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Pobreza

El juzgado número 6 de primera instancia de Tarragona ha condenado a TVE. ¿Por haberse convertido en un instrumento de propaganda al servicio del Gobierno del PP? No. ¿Por haber perdido audiencia, además de credibilidad, y haber convertido la televisión pública en una caricatura innecesaria? Tampoco. Por algo incluso peor, que ya es difícil: por vulnerar los derechos a la imagen y la intimidad personal y familiar de un niño discapacitado. TVE actuó, según el juez, “con fines morbosos, conmiserativos y mendicantes”. Y ofreció información “entroncada con la curiosidad morbosa”.

El programa se llamaba “Entre todos”, se emitía en La 1 y estaba presentado por la impresentable Toni Moreno. Han pasado casi dos años desde la emisión de aquel espacio lamentable. Demasiado tiempo. Con ver el programa cinco minutos ya quedaba claro que se trataba de auténtica basura, diseñada para convertir en espectáculo televisivo el dolor y la miseria ajenas. El fallo es decepcionante: en lugar de prohibir a los responsables del programa pisar un plató de una televisión pública el resto de sus días, se limita a condenar a TVE (El Ente) a “la retirada de cualquier vídeo que reproduzca en todo o en parte el programa”.

En este blog hablamos en su día de “caridad en lugar de servicio público”. (http://www.eldescodificador.com/2013/09/18/caridad/). La caridad es un concepto repugnante, que me recuerda las mesas de la Cruz Roja que presidía Carmen Polo envuelta en abrigos de piel. Fines conmiserativos. Pero eran los viejos y grises días de Franco… Hoy vivimos en un país con un 22% de ciudadanos estadísticamente considerados pobres, por mucho que le pese a Joaquín Leguina. El socialista, ex presidente de la Comunidad de Madrid, sugiere que las cifras sobre el aumento de la pobreza en nuestro país están manipuladas por las ONGs: “Si yo me dedico a cuidar pobres, me interesa que haya muchos. Porque si no hubiera pobres, ¿a qué me dedicaba?”, dijo en “La Sexta Noche” (La Sexta).

En 2015 en España, señor Leguina, pobreza no es solo pedir limosna es una esquina. Pobreza es no tener vivienda. Pobreza es no poder pagar la luz, o no comer proteínas dos veces por semana, o no poder hacer frente a un imprevisto. Pobreza es vivir en riesgo de exclusión social. Pobreza es que los bancos de alimentos estén desbordados. Y que muchos niños realicen la comida fuerte del día en el colegio. España es el segundo país de la Unión Europea en desigualdad, tras Rumanía.

Pero entiendo, señor Leguina, que le resulte difícil entender el concepto pobreza, o ponerse en la piel de los más necesitados, cuando solo por pertenecer al Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid en calidad de consejero permanente esté cobrando 8.500 euros brutos mensuales.

 

Cumplimos

Buenas noticias. Tras empobrecerlo todo, desde la educación hasta la sanidad, desde la cultura a los derechos laborales, el Gobierno se muestra eufórico: “Llevo muchísimo tiempo, exactamente desde que soy presidente del Gobierno, esperando poder dar una noticia como ésta”, dice Mariano Rajoy leyendo fuera de plasma los datos de la última Encuesta de Población Activa. Los medios oficiales repiten sus mensajes: “España creó 4.400 empleos al día durante el segundo trimestre” (El País); “El paro baja en 310.400 personas y se crean 402.400 empleos, la mayor cifra en 9 años” (El Mundo); “España crea 402.400 empleos, la mayor subida en nueve años” (ABC); “España crea 402.400 empleos, la mayor cifra en nueve años” (La Razón).

“El mercado de trabajo ha dado un giro de 180 grados… Ha cambiado de ciclo… Las reformas están dando resultado…”, insiste Rajoy. Y sentencia: “El Gobierno ha conseguido frenar la sangría del paro en España”.

¿Seguro? La realidad se puede ver de otra manera: actualmente hay 800.000 empleos menos que cuando Rajoy llegó al Gobierno, y 335.000 parados más. Es decir, que tenemos 5.622.900 parados, el 53,1% de jóvenes sin trabajo, 1.834.000 familias sin recursos, con todos sus miembros en paro, 740.500 hogares donde no entra ningún ingreso…

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¡Euforia! Ya se ve la luz al final del túnel. Los que hablan de precariedad laboral son unos agoreros. Los que recuerdan los desahucios, unos cenizos. Los que invocan a los casi dos millones de familias con todos sus miembros en paro, unos derrotistas. ¡Los jóvenes ya no salen de España para buscar trabajo, sino que vienen a currar a nuestro país! ¡Y con buenos sueldos! Ahí tienen a James, un colombiano de 23 años que acaba de llegar a Madrid con un contrato de más de siete millones de euros por temporada.

Los brotes verdes son tan verdes, y la recuperación económica tan grande, que ya no es necesaria ni siquiera la misericordia televisiva. TVE prescinde de “Entre todos”, el polémico programa de caridad que presentaba Toñi Moreno.

Pero volvamos al fútbol, el mejor ejemplo de la bonanza de la economía española, por encima incluso de los datos de la EPA. ¿El club europeo que más dinero ha gastado en fichajes? El Barcelona, 147 millones de euros. ¿El segundo club europeo que más ha fundido en fichajes? El Real Madrid, 105 millones. ¿Deudas a la Seguridad Social del fútbol español? Alrededor de 6,6 millones de euros. ¿Quién dijo crisis?

Por fin levantamos cabeza. Gracias a una reforma laboral asesina, que ha dividido a la sociedad en dos, una de ellas vieja, inútil, precarizada, sin futuro. Gracias a los minijobs, a los recortes, a un programa electoral incumplido… “Pese a la incomprensión de la mayoría”, dice el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, “siempre queda la tranquilidad de concienciay saber que uno ha hecho lo que tenía que hacer”.

¿Cumplimos?

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Telemadrid informa sobre Gaza.

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La calidad de la información deportiva…

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Y de la otra información…

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El País: “Sin embargo, contra las informaciones que EL PAÍS ofreció en un primer momento, el avión empleado por el Real Madrid tenía por matrícula…”.

 

Una tele conmiserativa y mendicante

RTVE, la televisión pública española, no vive sus mejores momentos. Sin credibilidad, sin prestigio, sin audiencia y en la ruina, RTVE se ha convertido en un muerto viviente, un cadáver que se pasea por la parrilla televisiva con más pena que gloria. Y como ya se sabe que a perro flaco todo son pulgas, esta agonizante televisión de todos los españoles ha sido acusada de utilizar en un programa a un menor discapacitado “con fines conmiserativos y mendicantes”. Era cuestión de tiempo: los cerebros de la cadena pública han apostado por programas absolutamente impresentables, como “Entre todos”, basados en las miserias de la gente, en las necesidades de los más humildes, en una solidaridad anticuada y chusca. La caridad retransmitida en directo”, advertíamos en un post sobre ese programa colgado el 18 de septiembre de 2013.

Diez meses después, el Ministerio Fiscal ha presentado una demanda en un juzgado de primera instancia contra el programa de RTVE “Entre todos”, y la productora Proamagna, por vulnerar presuntamente los derechos a la imagen y a la intimidad personal y familiar de un niño con discapacidad. La Fiscalía pide una indemnización de 15.000 euros por daños y perjuicios. Considera que se utiliza la imagen del chaval, un menor al que era fácil identificar (se dieron nombre y apellidos del padre e iniciales del niño), y que se enfatizó su discapacidad con objetivos, insisto, conmiserativos y mendicantes. Telebasura en estado puro.

Se veía venir. Un programa tan repugnante, basado en la exhibición de las desgracias ajenas, es una bomba en cualquier programación seria. Cualquiera podía prever un caso tan vergonzante como el que nos ocupa, excepto los responsables de la televisión pública, que añadieron gasolina al fuego poniendo el espacio en manos de Toñi Moreno, una presentadora a medio camino entre la inconsciencia y la estupidez. Una presentadora que, no se lo pierda, cobra alrededor de 175.000 euros al año, es decir, unos 1.400 euros por programa. Y es que “Entre todos”, la tele conmiserativa y mendicante, le cuesta a la televisión pública 3,68 millones de euros por temporada.

La televisión pública debe cumplir un papel de servicio público. Mostrar los rostros de los ciudadanos desfavorecidos, e invitarles a que hablen de sus desgracias ante las cámaras, no es servicio público. Es hacer de la pobreza, el infortunio o la necesidad un espectáculo. Justo lo contrario de lo que debemos exigir a la televisión de todos los ciudadanos.

 

 

La virgen y la Toñi

“La religión no mantiene a nadie. Tiene que ser mantenida. No produce trigo ni maíz; no ara la tierra; no derriba bosques. Es una mendiga perpetua. Vive del trabajo de otros, y luego tiene la arrogancia de pretender que ayuda al que da”. Robert G. Ingersoll, el Gran Agnóstico.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, condecorará a Nuestra Señora María Santísima del Amor con la Medalla de Oro al Mérito Policial. Con dos cojones. Concede a esa virgen esta medalla, la más alta condecoración del Cuerpo Nacional de Policía, por compartir “una serie de valores como la dedicación, el desvelo, la solidaridad y el sacrificio”.

Me temo que lo único que comparten virgen y policía es la madera. La del muñeco, la de la bofia. ¿Pero qué país de mierda es éste, supuestamente aconfesional (que no reconoce como oficial ninguna religión en concreto), en el que Interior condecora vírgenes por la mañana y por la tarde lanza pelotas de goma a inmigrantes que se ahogan?

Jorge

Un país de mierda, insisto, en el que las condecoraciones, como los programas de televisión, parecen repartirse en casetas de feria.  María Santísima del Amor tiene una medalla, Toñi presenta un programa en La 1 (TVE). Y pasa lo que pasa. Que el ministro del Interior es un meapilas y que Toñi es una metepatas.

Toñi es la gran Toñi Moreno, la presentadora de “Entre todos”, espacio al que he calificado en este blog de “bazofia buenista” y al que el diario Le Figaro ha definido como “El programa de los pobres”. La presidenta del Consejo General de Trabajo Social es, si cabe, más dura: “promueve la sustitución de los derechos sociales por la caridad, sin respetar la dignidad de las personas”.

Pues bien, Toñi Moreno, famosa por algunas meteduras de gamba memorables, ha abierto la boca para decir una nueva necedad: “O se denuncia (el maltrato) o se calla una para el resto de la vida”. Palabras mayores. Mientras que sus torpezas anteriores resultaban simplemente patéticas, arremeter contra un espectador crítico o lanzar un zapato al aire, ahora se atreve a juzgar a quienes han sufrido malos tratos y no han denunciado. ¿Deben callarse ahora quienes fueron de niños víctimas de pederastas? Por poner un ejemplo…

Pues ahí donde la ven Toñi Moreno tiene un buen sueldo. En TVE cobra, por decir estupideces como esa, alrededor de 175.000 euros al año, es decir, unos 1.400 euros por programa. “Entre todos” le cuesta a la televisión pública 3,68 millones de euros por temporada.

 

Un motivo para NO ver la televisión

Paco de Lucía (1947-2014)

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Una de las muchas cosas que debo a Nacho Sáenz de Tejada es que un buen día me presentó a Paco de Lucía. Fue tras un concierto de Camarón en Madrid. Paco no estaba muy contento. Ni con la actuación, ni con el cantaor. Estuvo introvertido, huraño, quizá enfadado con el de la Isla. Años después coincidimos otra vez, como siempre con Nacho por medio, y estuvo mucho más hablador y simpático. Entonces me pareció un tipo sencillo, tímido, que soñaba con bucear y con comidas de puchero. Era un genio. Quizá el músico español más grande de todos los tiempos. Félix Grande le define a la perfección en su imprescindible “Memoria del flamenco” (Alianza Editorial): “Paco de Lucía ha compuesto el lenguaje guitarrístico más ambicioso y expresivo, y más flamenco, que jamás conociera la guitarra”.

Y hablando de Paco de Lucía y Félix Grande, creo que es un momento perfecto para leer parte de la intervención de este último en la peña La Parra Flamenca de Huétor Vega el día que la entidad granadina le rindió homenaje…

“Yo le debo la victoria de esta noche a una inmensa derrota. Así como D. Manuel Machado hubiera querido ser, según decía, “antes que un tal poeta, un buen banderillero”, a mi me hubiera gustado ser antes que un casual escritor, un buen discípulo de Paco de lucía. Lo que pasa es que tuve la terrible y fatal fortuna de ser amigo de Paco de Lucía desde que era muy joven.

Yo tocaba la guitarra desde que tenía 14 años, pero tocaba sin verdadera responsabilidad. Tocaba el fin de semana, imitaba como podía algunos bordonazos de Melchor de Marchena, algunas falsetas de Niño Ricardo, quizás alguna falseta de Sabicas. En aquella época antes de la llegada de Paco era mucho más fácil creer que uno tocaba la guitarra. Luego me encontré con Paco un día cuando estaba haciendo el servicio militar, él, y nos hicimos amigos y a partir de ese momento nos veíamos con mucha frecuencia en mi casa. Él entonces viajaba poco y pasaba muchas tardes tocando la guitarra, mi guitarra, que dicho sea de paso se llama “Mesalina”, se llamaba Mesalina. Mesalina como saben ustedes, era una mujer tan poderosa que un día un centurión le propuso llevarle a la cama a una centuria de soldados, romanos, y pasaron por la cama de Mesalina durante toda la noche una centuria de soldados, y cuando, se hizo el amanecer el centurión le dijo: ¿Mesalina, estás satisfecha? Dijo: “No, cansada”.

Por eso le puse el nombre de Mesalina a mi guitarra, en la cual tocó mucho Paco de Lucía, él le hizo eso a mi guitarra, y durante un año y medio más o menos en que nos veíamos casi a diario en mi casa y tocábamos la guitarra, tocaba él, yo de vez en cuando la cogía y tocaba, durante un año y medio, ya saben ustedes que los flamencos, incluso los genios flamencos tienen una especie de superstición con la letra escrita, nunca he entendido por qué, pero la tienen, tienen una especie de respeto supersticioso por aquella gente que escribe y que habla en público, y yo creo que Paco tuvo durante mucho tiempo la necesidad de decirme algo, pero se las estuvo callando por un respeto que no correspondía a nuestra amistad porque ya éramos muy amigos, sin embargo él tenía un pudor, que un día reventó ese pudor como suele reventar cuando se guarda demasiado tiempo, y un día que yo estaba tocando la guitarra me dijo: “¡Azí no vas a tocar tú bien nunca!”.

Le dije: “Paco, estando Paco de Lucía ya, ¿quién va a tocar bien?…

Dice: “! No, no! ¿A que tú te pones la mano derecha de vez en cuando delante de un espejo?…

-Pues sí…

-¿Y pa qué?

-Pues hombre, para colocar la mano derecha de modo que quede perpendicular a las cuerdas, los dedos y pueda atacar con más fuerza…

-¿Y eso por qué lo haces?…

-Pues porque lo veo en los guitarristas, en los guitarristas a los que admiro…

Y me dijo: “Tú tienes que tocar con la tuya y la única manera de que toques bien es dejar la mano absolutamente relajada, tú déjala caer la mano derecha y con la punta de los dedos atacas las cuerdas, pero completamente relajados los dedos, la mano, la muñeca, el codo, el hombro y el cuerpo, y si no estás relajado nunca podrás tener buena técnica”.

Bien, aparte de eso me dio dos o tres ejercicios de digitación y con cierta melodía para que no me aburriera. Y unos meses después, las manos me volaban, de manera que llegó el momento que para mantener la técnica que ya tenía, yo tenía que tocar tres o cuatro horas diarias y para adelantar, para aprender más, tenía que tocar seis o siete horas diarias que es lo mínimo que se puede hacer teniendo en cuenta que nuestros antepasados se dejaron la sangre por las aceras para conseguir la jornada de ocho horas.

Y llegó un momento en que yo tenía la necesidad de tocar la guitarra a todas horas, pero ya estaba instalado en mi mundo literario el cual también amaba mucho, me encontraba desgarrado entre dos pasiones, como el que se encuentra desgarrado entre dos amores.

Un día me fui a ver a un amigo anatomista y le dije: “Mira, esta semana tengo que tomar la decisión más importante de mi vida, que va a condicionar el resto de mi vida, esta semana tengo que decidirme si continuo escribiendo, si dejo la literatura o me dedico a la guitarra”. Y este amigo me dijo: “Bueno, ¿y qué?”…

-Vengo a pedirte consejo…

-Hombre, eso no se le hace a un amigo…

-Los amigos están para eso.

Y me dijo, me preguntó: “¿A qué edad empezaste a tocar la guitarra?

-Yo aproximadamente a los 14 años.

-Bien, tienes afición, yo lo sé, tienes el mejor profesor del mundo, pero si has abierto las manos a los 14 años estás condenado a correr detrás de la técnica toda tu vida, incluidos los domingos y la Semana Santa, hay que abrir las manos a los 6 ó 7 años.

Entonces cerré la guitarra, cerré con llave hace cerca de 30 años y ya no la he vuelto a tocar. Y creo que la culpa, el sentimiento de culpa que sentí al abandonar a Mesalina es lo que me hizo sentarme a escribir mi primer libro sobre flamenco, y luego unos cuantos más, y esos son los libros que desde aquella derrota de no haber podido ser un buen discípulo de Paco de Lucía se ha convertido en la victoria que es esta noche. Esta noche me siento lleno de victoria, esta noche me siento lleno de una alegría, como decía Miguel Hernández, una alegría de una sola vez.

Y ya llega el momento en que no habría que decir más ninguna palabra…