisario Adamsberg para resolver el misterio.

Pero la cosa no queda aquí. Vargas añade a esta trama, ya de por si densa y compleja, un puñado de personajes increíbles: un joven pirómano, un palomo torturado, un hijo reencontrado… Con estos elementos la escritora parisina escribe una historia tan negra como fantástica, tan policiaca como macabra. Vargas en estado puro.

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Desarrollo insostenible

A los políticos no les interesa el medio ambiente. Por si no lo sabían, en el famoso cara a cara entre Rubalcaba y Rajoy del pasado lunes no se habló ni una palabra del cambio climático, los trasvases, las energías alternativas, la contaminación o los residuos. Y en el debate entre actores secundarios celebrado la noche del miércoles, más de lo mismo: la ecología no está en la agenda de nuestros políticos. Curiosamente esta ausencia no ha sorprendido a los analistas políticos, esos sesudos periodistas y aguerridos tertulianos que desglosan hasta el mínimo suspiro de los candidatos, llegando a analizar incluso el color de sus corbatas, la intensidad de sus miradas y la ausencia de fundas en sus piezas dentales. Ni los aspirantes a presidente ni sus secuaces hablan nunca de medio ambiente, que es tanto como no hablar de futuro, y nadie parece sorprenderse por ello.

Conclusión: a los medios de comunicación tampoco les interesa la ecología. Incluyen algunas noticias sobre el tema en sus páginas y en sus informativos, pero me temo que es más por el qué dirán, por parecer modernos y comprometidos, que por auténtica convicción verde. Defienden el uso de las bicis en las ciudades y los huertos urbanos, que lo han visto en Nueva York y es cool, pero el resto vende ciertamente poco y no da para una portada del dominical. Tenemos cosas más importantes de las que preocuparnos, piensan el militante, el periodista y el empresario. Ecología y progreso no acaban de ser compatibles. No creen en la posibilidad de un desarrollo sostenible, de una economía verde. El desafío les viene grande.

No han ayudado a mejorar este problema nuestros grandes líderes. Un visionario llamado José María Aznar arremetió en su día contra “los abanderados del apocalipsis del cambio climático” y  advirtió que se trataba de “un fenómeno científicamente cuestionable”. Rajoy, heredero del señor de las Azores, puso el debate en manos de un primo suyo físico, y llegó a la conclusión de que “no podemos convertir el cambio climático en el gran problema mundial”. Finalmente Zapatero terminó engañándonos a todos con su promesa electoral del 2008, en la que se comprometía a sustituir la energía nuclear por fuentes renovables “cerrando las centrales de forma ordenada en el tiempo al final de su vida útil”.

Las consecuencias de tanta ignorancia, de semejante desprecio por el planeta y sus habitantes, ya están aquí: según un informe de la Agencia Nacional de la Energía (AIE), el calentamiento global es ya inevitable. Pero puede ser peor: “De no producirse un cambio de dirección absoluto” en el actual consumo energético en los próximos cinco años, la situación será “insostenible” y los daños “irreversibles”, asegura este organismo, dependiente de OCDE.

Queda mucho por hacer. Hay alternativas, pero el desafío es grandioso y la mayoría de los políticos actuales no están a la altura. Juantxo Uralde y sus compañeros de EQUO continúan siendo ignorados por el sistema y los grandes medios. El 20N la situación puede volverse insostenible, y los daños, irreversibles.

Merluz@s

Era mentira. Todo era mentira. Lo de desmontar las nucleares, lo de que España estaba en la Champion Leage de la economía mundial, lo de recuperar la memoria histórica y poner en su sitio a la Iglesia, lo de conmigo de presidente jamás habrá en este país recortes sociales, lo de las ayudas a países necesitados crezca nuestra economía lo que crezca”... Todo era mentira. Todo este socialismo de pacotilla era una patraña, pura pose, un patético ejercicio de progresía de salón. Era un embuste incluso lo de la “reducción progresiva de la presencia militar de los Estados Unidos en España”. Recuerdan la retirada “inmediata” de las tropas de Irak, ¿verdad? “Responde a mi voluntad de hacer honor a la palabra dada”, dijo Zapatero sacando pecho.

Siete años después Zapatero y su Gobierno han negociando a escondidas convertir la base naval de Rota en uno de los ejes del escudo antimisiles de la OTAN: albergará 1.100 militares, cien civiles y cuatro grandes buques de guerra. En 2001 el actual presidente socialista se posicionó en contra de este plan, que impulsó Bush con el aval de Aznar. Hoy justifica la negociación, realizada en secreto, diciendo que generará empleo y beneficios económicos en la zona de la Bahía de Cádiz. “Creará 1.000 puestos de trabajo”, aseguró Zapatero en la sede de la OTAN, en rueda de prensa sin preguntas.

Análisis de ADN demuestran que el 8,6% de lo que se vende como merluza en realidad no lo es. Normal: el 99,9% de lo que se vende como político tampoco es tal.

¿Líderes blandengues? Los viejos rockeros asoman la patita: ayer Aznar dió el cante en la convención nacional del PP. Y Felipe González se deja querer: dirigentes del PSOE le piden que regrese y sea el presidente del partido.

P.D.

Nunca olvidaré la primera toma de contacto con un ordenador Apple: tuve que meter el número de mi cuenta corriente para poder arrancar el iPad. Luego el cacharro funciona, y es cool, y no tiene virus, y es el futuro, y no se ven vídeos en Flash.

Que Steve Jobs sea considerado un genio de nuestro tiempo (ayer leí cómo le comparaban con Leonado Da Vinci y con Einstein), dice mucho de nuestro tiempo. Antes de que se enfriase el cadáver, los grandes periódicos nacionales ya analizaban el fenómeno en profundidad: “¿Por qué Steve Jobs siempre vestía vaqueros Levi´s, zapatillas New Balance y camisetas negras de cuello vuelto?”, se preguntaba El País. La respuesta merecía la pena: “Jobs dinamitó la imagen del jefe como un señor vestido de traje y corbata, dejando un legado estético que siguen hombres de todo el mundo”.

Maldita sea, ¡he estado a la última durante décadas sin enterarme! En cualquier caso, ya soy viejo: mola el iPad, pero con lo que realmente disfruto es con los buenos contenidos.