La crónica que ocupaba la página de comunicación de El País del pasado sábado se titulaba “Antonia San Juan acaba con la paz reinante en La que se avecina“, y comenzaba con el siguiente párrafo: “Este lunes 23 La que se avecina dice hasta luego a la sexta temporada con un final apoteósico”. ¿Un final apoteósico? ¿En ‘La que se avecina’? ¿A cuatro columnas en El País? El resto de la pieza es poco más que un texto promocional de la serie emitida por Telecinco, cadena por cierto socia de Prisa, empresa editora del diario El País. “Según Mediaset, la serie ha incrementado su audiencia esta temporada, siendo la mas vista hasta ahora”, continúa el artículo. ¿Según dice Mediaset, la productora de la serie? Excelente fuente… El texto termina asegurando que, según una de las actrices protagonistas, el éxito de esta ficción “radica en la maravillosa mezcla que dan unos buenos guiones conjugados con grandes actores y una buena dirección”.
Como consumidor de información, haberme acostumbrado a pagar publicidad a precio de información me resulta aún más doloroso que admitir un error grave pero puntual, como el de la ya famosa foto de Chávez. Con esa imagen no me quisieron engañar, les engañaron a ellos. Pero con las decenas de textos serviles, es decir, propagandísticos y promocionales, que publican cada día no solo me estafan de manera premeditada, sino que ponen en duda mi capacidad intelectual. Y hacen un daño gravísimo a una profesión basada en el rigor, la credibilidad y la crítica. Leer en una información de El País que ‘La que se avecina’ radica en la maravillosa mezcla de buenos guiones conjugados con grandes actores y una buena dirección, y que el último capítulo de la temporada tendrá un final apoteósico es, directamente, un insulto a mi inteligencia.