“La manera más rápida de ganar dinero es fabricar dinero”. Salomon ‘Sally’ Sorowitsch, falsificador judío.

La autosuficiencia es una meta, un sueño. Yo hago lo que puedo: energía solar, huerto, gallinas… Poca cosa, bien es cierto, pero menos es nada. Por eso siento una enorme envidia cuando conozco, gracias a los informativos de todas las cadenas, a todos los periódicos, a un hombre que estuvo a punto de lograr ese estado perfecto, utópico, en el que no necesitas a nadie y te bastas por ti mismo para vivir. Es la victoria sobre la sociedad de consumo. El autoabastecimiento, la independencia, la felicidad, la libertad.

Por si fuera poco, este grandioso personaje es castellano manchego. Un vecino, de Toledo. O al menos aquí es donde ha sido detenido por rozar una quimera con la punta de los dedos, por enfrentarse a esta sociedad depredadora, controladora, despiadada. Desconozco el nombre de este hombre de sesenta años, pero ya figura entre las personas más admirables de nuestro tiempo: autodidacta, metódico, minucioso, experto en artes gráficas… un artista. Era capaz de imprimir en su propia casa 2.500 euros al día, en billetes de 50 euros y de 100 dólares. Un héroe de la clase trabajadora.

“Si no tienes dinero, lo pintas”, decía mi abuelo cuando le pedía 15 pesetas para comprar la última historieta de Spiderman. Imprimir tu propio dinero no suena descabellado. Suena coherente. Suena a gloria. Teniendo en cuenta que el sueldo medio de los directivos españoles alcanzó en 2013 los 80.330 euros anuales, un 7 % más que en el año anterior; o que España destruye empleo por sexto año consecutivo y el paro supera el 26%; o que El 42% de los contratos firmados en diciembre duró menos de un mes; o que el 12% de los trabajadores españoles vive en situación de pobreza, no me parece descabellado que los ciudadanos se planteen fabricar sus propios billetes. Es más, si yo pudiera imprimir billetes de 50 euros en el sótano de mi casa incluso compraría preferentes, fíjese lo que le digo. Entre bomberos no debemos pisarnos la manguera.

La autosuficiencia es posible. Solo necesitamos un pequeño desembolso inicial para impresoras, plastificadoras, tintas, negativos, planchas metálicas, prensas, maquinas de termoimpresión… La inversión que realizaría cualquier autónomo. ¡Y a trabajar! Se acabaron los problemas para pagar al alquiler, el gasoil de la calefacción o la cesta de la compra. Olvide los agobios que le plantea su baja jubilación. Deje de ahorrar para las vacaciones. El precio de las entradas para ver al Atleti ha dejado de ser un problema. ¡Comience a vivir como un tesorero del PP o como el gestor de una caja de ahorros!

Por la impresión, mediante la falsificación, a la autosuficiencia.

Un motivo para NO ver la televisión

Cd: Sorrow Come Pass Me Around: A Survey of Rural Black Religious Music.

Varios artistas.

Atención: este no es un disco para todos los públicos. Pero es un gran disco, con 16 canciones de una sencillez y una profundidad estremecedoras. Una colección de canciones espirituales y gospel realizada en contextos no religiosos informales entre 1965-1973. Música interpretada en la intimidad, con instrumentaciones muy básicas y prestando especial atención a las voces. Muchos guitarristas, generalmente relacionados con el blues, entre los que destaca Robert ‘Nighthawk’ Johnson. “La mayoría de los discos de música religiosa negra contienen alguna forma de cantar gospel o cantos  congregacionales registrados en un servicio religioso. Este álbum, sin embargo, pretende dar a conocer una amplia gama de estilos de interpretación y contextos, con la esperanza de mostrar el importante papel que juega la música religiosa en las comunidades negras del sur, y en la vida cotidiana de las personas”, escribe David Evans en los créditos.