Son las nueve de la mañana. Mientras ojeo el periódico me parece escuchar de fondo un mantra televisivo: “Ya conocen las noticias… Ahora les contaremos la verdad”, dice el Gran Wyoming para arrancar “El Intermedio” (La Sexta), el único programa imprescindible de la televisión actual.
La frase suena lejana, pero con enorme claridad. Las noticias no tienen por qué coincidir con la verdad. La verdad no siempre es noticia. Las noticias y las verdades pueden ser agua y aceite. Moléculas irreconciliables. Elementos inmiscibles. La noticia está en la página 12 de El País: “Hemos hecho todo lo que podíamos contra la corrupción”, asegura Cospedal”. La verdad está en la página siguiente, la 13: “Interior excarceló a Matas en contra del informe de la prisión”.
“Nosotros no podemos meter a la gente en la cárcel”, aseguró María Dolores de Cospedal mientra veía por el rabillo del ojo cómo Jaume Matas abandonaba la cárcel tras cumplir sólo tres de los nueve meses de cárcel a los que estaba condenado. ¿Un indulto encubierto? No, un encarcelamiento en diferido. La política y la justicia, elementos miscibles. El Ministerio del Interior ha reconocido que concedió a Matas el tercer grado penitenciario en contra del informe de la prisión de Segovia. Interior y Prisiones, dos mundos bien diferenciados. Justicia igual para todos.
Carlos E. Cué, periodista de El País, puso a la secretaria general del PP contra las cuerdas durante una rueda de prensa en Génova: “El PP no ha dado una versión oficial de qué sucede con estas paredes, estas mesas y estas sillas, 1,7 millones de las obras de esta sede pagadas en B según un auto judicial”. Cospedal respondió que no tiene por qué responder a cada auto judicial. Preguntas y respuestas, ingredientes inmiscibles. “No quiero llevar la contraria a Cospedal, pero se pueden tomar más medidas contra la corrupción”, dijo toda digna Esperanza Aguirre al oler la sangre en las dudas de su secretaria general.
Y así continuamos viviendo, entre noticias y verdades, entre realidades oficiales y oficiosas. Entre políticos que no pueden meter a la gente en la cárcel y políticos que pueden salir de la cárcel. Entre la vergüenza y la desvergüenza. Ya conocen las noticias…