La gente se mete con Cristina Pedroche, la presentadora de televisión, desde que lució un vestido con transparencias para dar las campanadas. Y porque sale con uno de esos cocineros estrellados que dan de comer a los ricos. Y porque dicen que está fondona en bañador: algún necio ha llegado a llamarla “La ballena de Vallecas”. Y porque… Se queja Pedroche de que la gente es machista, sexista, sensacionalista y envidiosa. “Igual viene con transparencias y nos alegra el día”, dice el co-presentador del programa de Antena 3 “Espejo público” el día que tienen a Pedroche como invitada.
“La gente me critica porque utilizar las redes es gratis”, dice una Pedroche sin transparencias. Se refiere a las redes sociales. Pero mientras habla, en Antena 3 ponen las imágenes de Pedroche con transparencias. Lo de “La ballena de Vallecas” viene, cuenta la chica, del día en que colgó en internet su foto en bañador cuando comenzaba a dar clases de natación. Utilizar las redes es gratis, ¿recuerda? “En todo caso seré una ballena sexy”, sentencia divertida.
Y para despedirse, imparte un curso de autoayuda: “Yo solo quiero que la gente que vea esto, y por eso lo he puesto en las redes sociales, sea feliz. ¡Quiérete! ¡Yo me quiero! ¡Yo estoy feliz! Y no olviden que a las cuatro menos cuarto… ¡“Zapeando”!”. “Zapeando” es el programa que Pedroche presenta en La Sexta.
La televisión tiene el don de convertir el asunto más sesudo en la cosa más trivial. Uno no sabe si Pedroche es una víctima del machismo o una exhibicionista, si está un poco fuerte o se trata de una mujer leopardo. Lo cierto es que las mujeres sexys lo petan en la tele. Y marcan tendencia. Si no me cree, ahí tiene a Belén Esteban: el pijama animal print que luce en la casa de “Gran Hermano VIP” (Telecinco) está agotadísimo en El Corte Inglés.
Pero el mayor descaro en cuanto a utilización de la imagen de la mujer lo tenemos en el periódico sensacionalista británico The Sun. Hace unos días dijeron que suprimían, por fin, la legendaria chica desnuda de su página 3. En España muchos tertulianos aplaudieron la decisión, evitando recordar que en nuestros quioscos tenemos cada semana la portada de Interviú y cada día la contraportada del deportivo AS. La legendaria hipocresía ibérica. Pero el colmo es que, solo tres días después, el tabloide de Rupert Murdoch aseguró haber sufrido “un lapsus mamario”: “Con relación a las informaciones recientes en otros medios de comunicación, queríamos aclarar que ésta es la página 3 y hay una fotografía de Nicole, de 22 años, de Bournemouth”. Es decir, que vuelven a las andadas. Y es que no se le pueden quitar las manchas al hombre leopardo.
Un motivo para NO ver la televisión
Chris Spedding
Cd: Joyland.
Chris Spedding es, con 70 años en las espaldas, uno de los guitarristas de serie B más grandes de todos los tiempos. Es decir, que es un genio pero no juega en la liga de Eric Clapton, Jimmy Page, Hendrix, Gilmore y Compañía. Spedding pertenece a esa larga lista de maravillosos perdedores de las seis cuerdas en la que están tipos como Danny Gatton, Link Wray o Roy Buchanan. Los mejores guitarristas desconocidos del planeta.
Se llama Peter Robinson, pero todos le llaman Chris Spedding. Nació en 1944 en la localidad británica de Derbyshire, y comenzó a tocar la guitarra con doce años. Bueno, la guitarra no: el violín. Intentaba sacar a este instrumento los sonidos rocanroleros de la época. Luego llegaron las primeras bandas adolescentes, con las que incluso teloneó a los Stones en el primer concierto tras la muerte de Brian Jones. Para entonces ya era un músico con personalidad, con feeling… ¡Jagger y compañía barajaron su nombre para sustituir a Mick Taylor!
En 1978 conoce al rocker Robert Gordon: “Tiene mejor voz que yo”, asegura Spedding. Juntos graban grandes discos y ofrecen conciertos memorables. Hiperactivo, ha grabado y tocado con decenas de músicos, desde Dee Dee Ramone y Nina Hagen a John Cale y Brian Ferry. Su nuevo disco, “Joyland”, el número 19 en su carrera como solista, cuenta con la participación de numerosos colegas: Glen Matlock, Bryan Ferry, Johnny Marr, Robert Gordon, Ian McShane, Andy Fraser… No es rockabilly, el género en que se encuentra más cómodo Speeding, pero está repleto de buenas guitarras. Y como de costumbre, envuelto en una hermosa portada.