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Sketches humorísticos

Siempre pendiente de la actualidad política, José Mota ha emitido en su programa un cara a cara entre dos políticos de reconocido prestigio mediático: la Vieja’l Visillo y el concejal Roñeras. Mota debió pensar que el moderador de semejante esperpento no debía desentonar con el tono jocoso del gag, y le propuso el papel a Manuel Campo Vidal, presidente de la Academia de la Televisión y moderador vitalicio de debates presidenciales. Ni qué decir tiene que Campo Vidal aceptó.

Que la política española es una chirigota no hace falta que venga a contarlo José Mota. Y que la Academia de la Televisión es un chiste, tampoco. Otra cosa es que sean capaces de arrancarnos una sonrisa. Eso es cosa de profesionales… Una web está recogiendo firmas para pedir a María Dolores de Cospedal, nuestra Vieja’l Visillo favorita, que cuente otra vez el chiste del finiquito. Aseguran que varias cadenas europeas están interesadas en los derechos de retransmisión.

No me canso de verlo… ¡Supera esto, José Mota! ¡Aprende a contar un chiste, Paz Padilla! Contaba ayer la Cadena SER que Esperanza Aguirre ha llamado “imbécil” a Cospedal. Una amargada esta Aguirre, y una envidiosa: Cospedal está insuperable. Y su carrera como comunicadora parece no tener límites. En directo, en diferido y en plasma.

Ayer mismo cogió el testigo de Mariano Rajoy y sus ruedas de prensa virtuales: los periodistas que se acercaron por la tarde a Génova, para escuchar a María Dolores de Cospedal en la clausura de un acto del PP con motivo de la celebración mañana del Día Internacional de la Mujer, tuvieron que seguir el discurso de la secretaria general del PP desde la sala de prensa, vía televisor de plasma. Criticó duramente las cuotas que defienden partidos como el PSOE y se marchó a su casa sin meter ni una vez la pata. Es decir, sin ver a un solo periodista, sin responder una sola pregunta. Bueno, sin meter la pata… “Conciliar siempre nos toca a nosotras, mientras ellos se van a echar la partida, la cerveza o a ver el fútbol”, dijo en tono Vieja’l Visillo feminista.

¿Y qué hacen las asociaciones de la prensa y de la televisión ante semejante falta de respeto al trabajo de los periodistas? Algunos ruedan sketches humorísticos. Otros ya han comenzado a organizar a los profesionales de la información: el coro de la Asociación de la Prensa de Madrid acaba de anunciar que las audiciones para cubrir los puestos de soprano, contraltos, bajos y tenores tendrán lugar los próximos días 19 y 26 de marzo…

 

Un motivo para NO ver la televisión

Corey Harris

Cd: Fulton Blues.

El nuevo disco de Corey Harris arranca con un blues eléctrico arropado por unos metales. ¡Sorpresa! El maestro de los nuevos tradicionalistas se enchufa para dar comienzo a su disco número doce. Que nadie se asuste. A partir de ese momento regresa el bluesman acústico, y no vuelve a escucharse una trompeta hasta el corte número cinco.

En “Fulton Blues” el amigo Harris aparece menos rural que de costumbre, alternando sonidos y producciones. “House Negro Blues” es una canción intensa que suena a bar de Chicago. “Blag Rag” suena a banjo campestre y porche trasero. El guitarrista de Denver ha grabado un disco abierto, magnífico, recomendado para todos los públicos. Siempre que amen el auténtico blues, por supuesto…

Quiero ser torturador

“Hay gente pa’ to”. Rafael Guerra, Guerrita.

Ignacio Villa, director de Castilla La Mancha Televisión, no es el típico mamporrero puesto a dedo por una María Dolores de Cospedal que quiere controlar esta televisión autonómica, como Esperanza Aguirre controla Telemadrid. Ni muchísimo menos. Villa es un visionario, uno de esos iluminados que, como Steve Jobs en el sector informático, parece destinado a modificar la historia de la pequeña pantalla. Su última ocurrencia es simplemente brillante: propone “intercambiar corridas”. ¿Un ciclo de cine porno para las noches golfas de los recios y formales castellano manchegos? No, por dios. Recuerde que Cospedal es de las de mantilla, rosario y procesión. Villa quiere crear una “pequeña federación” de televisiones taurinas para reducir costes cambiando festejos como si fueran cromos. Este tipo es francamente ingenioso…

Regresan los viejos y buenos tiempos, los días de moscas, sol y toros. Vuelven por la puerta grande, de la mano de un PP que financia la fiesta nacional mientras desangra la educación. ¿Educación he dicho? No se le puede pedir mucha a un Gobierno que confunde al escritor mexicano Carlos Fuentes con el padre de Artur Mas…

¿De verdad quieres ser torero, chaval?

La guinda de este innovador proyecto taurino popular es el estreno de un programa de esos que nos devuelven la pasión por España y por lo español. Se llama “Quiero ser torero”, y es un reality de ambiente cornúpeta capaz de avergonzar al más curtido monosabio. Emiten el esperpento, financiado con nuestro dinero, dos cadenas en ruinas: Telemadrid y Castilla La Mancha.

“Quiero ser torero” es la caspa. “El primer programa de televisión que nos acerca a la vida, el aprendizaje y el sacrificio de un grupo de jóvenes que aspiran a convertirse en figura del toreo”, dice la promoción de Telemadrid. Un “Operación Triunfo” para aspirantes a torturador que comienza con una decepción: Paquirrín no forma parte del jurado. Los seis elegidos, “contará la actitud y la raza”, han de convivir en una finca y pasar determinadas pruebas en un intento por triunfar en el mundo del toro. ¿Mujeres? Ninguna salvo la presentadora, Cristina Sánchez. El ganador obtendrá un jugoso premio, a la altura del prestigio de las cadenas que lo financian: una novillada “con la máxima importancia posible”.

“¿Usted sabe lo que es la torería?”, pregunta el juez en lo que parece el pase de modelos para una capea. “Algo con lo que se nace”, responde muy chulito el aspirante. No ha pasado ni medio hora cuando sueltan una vaquilla empapada en sangre, primera víctima inocente de un programa que huele a Farias. Un asco. El jurado pone cara seria: “Cagüen la leche, éste tiene muy buenas hechuras…”, dice un engominao mientras el chaval, en lugar de estar estudiando, clava unas banderillas en el lomo del herbívoro. Y les enseñan a no dejar comida en el plato, a cerrar la tapa del tigre y a ordenar su cuarto. Torería. “Mis amigos dicen que parezco antiguo”, asegura un chaval con toda la razón del mundo. “Pobres, pero honrados y limpios, eso es lo que esperamos de vosotros”, sentencia el jurado. Carne de gallina.

¿Realmente nuestros jóvenes quieren ser toreros? Ya sabemos que vivimos tiempos duros, y que justo ahora es cuando más cornadas da el hambre. Pero ¿no sería mejor utilizar el dinero público para poner en marcha programas como “Quiero ser político” o “Quiero ser banquero”? O incluso “Quiero ser presidente de una televisión autonómica”. Muchos menos riesgos, nada de maltratar animales, y una jugosa jubilación sin haber recibido un solo revolcón.

P.D.

El Partido Animalista Pacma ha señalado que está estudiando la posibilidad de denunciar a las cadenas que, emitiendo “Quiero ser torero”, podrían infringir el articulo 6 de la Ley de Protección Animal de la Comunidad de Madrid: “La filmación de escenas con animales para cine o televisión, que conlleven crueldad, maltrato o sufrimiento, requerirá autorización previa del órgano competente de la Comunidad de Madrid, y que el daño al animal sea en todo caso un simulacro”.

 

Un motivo para NO ver la televisión

Joey Ramone

Cd: …Ya Know.

Segundo disco póstumo del cantante de los inolvidables Ramones, la banda más divertida de la historia. Once años después de la muerte de Joey editan una colección de caras B y maquetas inéditas que han sido recopiladas y editadas por los productores Ed Stasium, ingeniero de “Leave Home” y “Rocket to Russia”, y co-productor de “Road to Ruin”, y Jean Beauvoir, ex Plasmatics. Mucha tralla, melodías sencillas y la voz del espárrago que supo hacer canciones directas y brillantes de dos minutos de duración.

En el disco, que tiene momentos brillantes de rock garrulo, han colaborado Joan Jett, Little Steven, Lenny Kaye, Dennis Diken (ex The Smithereens), el batería Richie Ramone, Andy Shernoff de Dictators, y el Mickey Leigh, hermano pequeño de Joey. Tenemos “¡Hey Ho, Let´s Go!” para rato…

Lo siento mucho

El presidente francés Nicolás Sarkozy se quita el reloj cuando tiene que saludar a su pueblo. Por si se lo mangan. Tenga usted en cuenta que el pequeño gran líder del país vecino no calza precisamente un Casio: su muñequita de alambre sostiene un Patek Philippe 5140 G de oro blanco, peluco de lujo valorado en más de 55.000 euros. Es lógico, por tanto, que cuando se pega baños de multitudes evite tentaciones al populacho y ponga a buen recaudo su valioso patrimonio. Estas escrupulosas normas de seguridad nos llevan a pensar que, en un país con cinco millones de parados, cuando Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal decidan pisar la calle y saludar al pueblo español tendrán que quitarse hasta las fundas dentales y el DIU, respectivamente: están tan mal las cosas que para entonces los españoles, que ya estamos friendo los huevos con saliva, seremos capaces de hacer cualquier barbaridad.

Nos están chupando la sangre. Pero al menos ahora, en un alarde de generosidad, quieren darnos una propinilla por el plasma: la farmacéutica Grifols, tercer productor mundial de hemoderivados, propone pagar 70 euros al mes a los parados que donen sangre. Generosos los vampiros ¿verdad? Pues es posible que el chollo no termine ahí: si la venta de sangre resulta un éxito quizá nos permitan ampliar las posibilidades de rentabilizar nuestro cuerpo poniendo a la venta órganos vitales. Podremos vender el páncreas, por ejemplo, que es uno de esos órganos segundones sin los que imagino se puede vivir perfectamente. Con las perras obtenidas podremos darnos el capricho de la Thermomix, o mandar al crío a estudiar en la privada. Eso sí, para cambiar el Audi tendremos que echar mano de un pulmón o de un cacho higadillo.

Grandes males, grandes remedios. ¿Ve usted como la situación no es tan dramática? ¿Y cómo todo tiene arreglo menos la muerte? Ahí tienen a don Juan Carlos, el rey cazador, pidiendo perdón al salir de la clínica: “Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir”, dijo poniendo la misma cara que puso Jaimito cuando le pillaron falsificando las notas. ¡Un Jaimito de 74 años! Con el futuro sistema de compra venta de sangre, órganos y demás minucias, mucho más ambicioso que el copago del PP, el monarca podría haberse calzado, en lugar de una vulgar prótesis de titanio, la cadera del mismísimo Nacho Vidal. ¡Dinamita!

 

Resurrección

“Si Cristo no resucitó, vacía es nuestra predicación, vacía es también nuestra fe” (I Corintios 15:14).

En una web como ésta, rodeada de glamour, elegancia, estilo y celebrities, estoy seguro de que no desentonará la fotografía de María Dolores de Cospedal aferrada a un tronco de dimensiones nachovidalianas. Es la imagen de desarrollo y modernidad que sin duda quiere transmitir nuestro Gobierno al resto del mundo: un emocionante posado de la secretaria general del Partido Popular, mano derecha de Mariano Rajoy, brazo ejecutor de liberales asilvestrados y miembro incorrupto de la derecha saetera, peinetera y mea pilas. La beata.

Cospedal se echa a los lomos madero y muñeco solo unas horas después de que su Gobierno haya recortado un 60% las ayudas del Ministerio de Presidencia a la Memoria Histórica. Parece una medida razonable, puesto que en España tenemos dos tipos de muertos: los que resucitan y los otros. Los primeros son los que menos ayuda necesitan, puesto que se valen y se sobran para mantenerse activos incluso dos mil años después de cascarla. Los otros, los que no pueden escapar de las cunetas, que espabilen. Un muerto que no consigue regresar a la vida por sí mismo, ese cuerpo incapaz de poner sus carnes de nuevo en marcha, la verdad es que no merece la vida eterna, y sí permanecer en el olvido por los siglos de los siglos.

Un Gobierno que cree en la resurrección no puede creer en la Memoria histórica. Aceite y agua. Cuerpos gloriosos, espirituales, con alma, frente a cuerpos materiales, orgánicos, rellenos de células, moléculas, tejidos, huesos, gases, pises, cacas y demás sustancias innobles. Pero cuidado, porque un Gobierno que cree en la resurrección, y apuesta por el florecimiento de la carne, tampoco puede creer en la educación laica. Y es evidente que un Gobierno que cree en la vida eterna, y apuesta por la inmortalidad del alma, tampoco puede creer en la ciencia.

Así las cosas, ¿en qué puede creer un Gobierno como el nuestro? Muy fácil: en Eurovegas Madrid. Por la mañana, lloriqueando en la procesión, y al caer la tarde unas manitas de poker, unas fichas en la ruleta, unos whiskis en una barra de striptease… y lo que el señor todopoderoso nos tenga preparado para después.

 

P.D.

La prensa del día…