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Lara presidente

Los periodistas preguntan en rueda de prensa a Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, por la caja B de su partido y por la condena a cuatro años de cárcel por delito fiscal a Carlos Fabra, símbolo durante mucho tiempo de la grandeza del PP. ¿Sigue usted creyendo que es “un ciudadano y un político ejemplar”? Rajoy dice que sobre esos temas ya ha dicho todo lo que tenía que decir. Y se pone a hablar de economía. ¿Desfachatez del presidente? No, torpeza de los periodistas. Sobre las cosas realmente importantes de este país no hay que preguntar a los presidentes del Gobierno, hay que preguntar a José Manuel Lara.

El ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero presentó anoche “El dilema: 600 días de vértigo”, su libro de memorias como jefe del Estado. Está editado por Planeta, la editorial de Lara, e incluye la famosa carta que el Banco Central Europeo envió en 2011 al entonces presidente para marcarle los tiempos que debía seguir la economía española. Tanto la oposición como los medios de comunicación quisieron conocer el contenido de ese documento, pero Zapatero se negó a hacerlo público por, dice ahora, “el riesgo a la estabilidad”. Fue un secreto de Estado… hasta que llegó Lara con el talonario. Entonces se desclasificó la carta, que ahora usted puede leer tranquilamente tras pasar por la caja de su librería favorita.

El libro de Zapatero deja muy clara una cosa: que los silencios de Rajoy están plenamente justificados. El actual presidente no evita a la prensa por miedo a la realidad social, por avergonzarse de pertenecer a un partido corrupto o por simple inutilidad intrínseca. No. El presidente no habla, no da explicaciones y evita a los medios, porque no quiere reventar el contenido de su futura biografía política. Los ciudadanos que quieran saber qué piensa el líder del Partido Popular, cuáles son los planes del hombre que en estos momentos dirige el país, deberán tener un poco de paciencia: ¡Esperen a que Rajoy abandone Moncloa y publique sus memorias!

Así las cosas, quizá deberíamos eliminar intermediarios. Vayamos al grano. Votemos a Lara próximo presidente.

 

Un motivo para NO ver la televisión

Vidas de hojalata.

Autor: Paul Harding.

Editorial: RBA.

Hace algunos años, Paul Harding (Massachusetts, 1967) abandonó el mundo del rock and roll para dedicarse a la escritura. Ignoro si el mundo de la música debe llorar la pérdida, pero estoy seguro de que la literatura está de enhorabuena: “Vidas de hojalata” es uno de esos debuts que dejan huella. Tanto como para que, tras una tirada inicial de apenas 500 ejemplares en 2009, fuese galardonado meses más tarde con el premio Pulitzer de ficción.

“Vidas de hojalata” es la emocionante descripción del final de la vida de un hojalatero que arregla relojes, y que recuerda a su padre, un vendedor ambulante que padece ataques epilépticos. Es la Nueva Inglaterra de finales del siglo XIX y primera mitad del XX. George Washington Crosby agoniza en su cama de alquiler de hospital, colocada en mitad del salón de su casa. “Noventa y seis horas antes de morir, George recuerda…”.

George recuerda su vida, su familia, sus relojes, sus esfuerzos, su relación con su padre enfermo. Y cómo la naturaleza influye en ese mundo rural que viene y va, de manera recurrente, entre delirios, memorias y reflexiones. Todo ello narrado de manera magistral, vigorosa, innovadora. Un primer libro estremecedor.

“Tus mañanas frías se llenan con el dolor que causa el hecho de que , aunque no nos sintamos cómodos en este mundo, es todo cuanto tenemos y es nuestro pese a estar lleno de conflictos, de modo que lo único que podemos considerar nuestro son los conflictos; pero incluso eso es mejor que nada, ¿no crees?… Y mientras el hacha se clava en la madera, consuélate pensando que el dolor de tu corazón y la confusión de tu alma significan que aún estas vivo, que aún eres humano y que sigues abierto a la belleza del mundo aunque no hayas hecho nada para merecerla. Y cuando te resientas por ese dolor en el corazón, recuerda: Algún día estarás muerto y enterrado”.