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La política omnipresente

Por ahí va Esperanza Aguirre, chulapa de paso firme y decidido, camino del Ayuntamiento de Madrid. Sube seis puntos desde que fue nombrada aspirante, según la última encuesta de El País, y se afianza como el valor más sólido de un Partido Popular consumido por la corrupción. ¿Cuáles son los valores de esta supermujer, cuáles sus méritos? Pues no son pocos: ha destapado la trama Gürtel, ha huido de la policía tras aparcar en el carril bus de la Gran Vía, ha colocado un sillón hinchable entre bambalinas a la salida de sus mítines, ha reivindicado su papel como cazatalentos (Granados, Ignacio González…), ha abrazado a una inmigrante negra, ha negado a Mariano Rajoy, ha bailado un chotis con Pablo Motos y ha dicho verdades tan grandes como que “el populismo no ha traído más que miseria y opresión”. Y eso sí, ha hecho promesas. Muchas promesas, todas las promesas del mundo.

Por si le quedaban dudas sobre el talento de la cazatalentos, Aguirre ofrece a su público, de manera completamente altruista, un master en gestión de la televisión pública. “Aguirre ´fuerza` a Telemadrid a cuatro días de debates”, titula el poco dudoso diario ABC. La información no tiene desperdicio: Esperanza Aguirre, candidata del PP al Ayuntamiento de Madrid, no quiere un debate televisivo a seis bandas. Telemadrid se ha visto obligada a innovar y programar tres días consecutivos de enfrentamientos «cara a cara» entre los aspirantes a la alcaldía –los días 18, 19 y 20– tras la presión ejercida en las negociaciones por los populares madrileños. Las fechas de los encuentros entre Aguirre, Antonio Miguel Carmona (PSOE), Begoña Villacís (Ciudadanos), David Ortega (UPyD), Raquel López (IU) y Manuela Carmena (Podemos) –quince rondas, según ha podido saber ABC– se cerraron ayer mismo. Un formato novedoso que, sin embargo, no se repetirá en el caso de los seis candidatos a la Comunidad”.

Dicho de otra manera: Esperanza Aguirre hace lo que quiere con Telemadrid, una televisión pública, pero a su servicio, dirigida por peleles a sus órdenes. ¿Cómo no votar a un político así?

Aguirre quiere quince debates porque necesita estar en la pomada mañana, tarde y noche. Poco importa el motivo de su omnipresencia mediática. Puesto que no hay discurso, que el programa es un papel en blanco y que las promesas se hacen para romperse, aturullemos al ciudadano a golpe de presencia. Puede haber madrileños que no sepan quién es Manuela Carmena, candidata de Ahora Madrid, pero ni uno solo debe ir a las urnas el próximo día 24 de mayo sin haber visto a Aguirre huir con el coche, bailar chotis, destapar tramas corruptas, besas yonquis, comer churros o, por qué no, mentir como una bellaca.

Mientras escribo estas líneas Aguirre es noticia porque ha dicho que Carmena no había aprobado las oposiciones a juez, y había entrado “por el cuarto turno”. La asociación Jueces para la Democracia ha acusado a Aguirre de mentir: “La realidad es que cualquier persona mínimamente informada sabe que Manuela Carmena accedió al poder judicial través de oposición, porque en aquella época ni siquiera estaba regulado el acceso por concurso a través del cuarto turno”. Aguirre ha dado marcha atrás, “a mí no me duelen prendas en rectificar cuando me equivoco”, de la manera más peregrina: diciendo que “había metido la pata por fiarse de una noticia de ABC.

Solo un día antes Aguirre había cometido otro “error”: acusó a La Sexta de manipular sus declaraciones, de mentir. En el debate “La Sexta Noche” el tertuliano Eduardo Inda afirmó que “hay dos personas que no cobraron sobresueldos en el PP: Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón”. La lideresa corroboró la frase diciendo “exactamente”. En La Sexta rotularon más tarde “Todos en el PP han cobrado sobresueldos menos Gallardón y yo”, frase no textual que sin embargo recoge el contenido de la idea de Inda y de, exactamente, Aguirre. La candidata se enfadó muchísimo: “Que lo sepan todos ustedes: laSexta miente. La frase que dijo Eduardo Inda me la ponen a mí entrecomillada. Ustedes han mentido. Yo no he dicho eso. Lo dijo Eduardo Inda. Y espero que ustedes lo corrijan porque eso es total y absolutamente falso”.

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Ni un día sin Aguirre. Si es posible, ni un minuto sin Aguirre. Así de sencilla es la estrategia de esta política sin escrúpulos, sin límites, sin moral, sin vergüenza. La lideresa que necesita un partido como el PP, corrupto desde antes incluso de llamarse PP, como única manera de conservar el Ayuntamiento de Madrid.

Poderoso pasaporte español

En el último pleno de legislatura del Ayuntamiento de Valencia la alcaldesa Rita Barberá dijo “punto 25”. El concejal de Urbanismo del Partido Popular en el consistorio, Alfonso Novo, no pudo resistirse y le hizo la popular e ingeniosa rima: “por el culo te la hinco”. Un micrófono abierto nos ha permitido disfrutar de ese momento, un hito en la historia no sólo de la poesía, sino también de la política.

El señor Alfonso Novo continúa en su puesto. Y aquí debería terminar el post de hoy…

La aspirante a alcaldesa de Madrid, Esperanza Aguirre, ha dicho que “La mayor queja de los vecinos es porque hay una serie de personas, generalmente de origen extranjero, formando parte de organizaciones y de mafias que están organizadas no solamente para sobrevivir sino tener un buen vivir a base de estas cuestiones que hay que estudiar y erradicar”. ¿Tener un buen vivir? ¿Durmiendo en la calle? ¡Mendigos fuera!, ladra una Aguirre que, como veíamos ayer, advirtió en su día que “El populismo no ha traído más que miseria y opresión”. Nada raro, puesto que en 2011 dijo lo que entonces le venía bien, que es lo contrario que dijo ayer mismo: “Los servicios sociales pueden ofrecer una cama limpia pero hay gente que no la quiere aceptar, y estos ciudadanos pueden hacerlo porque no se les ha privado de sus derechos… Y no se puede privar a nadie de sus derechos”.

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Aguirre sigue siendo aspirante a la alcaldía de Madrid. Y aquí debería terminar el post de hoy….

Pero vamos a terminar con las palabras de algunos (cuidado, de algunos) de los españoles evacuados de Nepal tras el terremoto del sábado: “Nos han tratado como a perros. Sin agua, ni comida, ni mantas, con frío y lloviendo y con las autoridades con escopeta metiendo presión para sacar a los suyos…. Estoy orgulloso de estar en España, tener un Gobierno como el mío que por lo menos me saca de una catástrofe como ésta y no intenta estafarme como Nepal. Nos han robado, nos han estafado”.

El español orgulloso de su Gobierno debería tener en cuenta dos cosas. La primera, el estado de la población local tras el seísmo, de los nepalíes, uno de los pueblos más pobres, y también duros y solidarios, del mundo. A ellos nadie irá nunca a rescatarles, a “sacarles de la catástrofe”. Ellos vivían, viven, en la catástrofe. La segunda, que el Gobierno de ese turista que se siente orgulloso no es que “intente” estafarle, como asegura ha hecho el nepalí. El Gobierno de ese turista ya le ha estafado: El PP tuvo durante décadas una caja B, pagó su sede madrileña con dinero negro, se niega a que se investigue la corrupción (hoy sabemos que tapan a Pujalte, y que el exjefe de prensa de Javier Arenas se niega a declarar en la Audiencia Nacional por el caso Gürtel)

Y ahora sí termina el post. Entre el orgullo de tener un Gobierno como el nuestro y la vergüenza de pertenecer al mismo país de Alfonso Novo, Esperanza Aguirre y el Partido Popular. Normal que el pasaporte español esté, según ABC, “entre los diez más poderosos del mundo”.

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Un motivo para NO ver la televisión

El fin del mundo

Autor: Upton Sinclair.

Editorial: Hoja de Lata.

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Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto leyendo un libro. Seguramente porque “El fin del mundo” me ha recordado mis primeras grandes lecturas, esas historias iniciáticas protagonizadas por jóvenes en busca de conocimiento, de placer, de aventuras. Con “El fin del mundo” he recuperado al Kim de Kipling y al Huck Finn de Mark Twain. En la página 317 Sinclair escribe sobre la pasión del protagonista, el joven Lanny Budd, por los libros, “algo que ninguna desgracia ni dolor podían arrebatarle a un hombre”. Para dar fuerza a sus palabras recurre a un Montesquieu que “había dicho que el amor por la lectura transformaba los instantes de aburrimiento en pura delicia”.

“El fin del mundo” es una delicia total. Para el lector, que se sumerge en la primera mitad del siglo XX de la mano de unos personajes entrañables. Larry, el principal protagonista de esta historia, tiene 13 años cuando comenzamos a saber de él. No es un pícaro callejero, como lo fueron Kim y Huck Finn, sino todo lo contrario: hijo ilegítimo de un fabricante de armas y una modelo estadounidenses, toca el piano, siente debilidad por el arte, es adicto a la lectura y procura frecuentar buenas compañías, cosa que no siempre consigue. Larry vive una vida maravillosa junto a su madre en la Riviera francesa. Una vida de lujos, viajes y placeres que financia el padre, y que se ve interrumpida por los conflictos que darían lugar a la Gran Guerra.

Larry crece entre las miserias de la vieja Europa, con amigos atrapados en ambos lados de la batalla. Todo el horror y el despropósito de una guerra pasa ante los ojos del hijo del fabricante de armas, instruido por su padre para ser neutral. Pero resulta que tiene amigos alemanes, y que otros caen gravemente heridos en el frente francés. Es el momento de conocer Estados Unidos, la familia, los grandes negocios, la influencia del poder… incluso el papel de la mentira y los medios de comunicación en la información que recibimos: “Recuerda que jamás ha habido una guerra en la que toda la razón estuviera de parte de uno solo de los bandos. Y recuerda que en toda guerra los implicados mienten como condenados. Y esa es solo la mitad de la batalla. También has de mantener alto el ánimo de tus tropas y conseguir todos los aliados que puedas para tu causa. La verdad es solo lo que consigues que la gente crea. Recuerda eso cada vez que leas un periódico”.

“Descubre siempre a quién pertenece el periódico que lees”, aconseja Sinclar, escritor norteamericano de Baltimore muy comprometido, en una de las muchas reflexiones de absoluta actualidad. Porque “El fin del mundo” es un libro clásico que, publicado en 1940, habla de temas atemporales y eternos: el aprendizaje, la amistad y la lealtad, los horrores de la guerra, los entresijos de la diplomacia y la economía, las diferencias sociales, la búsqueda de la felicidad, las miserias del capitalismo…

  • “Oh, por favor, no te preocupes por mí – la cortó el chico-. Yo sería feliz si pudiera quedarme en casa leyendo libros y tocando el piano.
  • Eso crees ahora, hijo mío; pero es solo porque no sabes lo suficiente sobre la vida. La gente como nosotros ha de tener dinero y oportunidades. ¡Descubrirás que hay tantas cosas que necesitas!”.

La excelente traducción de las más de 700 páginas de “El fin del mundo”, un libro de historia y aventuras, hace que sea imposible interrumpir su lectura. La lectura de una obra inteligente, emocionante y vital que describe el alma de una época, que se convierte en el relato vívido de diferentes escenas culturales y sociales. Absolutamente imprescindible.

Por un puñado de votos

“El populismo no ha traído más que miseria y opresión”. Esperanza Aguirre segundos antes de vestirse de chulapa y bailar un chotis con un inmigrante negro sobre un sofá Chester.

Maria Teresa Campos, presentadora del programa de Telecinco “¡Qué tiempo tan feliz!”, bailó un chotis en directo con Antonio Miguel Carmona, candidato socialista a la alcaldía de Madrid. Y le invitó a cantar una de “las canciones de su vida”: “Le gusta cantar, y como le gusta cantar ¿nosotros qué hemos hecho? Traerle rápidamente al escenario y decirle cántanos esta canción que te gusta a tí tanto de Dean Martin que cuando estabas en San Francisco cantabas…”. El picarón Carmona pregunta “¿te la puedo dedicar a tí?”, y ríe como un maníaco su propia gracia. “Verán, verán, porque es un magnífico eso que antes llamaban crooner, sentencia Campos, y da paso a un Carmona que comienza a aullar como un coyote en celo. Pinchen sobre estas palabras y no se pierdan, sobre todo si alguna vez barajaron la posibilidad de votar al socialista, estas imágenes para la historia del despropósito.

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¿Se puede caer más bajo? El político con aspecto de apoderado de novilleros destroza el clásico “Everybody Loves Somebody Sometimes”. Como si estuviera borracho como una cuba en el karaoke del burdel de un puerto olvidado, el socialista no duda en hacer el ridículo para arrancar un puñado de votos. ¿Todo vale? No le quepa duda alguna. ¿Hay límites? Ninguno.

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Con su enésimo ridículo televisivo Carmona solo trata de neutralizar a Esperanza Aguirre, su rival, la política que piensa que “el populismo no ha traído más que miseria y opresión”. Sí, la misma Aguirre que, solo unos días antes y en el mismo programa, tarareó una canción de Joaquín Sabina.

“¡Qué tiempo tan feliz!”, aullan Carmona y Aguirre, rivales políticos unidos por la ausencia de pudor, capaces de cantar y saltar, de abrazar al hambriento y besar al leproso, de bailar sobre sus propias tumbas, de rebajarse a la categoría de peleles. ¿Ideología? ¿Programa? ¿Proyecto? Por favor, estamos hablando en serio, está en juego el futuro de Madrid. ¡Qué suba el volumen de ese organillo! ¡Qué vivan los político huecos, mentirosos y manipuladores capaces de mover el esqueleto al ritmo de un chotis!

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Un motivo para NO ver la televisión

Carmen y Jimena: futuro imperfecto

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Ayer se estrenó este documental multimedia, resultado de una campaña de micro-mecenazgo, cinco meses de trabajo y un deseo enorme de dar voz a dos adolescentes, Carmen y Jimena, para que nos ayuden a comprender mejor las desigualdades sociales en la España actual. Una idea de Por Causa, proyecto de periodismo de servicio público apoyado en datos y equipos multidisciplinares que impulsa proyectos de investigación y periodismo sobre pobreza y desigualdad.

“El futuro de un país descansa en la buena salud de los sueños y expectativas de sus jóvenes, grandes protagonistas en los titulares pero con escasa presencia en el debate público. Sin embargo, hoy en España crece una generación entre las cenizas de una prolongada crisis económica y social. Crisis que sienten, y que pone en peligro sus aspiraciones de desarrollo personales y profesionales.

La escasez de recursos en muchos hogares (producto de las altas tasas de desempleo, el recorte en las ayudas y servicios sociales, el aumento de las tasas educativas, el incremento del IVA, del precio de la energía, la pérdida de la vivienda…) condiciona sin paliativos la calidad de vida de miles de jóvenes. El acceso a una formación que les permita conseguir un empleo de calidad y el disfrute de un ocio es esencial en esta etapa de la vida para el crecimiento personal”.

 

 

El PP viaja con Chester

El publicista Risto Mejide, ex presentador del programa de entrevistas “Viajando con Chester” (Cuatro), es el cerebro de la campaña electoral de Cristina Cifuentes, candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid por el Partido Popular. Por su parte Esperanza Aguirre, candidata al ayuntamiento de Madrid por el mismo partido, ha comprado un sofá hinchable, un Chester de goma, con el recorrerá la capital y atenderá a los ciudadanos al finalizar los mítines.

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Decir Chester es decir estilo tradicional inglés. Un sofá diseñado para que los caballeros británicos de alta cuna puedan sentarse en sus exclusivos clubes de manera cómoda, leer el periódico con la espalda recta y fumar de manera placentera. Sofás con clase, fabricados por los mejores ebanistas, en cuero y buenas maderas. Nada de IKEA, nada de skay o polipiel, nada de mediocridad ni populacho.

El PP viaja con Chester. Esperanza Aguirre, la mujer que abraza inmigrantes negros mientras dice que “el populismo no ha traído más que miseria y opresión”, llevará por Madrid un diván de plástico para sicoanalizar a su público tras los mítines. Imagine la escena en la portada de ABC: Aguirre sentada abrazando a un vagabundo, con el que comparte el café con leche repartido por una ONG y al que explica que ella descubrió la trama Gürtel. Las cámaras de Telemadrid dejarán de grabar inmediatamente después, justo cuando esta “pija pata negra”, ya en bambalinas, se desparasita con salfumán y se baña en agua de rosas.

Por su parte, Cifuentes debió quedar tan contenta de la entrevista que le hizo el avinagrado Mejide el pasado año, justo lo contrario de lo que debe pasarle a un periodista, que decidió contratarle. Es evidente que Mejide es un genio de la publicidad, de la misma forma que Cifuentes es una gran política, de centro y de Alianza Popular al mismo tiempo. Si no me cree vea este vídeo promocional…

¿Dispuesto a votar al PP, a Cifuentes y Risto? Como dice la escena final del vídeo, responder es fácil cuando las ideas están claras: se creen que somos gilipollas. Se lo creen los dos, el publicista y la política. Los tres, porque Aguirre se lo cree aún más. Los ciudadanos somos idiotas, y ellos con un sillón, un publicista y cuatro actores nos van a convencer de que son de centro, de que luchan contra la corrupción, de que los que pagaron su sede con dinero negro son otros, de que aman a los inmigrantes, sobre todo si son pobres y negros, de que han cambiado, de que ahora les preocupan los ciudadanos, de que…

P.D.

Pepa Bueno se estrenó el sábado presentado “Viajando con Chester”. Pepa Bueno no es, como Mejide, un producto prefabricado diseñado para el prime time. Afortunadamente. Pepa Bueno es una gran periodista, que hace un trabajo enorme en la radio: su labor en el espacio matinal de la Cadena SER es simplemente impecable. En pantalla resulta más agradable que el amargado Risto, un tipo que representa un papel. Y más incisiva en los temas interesantes. Risto es fuegos artificiales, Bueno es fundamento. Una periodistas capaz de hacer grandes entrevistas sin necesidad de presumir de independiente, de agresiva, de repreguntadora.

La nueva etapa de “Viajando con Chester” arrancó con Felipe González, el ego con piernas. Y no decepcionó en absoluto: “mi cabeza recicla la información en forma de respuesta”, dijo el ex presidente con su habitual seguridad. Sobrado, González dijo “estar orgulloso de ser protagonista del régimen del 78″, se citó a sí mismo en varias ocasiones, y sentó cátedra siempre. Cuando Bueno le pregunto si le parecía mal que dijesen que Pablo Iglesias se parecía a él… la cadena, Cuatro, dio un corte infame, rastrero e intolerable a la entrevista, a capón, para meter publicidad. Un corte de esos que hablan del desprecio de una cadena por los programas, por la televisión, y confirman que su aventura es simplemente económica. “No… yo… a mí… en su lenguaje corporal, incluso en su tipología, se me parece más a Aznar”, respondió minutos después González. Y comenzó a hablar de Venezuela, de las propuestas bolivarianas, y de que Maduro dice cosas de Felipe Gonzalez.

“Los golpes de estado me repugnan”, afirmó un González contundente. Un González que se mostró menos contundente cuando Bueno le preguntó qué son las puertas giratorias:  “Pues… las que hay en las entradas de los hoteles”. Bueno: “¿Si no hubieses sido presidente estarías en Gas Natural?” González: “Sin duda alguna”.

La segunda entrevista del programa sobra. No porque sea a Coronado, por cuestión de tiempo, de cansancio del espectador…

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 Un motivo para NO ver la televisión

Cien sillones y pico.

Autor: Max.

Editorial: Nórdica libros.

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Hace ya algunos años tuve la suerte de trabajar con Max en el diseño de un suplemento para jóvenes que quiso lanzar El País. El proyecto se aplazó. Luego salió Tentaciones… Guardo como oro en paño los diseños de Max para aquella historia, seguramente demasiado moderna y atrevida para un diario entonces progresista. Pero como dijo Kipling, esta es otra historia que deberá ser contada en otra ocasión.

Hoy hablamos de Chester, y de cómo se puede utilizar un objeto, un mueble, con fines promocionales. Una pena, porque con un sillón también se pueden hacer grandes cosas. A mí se me ocurren unas cuantas, que van desde la siesta a eso en lo que está usted pensando. ¿Y qué me dice del diván del sicoanalista? Bueno, pues Max, Manuel Rodríguez Rivero, convierte el sillón con orejas en el protagonista de un libro maravilloso, recopilación de sus ilustraciones para Babelia, el suplemento cultural de El País.

Durante seis años, entre enero de 2008 y septiembre de 2014, Max realizó 349 dibujos de sillones con orejas. Que se dice pronto. Dibujos que llevan la firma de este dibujante e ilustrador irrepetible, todo un clásico del cómic español. Un espléndido catálogo de sillones, de humor e ironía, de amor por los libros y de clase y estilo. Porque el catalán es uno de los grandes.

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