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¡Viva México, cabrón!

Donald Trump insiste en construir un muro que separe Estados Unidos de México. Por si la estupidez fuese pequeña, por si la bravuconería fuese corta, por si la afrenta se hubiese quedado chica, Trump insiste en que México corra con los gastos de la juerga y pague la valla. El presidente mexicano Enrique Peña ha suspendido, como no podía ser de otra manera, la reunión con el presidente norteamericano prevista para el martes. La pesadilla, en forma de primer gran conflicto diplomático, ha comenzado. Imagine el ánimo de los cinco millones de sin papeles que sobreviven en los USA…

En este momento, todo parece estar en manos de los ciudadanos norteamericanos. Sí, de los mismos que han votado a este déspota de arrogante mirada, a este impresentable macarra. De aquellos que ya se están arrepintiendo de su error. Esos que en este momento temen que Estados Unidos retroceda en los próximos años a los tiempos previos a Abraham Lincoln.

Paren a este hijo de su pinche madre. No va de farol, es un peligro público. Salgan a las calles, rodeen la Casa Blanca, visiten a sus vecinos del sur… Hagan lo que quieran, pero detengan a este miserable. Por su bien, y por el de todos.

Un motivo para NO ver la televisión

Dr. Uriel.

Autor: Sento.

Editorial: Astiberri.

doctoruriel

Esta edición integral, que reune en una edición primorosa los tres tomos originales de las aventuras y desventuras del doctor Pablo Uriel Díez, ya forma parte de mi biblioteca médica favorita. Reposa en la balda que acoge a clásicos del calibre de “Historias de médicos”, de William Carlos Williams (Montesinos), “Doctor Arrowsmith”, de Sinclair Lewis (Nórdica), “El siglo de los cirujanos”, de Jürgen Thorwald (Destino), y más recientemente, “Diario de un resurreccionista”, de James Blake Balley (La Felguera Editores). Pero muy bien podría hacerlo en aquella otra estantería, más amplia, dedicada a la Guerra Civil española. Y no desentonaría en ninguna de las dos: es una novela gráfica con mayúsculas, de largo recorrido, con una historias increíble (real), repleta de personajes entrañables y con un ritmo narrativo simplemente perfecto.

“¿Sabe, capitán, que muchos buenos médicos opinan que, a veces, el ejercicio de su profesión en la vida civil llega a ser un infierno? Todo el mundo confía en el médico sin saber que estamos inermes frente a muchos problemas… …aún ejercemos una medicina primitiva y a veces inútil. Supongo que, en muchas ocasiones, todo lo que podemos hacer es charlatanería. Una humillante comedia para alejar de las gentes el vergonzoso temor a la muerte”.

“Dr. Uriel” comienza en la Zaragoza del año 36. Universidad de medicina. Jóvenes que terminan sus estudios y ven cómo los conflictos políticos, el golpe militar y la guerra civil acaban con sus sueños. Ya no hay planes. Poco a poco todo se complica, los bandos se enfrentan con saña, y la vida queda reducida a una mera cuestión de supervivencia. Afortunadamente se suceden detalles que ofrecen motivos para la esperanza: la amistad, la solidaridad, la lealtad, la memoria… Memorables, por cierto, las páginas delirantes que ofrecen una conversación entre Dios y unos fusilados por la Falange…

“- ¿Por qué ese afán de los hombres por uniformarse?

- Es una forma de faltar a tus designios. Tú, Señor, pusiste en el hombre el germen de la infinita variedad. Algunos pretenden modificar tu obra unificando los impulsos de tus criaturas. Empiezan por uniformar sus vestiduras y terminan por unificar, también, su inteligencia: de este modo van creando rebaños de humanidad que siguen a un jefe”.

Nuestro doctor, un tipo espigado y observador, listo y republicano, íntegro sobre todas las cosas, vive las miserias de ambos bandos. Este detalle dice mucho del autor, un dibujante eficaz y un narrador excelente. Rojos y azules matan y mueren, y se intercambian de posición en lo que algunos consideran alta traición y otros simple reubicación. Cuestión de geografía. Sento Llobell ha recogido una historia formidable, con momentos de acongojante emoción. Ha investigado, se ha documentado, ha trabajado duro en el guión. Y ha dibujado un cómic épico que es la crónica de una vida maravillosa y de un conflicto aún no superado. Formidable.

I Master de Rock and Roll Matutino sobre Ruedas.

Viernes 27 de enero

Como un huracán

Burning

Viernes, canción en castellano. Chuletas de la Elipa, Burning son los Rolling Stones españoles. Que se dice pronto. Nacieron en la hostil España del 74, se han repuesto de numerosas pérdidas causadas por los abusos, y han grabado algunas canciones excelentes, muchas de ellas dedicadas a Madrid y sus noches salvajes. Siguen vivos y con excelente salud. Esta es una de mis canciones favoritas: de su álbum de 1989 “Regalos para Mamá”, este “Como un huracán”.

Transición

Horas y horas de televisión dedicadas a Adolfo Suárez en la mañana del lunes. TVE, Antena 3 y Telecinco en directo desde la capilla ardiente, instalada en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados. Por ahí pasaron todos, desde el rey Juan Carlos y Felipe González hasta Ana Botella e Ignacio González. En las televisiones, los tertulianos elogiaban la figura del primer presidente de la democracia. “Hay unanimidad”, dijo Victoria Prego. “Excepto en algún memo de la izquierda” apuntaba Pérez Henares desde la televisión pública. Era el día grande de los opinadores, y ahí estaban el director de ABC, Luis Herrero, Pilar Eyre, Francisco Marhuenda y hasta Miguel Ángel Rodríguez. Mariló Montero elogió la figura del fallecido. Ana Obregón escribió en Twitter: “Tuve el orgullo de protagonizar una portada con Adolfo Suárez. El rey de la transición”. Se refería a una cover de Tiempo en la que se anunciaba un “reportaje de investigación”: “Los más deseados. Con quien quieren hacer el amor los españoles”.

La prensa también se volcó con la figura de Suárez. Tres días después de que su hijo anunciará el inminente desenlace, el diario El País de ayer lunes le dedicó la portada, ocho páginas interiores y un especial de 32 páginas. Medio centenar de fotografías ilustraban tamaño despliegue, en el que como en todos los demás medios, tanto televisión como prensa, curiosamente falta una imagen, sin duda más informativa que aquellas en las que Suárez aparece jugando al tenis o lanzándose al mar en Brasil: el momento en que juró el cargo de secretario general del Movimiento en presencia de Franco y Herrero Tejedor.

Suárez jura

Por la tarde, una fila humana de centenares de metros serpenteaba por las calles y callejuelas que rodean el Congreso. Miles de personas, horas de espera, para decir adiós al primer presidente de la actual democracia.

Y hablando de transiciones… Durante los próximos días, los menos posibles, no actualizaré el blog. Cuestiones médicas. El foro, los comentarios, es decir, lo mejor de El Descodificador, permanecen por supuesto abiertos. Abrazos!