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La nueva política

Estoy en shock. ¿Porque Rafael Hernando, el perro rabioso del ahora dialogante Rajoy, pretenda sembrar de pulgas el sagrado Congreso de los Diputados? No, es su trabajo. Estoy en shock por Antonio Hernando. No puedo evitar pensar en sus amigos, en su familia, en sus vecinos. Ver al portavoz socialista cambiar de opinión, del Rajoy nunca al Rajoy presidente, en cuatro días, y defender en público esa incongruencia, esa contradicción, esa traición…. ha sido algo histórico. Algo que puede traumatizarte para siempre.

¿Qué tiene la política que les vuelve locos?

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Un motivo para NO ver la televisión

Basura

Autor: Derf Backderf.

Editorial: Astiberri.

basura

Un consejo inicial, para crear ambiente: localice “Rush never sleep” (el moho nunca duerme), undécimo disco de Neil Young, y escúchelo a un volumen generoso. Muy generoso. Es la perfecta banda sonora para disfrutar del libro que hoy nos ocupa, una obra tan pestilente como entrañable dedicada por entero al mundo de los desperdicios. Humanos.

Primero deberíamos recordar quién es Derf Backderf, dibujante y guionista que pasará a la historia del cómic por “Mi amigo Dahmer” (Astiberri), la absolutamente acojonante novela gráfica sobre el asesino de Milwaukee. No le desvelaré los detalles de esta obra alucinante, solo le diré que corra a su librería favorita y adquiera un ejemplar. Se sorprenderá. Pero si pese a todo quiere saber más, aquí tiene la reseña que en su día publicó El Descodificador.

“Basura” comienza y termina con una breve historia del mundo de los residuos, y de cómo nos organizamos para deshacernos de ellos. Pero que estos detalles pedagógicos, apenas una docena de páginas, no le confundan. “Basura” es la adaptación de un periodo de la vida del autor, basurero entre 1978 y 1980. De sus aventuras y las de sus colegas, una pandilla basura, si me permite el chiste, que nos recuerda lo marginal y sórdida que puede ser la vida de un trabajador en la meca del capitalismo.

“¡Estamos jodidos, tío! Es un trabajo como éste o deber 30.000 dólares por un título sin valor de una universidad pública de mierda… y no tener futuro cuando nos licenciemos. De modo que sí, tienes razón. Seguiré agarrado a este camión un tiempo… hasta que perciba una señal de que debo pasar a otra cosa”.

Derf Backderf utiliza su etapa como basurero para hablar de los desperdicios que producimos en cantidades ingentes, de cómo la mierda gana terreno. Pero también para criticar algunos problemas sociales y laborales de la sociedad norteamericana. La desigualdad, por ejemplo. Recorren subidos en Betty, el camión del servicio de recogidas municipales, la distancia insignificante que les lleva desde los Heights, “donde viven todos los paletos” y las casas y las basuras están más pegadas, hasta el “barrio superpijo de las mansionazas” donde están los “palurdos blancos”.

“¡Si alguna vez levantan un monumento a las víctimas de Wall Street, debería ser una estatua gigante de la basura de los desahucios!”, dice un basurero mientras recoge una caja con fotos abandonada en la acera por una familia que ha perdido su casa. “Imagina la economía como un aparato digestivo gigante. Nosotros estamos en el recto del mercado libre para limpiarlo todo”, responde el protagonista.

En medio de toda esta montaña de porquería, las personas. Los jefes del protagonista, auténticos bastardos, y sus colegas, una banda de marginados que comen salchichas, beben cerveza y visten camisetas con frases como ésta: “Sólo lo llaman guerra de clases cuando nosotros contraatacamos”. No se lo pierda: Derf Backderf es ya un clásico underground.

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Desafinado

TVE retransmitió en directo, por la primera cadena, Canal 24h, Canal Internacional y RTVE.es, el primer homenaje del día a las víctimas del 11-M en el décimo aniversario de los atentados: un funeral de Estado… católico, presidido por los Reyes, y con la presencia de buena parte del Gobierno. Sí, una ceremonia religiosa, católica, en un país aconfesional. “También tenían otros credos y otras confesiones algunas de las víctimas”, reconoció el comentarista durante la eucaristía. Imágenes para la historia de los representantes de las diferentes asociaciones de víctimas en primera fila, de un Rajoy más apagado que nunca, que ya es decir, y de decenas de sacerdotes y símbolos religiosos. Cristos crucificados, vírgenes, velas, canciones sobre la sangre, el día final, la resurrección, la vida eterna… Todos los elementos necesarios para crear una decoración rancia, un ambiente lúgubre.

Rouco

La imagen que no puedo quitarme de la cabeza es la de Rouco Varela cantando, como un marinero borracho en la taberna de un puerto olvidado, el día de su despedida al frente del episcopado. “Santa Marííííía de la Almudeeeeena, reina del cieeeeeelo, madre de amooooor”. El cardenal-arzobispo de Madrid dijo adiós a las 150 autoridades congregadas desafinando, con una homilía con cierto tufo conspirativo-abortivo: “estaban dispuestos a matar inocentes a fin de conseguir oscuros objetivos de poder, porque hay individuos y grupos sin escrúpulo alguno, que desprecian el valor de la vida humana y su carácter inviolable, subordinándolo a la obtención de sus intereses económicos, sociales y políticos”. Le escuchaba atentamente la crème del Gobierno: Santamaría, Gallardón y una Cospedal que acababa de hacer las siguientes declaraciones: “Ha habido una sentencia, pero con todo y con eso… toda la luz que se pueda arrojar sobre este acontecimiento será bienvenida”. ¿Impresentable? Pues espere a escuchar lo que había dicho unas horas antes Ignacio González, el del ático, sin inmutarse: “Lo importante es saber quién hizo aquel atentado tan salvaje”.

Quitemos hierro al asunto. Rouco Varela tiene que ir a “La Voz” sí o sí. Jubilado desde hoy mismo en la Conferencia Episcopal, y por tanto con mucho tiempo libre, el cardenal-arzobispo debe mejorar su puesta en escena vocal. No se puede ir por el mundo ofreciendo misas multitudinarias si cantas como un gato con los testículos atrapados en un cepo.

Cantar mejor es comunicar mejor. Según ha informado Le Monde, el presidente francés Francoise Hollande ha contratado para escribir sus discursos a Pierre-Yves Bocquet, un experto en gangsta rap más conocido como Pierre Evil. Es decir, que se dirigirá a los ciudadanos al ritmo de uno de los grandes expertos franceses en rap.

Ya estoy viendo a Rouco Varela ensayando con Melendi, Bisbal y compañía. Aunque creo que lo que de verdad le gustaría es ser jurado de “La Voz Kids”. A Rajoy sin embargo le veo más con el Koala como couch.

 

Un motivo para NO ver la televisión

Mi amigo Dahmer.

Autor: Derf Backderf.

Editorial: Astiberri.

MI AMIGO DAHMER

Poco después de ver el famoso vídeo de la agresión de una adolescente a otra, y comentarlo en este blog, comencé a leer “Mi amigo Dahmer”, una novela gráfica que cuenta una historia real: la de un joven marginado por sus compañeros que acaba convirtiéndose en un asesino en serie. Ni más ni menos que en “El carnicero de Milwaukee”.

Son historias diferentes que se desarrollan en un mismo ambiente, los años de instituto, y que tienen algunos puntos en común: los malos tratos, la marginalidad, el rechazo al diferente, la violencia… Los compañeros de clase de Dahmer, un jóven introvertido y poco sociable, el típico rarito, se burlan, le utilizan, le condenan a la soledad. Y él se da a la bebida. Y a determinadas costumbres asociales.

El dibujante Derf Backderf, compañero de Instituto de Dahmer, narra la historia de unos años fundamentales en sus vidas, y lo hace tras una larga e intensa investigación. Recuerda muchos detalles sobre su relación con Dahmer, pero considera necesario entrevistarse con profesores y antiguos compañeros. El resultado es un gran reportaje gráfico, maravillosos dibujos que recuerdan el mejor underground USA, un espectacular ritmo narrativo, y una manera de describir el mundo adolescente de los setenta en Estados Unidos muy precisa. Una época mucho más claustrofóbica y aterradora de lo que podíamos imaginar.

“Mi amigo Dahmer” es una pequeña obra maestra de la novela negra, de la novela gráfica, de la literatura sobre asesinos en serie, del cómic moderno.