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Se fuerte, Nacho

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, envió un mensaje de apoyo a Ignacio González en 2016, cuando el expresidente de la Comunidad de Madrid ya estaba imputado por el caso del ático de Estepona. “Gracias, Nacho. Un fuerte abrazo. Ojalá se cierren pronto los líos”. El ministro de Justicia enviaba de esta manera su particular “Se fuerte” a Nacho, su colega.

Cuando escribo este post Nacho sigue en chirona, y el ministro en el ministerio. La primera parte de la frase es comprensible, la segunda resulta insoportable. Catalá debería marcharse de inmediato: es intolerable que un ministro de justicia se dirija en esos términos a un imputado. Pero el listón de la decencia está no bajo, sino a ras de suelo: cuando Mariano Rajoy no se fue tras apoyar a Bárcenas, sabiendo que tenía 22 millones en Suiza, abrió la barra libre de la indecencia política, de la desverguenza judicial, de la corrupción institucionalizada. De la justicia dependiente.

“Se fuerte, Nacho”, le dice el ministro de Justicia al sapo número uno de la charca de Esperanza Aguirre. Y no pasa nada. Este país se está convirtiendo en un estercolero, si no lo es ya, y buena parte de la culpa la tiene el Partido Popular, una organización diseñada para delinquir.

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Un motivo para NO ver la televisión

Sabina. Sol y sombra.

Editorial: Efe Eme.

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Si usted va a leer este año un solo libro de música, no lo dude: “Joaquín Sabina. Sol y sombra” es lo que está buscando. Si usted va a leer este año un solo libro, en general, quizá también debierá sumergirse en “Joaquín Sabina. Sol y sombra”: disfrutará tanto que quizá se enganche al virus de la lectura y de un giro a su triste existencia. Y es que estamos ante una obra amplia y concienzuda, entretenida y brillante, educativa y literaria, profundamente musical y poética, intensamente literaria. En este libro encontrará todo lo que necesita para disfrutar de uno de los grandes artistas españoles contemporáneos, para entender un país y un tiempo a través de sus canciones, de sus discos, de sus conciertos.

Sabina es un cantante con voz de serrucho, un poeta ingenioso y un compositor apañado, un ángel y un crápula, una leyenda y una promesa, un atlético hasta la médula. Sabina quizá sea el músico que necesita este país. Con una profunda carga de ironía y un regusto a melencolía, derrocha picardía ibérica y amor de contrabando. Quizá se le podría pedir un compromiso político más intenso, canciones de lucha y sangre, discos redondos sin rellenos, producciones más musicales y conciertos a la americana. De todo eso, de lo que se le puede pedir a Sabina y de lo que debemos agradecerle y disfrutarle, trata este libro mágico escrito por un vallisoletano que reina en la Gran Manzana.

Julio Valdeón es uno de los secretos mejor guardados del periodismo y la literatura de nuestro país. Tras analizar un disco y una época de Springsteen en un trabajo memorable, “American Madness”, regresa tras meses de duro trabajo con uno de esos libros que tienen como destino la gloria. Un libro sin fisuras, en el que no se han escatimado esfuerzos, donde se analiza la vida, la carrera y la obra de uno de los grandes cantautores españoles. Valdeón ha escrito en castellano una obra “a la inglesa”, es decir, una obra total para una sociedad exigente con cultura musical, con tradición sonora, con respeto por los artistas y los creadores.

“Joaquín Sabina. Sol y sombra” no es un ensayo para pusilánimes. Son 500 páginas repletas de información y pasión, de datos y análisis, de declaraciones y opiniones. Es la biografía definitiva de un genio escrita por el más brillante de nuestros periodistas musicales. Un placer inmenso.

 

Los brotes verdes

Sólo los grandes líderes mundiales, aquellos que marcan una época y tienen como destino la gloria, son capaces de reinventarse. José Luis Rodríguez Zapatero, nuestro presidente, es uno de ellos. Su recorrido medioambiental de ida y vuelta es un ejemplo de coherencia política, de integridad moral y de fondo de armario (chaquetas). Recuerden que ganó las elecciones siendo un ecologista convencido: ¡prometió cerrar las centrales nucleares! Y que en 2008 llegó a decir que el cambio climático era uno de los tres ejes de su política. Pero, vaya por dios, esas promesas se fueron desinflando: prolongó la vida a las nucleares, subvencionó el carbón, estigmatizó el sistema de primas que reciben las empresas de energías renovables, despreció el proyecto de ley de economía sostenible, continuó destruyendo el litoral y los ríos… ¡Pero eso ahora es pasado! En la reunión del G-20 que se está celebrando en Corea, Zapatero II el verde ha renacido cual crisálida: “La economía verde representa un gran potencial de futuro para la generación de empleo, para el avance tecnológico y para la competitividad de las economías”.

Rectificar es de sabios. ¿Y qué son, si no sabios, los grandes políticos españoles? Miren Aznar, negacionista perdido (“el calentamiento global es un mito”) en el 2008 y, apenas un par de años después, ejerciendo de “ecologista sensato”. ¿Y qué me dicen del actual líder del PP? El bueno de Rajoy tenía como asesor medioambiental a un primo negacionista, pero después vio la luz y, en un arranque de generosidad prometió plantar cuatro árboles por segundo durante su legislatura.

“Invertir en energías renovables creará un millón de empleos en España en la próxima década”, dice Zapatero mientras expulsa una ventosidad de CO2: España ha aprobado un nuevo sistema de ayudas al carbón nacional , con 1.000 millones de ayudas a las cuencas mineras en los presupuestos. Y es que el actual presidente pertenece a esa especie de políticos desmemoriados, como Aznar o Rajoy, capaces de vendernos las centrales nucleares con una mano y las energías renovables con la otra. Y si no escuchen como Miguel Sebastián, actual ministro de Industria, presume de las ayudas públicas al carbón, el combustible que más CO2 emite: “El Gobierno gasta en el sector más que la suma de lo que gasta en turismo, en internacionalización de la economía, apoyo a las exportaciones y en el plan de impulso de la sociedad de la información”.

Cada día es más difícil creer en ellos y en sus brotes verdes…

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P.D.1

Desde el falso secuestro del novio de Falete no me divertía tanto con un montaje… Ha tenido que ser  Frank de la jungla, el patético torturador de reptiles de Cuatro, quien en un desesperado intento por  relanzar su decrépita carrera audiovisual ha provocado un momento supuestamente dramático en el que una pitón está punto de acabar con su vida. Los miembros de su equipo, qué suerte, se encontraban cerca y pudieron salvarle. Viendo las imágenes resulta evidente que sólo la muerte por asfixia, y la posterior desaparición de su cuerpo en el buche de la culebra, hubieran salvaguardado la dignidad del showman.

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P.D.2

Esta noche Canal + estrena “¿Qué fue de Jorge Sanz?”, un interesante experimento audiovisual de David Trueba. Es una serie francamente innovadora y arriesgada, de seis capítulos y bajo presupuesto, capaz de sorprender al aficionado más exigente. Le diré que jamás pasaría los controles de selección de ficción de Antena 3 o Telecinco, lo que dice mucho en su favor. “¿Qué fue de Jorge Sanz?” cuenta las aventuras del propio Jorge Sanz, un actor de cuarenta años que antaño fue una estrella del cine y hoy es un fracasado. ¿Ficción? Me temo que no. Mucha ironía, algo de masoquismo, y muchos momentos cruelmente divertidos. Muy recomendable.

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P.D.3

El carril bici de Talavera de la Reina está a punto de inaugurarse. En la imagen, firmada por Manu Reino y publicada en la portada de La Tribuna de Talavera, se puede apreciar que se trata de un trabajo fino, realizado por auténtico amantes de este medio de transporte. A no ser que las bicis les importen un pimiento y su intención sea acabar con cientos de plazas de aparcamiento para que tengan que utilizarse los nuevos parkings de pago…

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Un motivo para NO ver la televisión

Bruce Springsteen

The Promise


Quedan sólo cuatro días para la edición de “The Promise”, la mastodóntica caja en la que Bruce Springsteen recupera sonidos e imágenes de finales de los setenta, quizá la cumbre de su carrera, y cuenta cómo grabó su grandioso disco “Darkness On The Edge Of Town”. Así son las tripas de este gran proyecto…

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Este el el propio Boss presentando la nueva caja en Londres…

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Y así es como era la música de Springsteen entonces… Este videoclip del tema que da título al disco, una maravillosa canción incomprensiblemente descartada en su día, es una lección sobre cómo grabar en directo.

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Por cierto: para disfrutar de “The Promise” al 100% resulta absolutamente imprescindible la lectura de “American Madness”, el vibrante libro del periodista y escritor Julio Valdeón Blanco…