“El progreso moral convive con un sistema económico que es contrario a los valores éticos”. Victoria Camps, catedrática de ética.
Jaume Roures es un empresario moderno. Es decir, un empresario que sabe diferenciar entre la ideología política y la cuenta corriente. Dos asuntos bien distintos, como todo el mundo sabe. Pero perfectamente compatibles: ¿Dónde está escrito que un tipo de izquierdas, socialmente comprometido, no pueda tener 250 millones de euros en 150 cuentas, un tercio en paraísos fiscales? Roures lo tiene todo, los millones y las cuentas, sin dejar de creer en los principios de Marx y Engels: “Mantengo los ideales marxistas con los que empecé”, confesó el fundador de Mediapro a su empleado Andreu Buenafuente hace unos años.
Es la magia de la televisión. Una fábrica de sueños… y de millones.
Roures es un empresario moderno, es decir, millonario y de izquierdas. Un emprendedor que se dedica a la televisión y sus vericuetos: especular con los derechos de los partidos de fútbol es, por ejemplo, un vericueto muy rentable. La tele es un mundo amplio que abarca muchos mundos, desde el deporte al cine pasando por la información (el poder), las apuestas, los ventrílocuos, la ficción, el corazón, los videntes homeópatas o los cocineros dicharacheros, por poner algunos ejemplos. Por eso, por el enorme abanico de posibilidades mediático-empresariales, la tele está llena de millonarios de izquierdas. Es un medio de comunicación cool, que te permite forrarte sin necesidad de traficar con drogas o armas, negocios con los que mancharías tu prestigio y traicionarías tus ideales. ¿Quieres ser rico y progresista? Pon en antena una tertulia de izquierdas, un programa solidario o un telediario comprometido. Apuesta por la telebasura. Maneja el poder que te da la información. Sin complejos, coño, ¡que tienes una tele! Y ya sabes que la televisión es un reflejo del resto del mundo, y el resto del mundo es dinero e ideología. Los dos motores de la humanidad. De esta humanidad.
Una vez dicho esto… Resultan cuando menos curiosos los procesos de edición de El País, diario al menos tan progresista como Jaume Roures. El diario de Prisa abrió su web el pasado domingo con esta información sobre su enemigo número uno, titulando de la siguiente manera: “Roures posee 250 millones en 150 cuentas, un tercio en paraísos fiscales”. Sin embargo, en el periódico de papel de esa misma jornada eliminaban la foto del empresario y titulaban de manera mucho menos agresiva: “Los derechos del fútbol se enfrentan a un cambio decisivo”. Asuntos que escapan al vulgar consumidor de información, puesto que atañen a los grandes empresarios de la comunicación de izquierdas. La vieja guerra del fútbol. Es decir, la pasta.
P.D.
Sin palabras (Firma del nuevo subsidio para parados de larga duración).